Al principio pensé que estaba enfermando. No tenía apetito, las fuerzas me habían abandonado. Me sentía a la deriva de mi propia vida. El insomnio era algo habitual. Un aura de tristeza parecía contonearse a mi alrededor como una bailarina desquiciada. Sentía un sabor agrio en la boca todo el tiempo. Mi cuerpo parecía un pesado lastre, y hasta caminar me parecía una tarea complicada. Lo único que me apetecía era hundirme bajo las sábanas, protegida por el olor a detergente y la suavidad de mi mullido colchón. Quería desaparecer enterrada en las baladas de Bon Jovi, las canciones melancólicas y la nostalgia que se escapaba de cada uno de mis suspiros de abatimiento. Quería llorar hasta quedarme dormida. Pero al final nunca dormía.
Muchos de esto síntomas no me recordaban a ninguna enfermedad. Con el tiempo me fui dando cuenta de que lo único que me pasaba es que estaba decepcionada. Cansada de mi misma y de mis malas decisiones que solo me conducían a un precipicio en el que caía una y otra vez. Una vez más había confiado, me había ilusionado. Y de tanto subir a las nubes, tropecé con mi propia idiotez, y caí, y caí, y seguí cayendo. De bruces contra el suelo.
Será por eso que me duelen todas las articulaciones, será del golpe que me sangra tanto el corazón. Será que los ilusos no aprendemos nunca.
"Mientras el viento haga su trabajo, tu perfume siempre estará conmigo. "
-Kathy Norris.
A veces nos quejamos de nuestra vida por algún problema que nos haya surgido y no nos damos cuenta de que por muy mal que nos encontremos siempre habrá alguien en peores circunstancias que tú, y me apuesto algo a que esa persona a pesar de todo estará sonriendo.
ResponderEliminarUn besito.
Qué bonito! me sentí identificada y has reflejado exactamente todo lo que se siente ante una decepción o una decaída ♥
ResponderEliminarSaludos.
A veces las caídas y los tropezones son duros, hay que saber levantarse de esa cama y recobrar las ganas de caminar, es verdad que muchas veces es difícil de salir de ese estado de "enfermedad", pero con fuerza de voluntad podemos, no creo que esto no nos haya pasado nunca ha algunos, de echo me he sentido identificada.
ResponderEliminarUn besito!
Bueenaas!!!
ResponderEliminar¡Tengo un premio para ti en mi blog!
Pásate ^^
Un beso! ;)
http://myworldlai.blogspot.com.es/
Que bonito :') tantas veces se siente así una personas.
ResponderEliminarPásate si quieres:
paisajesyfotografias.blogspot.com.es
aww como siempre precioso <3
ResponderEliminarMuy bueno! me sentí identificada :c
ResponderEliminarSaludos!
Precioso, escribes tan bien que me das envidia♥
ResponderEliminar¡Un besote!
Lo cierto es que no aprenderemos nunca a confiar en nadie después de tantas caídas. Y es triste. Muy triste. Debido a personas que no se han merecido ni un recoveco en nuestro corazón ni en nuestra mente imploremos un NO por respuesta a todas aquellas que lucharían contra fieras y ladrones para robar un poco de nosotros.
ResponderEliminarComo siempre precioso ♥
Carolina
Hola Caro! ..
ResponderEliminarWooow que fragmento el de hoy. Por qué? Te ha pasado algo ultimamente?. Creo que la peor enfermedad que hay, es la que te cuasan en el corazón, sobre todo las personas de tu entorno. Ese estado que describis yo lo vivo a menudo y es terrible. Da miedo porque sentís como una parte de vos se apaga por la decepción. No?
Los que confiamos siempre somos los más lastimados, los más fragiles porque somos de alma pura. Pero que no te desanimes, mi lema es "De los golpes se hace el guerrero" y yo me considero eso, y seguro vos lo sos también porque no estarías haciendo esto.
Un beso!
Me he sentido identificada con tu texto, por eso te digo que todo tiene solución.
ResponderEliminarHe leído un comentario que otros lo pasan peor. Sí, puede ser. Pero los problemas no se deberían de comparar, porque cada cual es distinto y su carga también. Por ello un problema no es mayor que otro, ni más importante que otro.
Tampoco quiero decir que nos hagamos los mártires con cada cosa que nos pasa, sino que veamos el problema desde otra perspectiva e intentemos solucionarlo.
Al fin y al cabo todo tiene solución, menos la muerte. (Pero de esto último, no nos libramos nadie)
Así que ánimo.
un besooo
Me gusta la manera en que escribes =)
ResponderEliminarsaludos
¡Hola! Odio sentirme de esa manera, pero no quiero rendirme y conformarme con que estoy "destinada" a caer siempre, porque no es así.
ResponderEliminarBesos.
Es muy posible que el ser humano en su deambular por el mundo, se haya sentido como se siente la protagonista de este relato. Y ahora podemos empezar a hablar de los argumentos que hay para combatir la enfermedad de los soñadores. Pero olvidaríamos algo importante, que los soñadores sueñan eternamente y los sueños, sueños son en la Vida es sueño.
ResponderEliminarY una vez más, un texto que consigue meterte en una burbuja casi metafísica, que consigue mantener la tensión y empatizar ya no con el personaje, sino con las cosas que dice. Porque recordamos haber sentido así y ahora, con una lección aprendida, nos creemos con la potestad de poder emitir un juicio sin tener ni idea de que la tortilla puede dar la vuelta en cualquier momento y entonces, esas palabras que ahora decimos a esa persona, ese tiempo que sabemos que es la cura de los males, a nosotros mismos no nos sirve de nada. Y hablamos como habla la chica del relato, y morimos lentamente, y respiramos automáticamente y no respiramos vida, y no somos capaces de mirar a dos centímetros de nosotros sino que sólo miramos el dolor que no apresa.
El tiempo hará que aprenda a no esperar nada de nadie. El tiempo le enseñará a hacer las cosas por ella y no por nadie, aunque haga las cosas para otros. Pero es algo que tiene que aprender ella y lo que aquí se pueda decir, no va a enseñarle nada.
Un besito, guapísima. Y que tengas un fin de semana lleno de cosas bonitas y sueños cumplidos ^_^.
Reconozco mi sentir en ocasiones, a veces demasiadas...
ResponderEliminarSe reflexiona con tu lectura y te sientes en algún lugar que tu mente proyecta, casi escuchandote más que sola ante la pantalla.
Besos fuertes
tRamos