Chupitos de Ron y Miel

Te elegí. Te elegí temiendo elegirte. Pero ha sido divertido, me equivocaría otra vez.
Recuerdo haber tenido mucho miedo. Recuerdo el nerviosismo. Recuerdo las abejas en el estómago. Recuerdo haber cometido una o dos locuras. Recuerdo haberme mirado al espejo, no me reconocía. Movía la cabeza de un lado a otro negándome a mí misma. Recuerdo haberme reprochado. La vergüenza tiñendo mi cara de rojo. Recuerdo los temblores y las lágrimas. Recuerdo las medias sonrisas. Las mentiras. La sensación de vacío.

Recuerdo que al principio me sentí culpable. Lo lamenté por ella, que era una pobre inocente. Recuerdo que por un tiempo me odié en silencio, pero poco a poco empecé a ser feliz. Recuerdo la sensación de euforia. Recuerdo los besos. Recuerdo los momentos buenos. Recuerdo, haber tomado una decisión, pero no puedo recordar si era o no la correcta...


Roses


Lo que Ima quiso contarme, y yo me negué a escuchar.

Por un amor que comienza otro se acaba. 

Otra escapada 'romántica' más. Que como todas las anteriores no tenía nada de romántica. Pero como siempre... Me daba igual. Nadie se imagina su cuento de hadas como una truculenta historia construida sobre los pilares de la mentira, la manipulación y los engaños. Nadie quiere vivir con un nudo permanente en la garganta y con la idea de que van a descubrir todos los secretos que han forjado el teatro de sus vidas... Nadie busca eso... yo en cambio no tengo ningún problema en hacer mías todas esas cosas... Aquel día iba más distraída que de costumbre, supongo que por eso no noté que había dos vasos en el fregadero, aquello podría haber sido una pista crucial, me hubiese evitado algunos problemas. Tampoco me percaté de que él no estaba tan sereno como de costumbre, parecía estar esperando algo... Por una vez no le dí importancia... Y así me salió la jugada...

Aquello era ya lo habitual, comprobar que no hubiese nadie en casa, correr todas las cortinas mientras yo subía a la habitación tratando de hacer el menor ruido posible. Después subía él, tranquilo como siempre (no le gustan las prisas y a mí tampoco), yo siempre me quitaba la ropa bajo su atenta mirada, se había convertido en una especie de ritual entre nosotros, pero aquel día lo hizo él. Me desabrochó lentamente los botones del pantalón, me levantó la camisa e incluso me besó el cuello. Sentí una ligera sensación de pudor, lo que era tan raro en mí que por un momento me hizo temblar, pensé que perdía el control de la situación... Nada me aterraba tanto.
Debí darme cuenta de que había algo distinto en su forma de hacer el amor, la cama se estremecía más que de costumbre bajo nuestros cuerpos, él estaba más apasionado que nunca y yo quería dar mucho más de mí, pero tenía una extraña sensación en el cuerpo que no me dejaba abandonarme como había hecho otras veces.

Agotados, echados sobre la cama, recobrando el aliento, esperando que el cuerpo recobrase su temperatura normal, oímos como la puerta de la calle daba un fuerte golpe.
Sonido de pisadas subiendo las escaleras, son tacones. Los pasos se acercan, se detienen. Dos golpes en la puerta. Se me hiela la sangre, se me para el corazón, se me seca la boca. Solo puedo pensar que hasta aquí ha llegado mi obra de teatro, el trágico final se acerca y yo he olvidado el maldito guión. El sonido de una hoja pasando bajo el marco de la puerta. Los pasos se alejan, serenos, tranquilos. La puerta vuelve a abrirse y se cierra esta vez sin apenas hacer ruido. Se escucha el motor de un coche, arranca, se marcha. Cada vez se oye menos. Desaparece. Se ha ido, sí, se ha ido para siempre. Aunque siempre es mucho tiempo. Al menos eso dice la nota.
Él no reacciona de ninguna manera, es como si no le sorprendiese. Yo creí que saldría corriendo tras ella, que se disculparía y que ese sería el fin de mi cuento. Pero en lugar de eso vuelve a recostarse a mi lado, me besa la frente, me dice que estoy helada, me echa la manta encima, coge el libro de la mesilla y empieza a leer... Como si nada.

Con mucho esfuerzo consigo hacer que mi cuerpo reaccione de nuevo, reúno las fuerzas que me quedan y empiezo a hablar.

-¿Y ahora qué?
-Podría regalarle rosas, veinticuatro rosas de despedida.
-¿Veinticuatro rosas? ¿Por qué veinticuatro?
-Una por cada vez que he acabado en la cama contigo-Dice, locuaz, como siempre ha sido y me sonríe.
Lo que más me sorprendió fue que llevase la cuenta de nuestros encuentros, yo no había tenido el valor de numerarlos por miedo a que el número me sobrepasase y fue entonces cuando caí en la cuenta.
Por fin lo entendí. Lo entendí todo. Él nos descubrió. No fue un error mío. Yo no cometo errores. Él sabía que ella llegaría antes de lo previsto, pero no me dijo nada. Lo había planeado... Pero, ¿Por qué? ¿Acaso quería que ella lo abandonase? ¿Quería estar conmigo?

Y ya que la lógica se había desvanecido y no quedaba ni un ápice de integridad en aquella habitación. Decidí que de perdidos al río. Me lancé en brazos de la locura, lejos de los frenos de mi carcelera, Realidad, y lo besé. Como siempre había querido besarlo y nunca había sido capaz de hacerlo. Lo besé con fragilidad, con ternura, con dulzura, con inocencia, con ligereza. Un beso cargado del amor simple, del amor del bueno.

Amor de verdad.


Feliz Día de San Valentín, para aquellos que lo tengáis. Yo por mi parte detesto este día.
A algunos de vosotros ya os sonará este texto y es que lo he recuperado de mi antiguo blog Click Aquí para acceder, porque creo que es apropiado para hoy, y lo he adaptado un poco a la historia de Ima.

Toda La Culpa Fue del Aire

Sin darme cuenta aspiré tu colonia, sin darme cuenta, te hice parte de mí. Ahora estoy en clase, y noto como si tu aroma me golpease, y sonrío. Y me giro esperando que estés ahí, pero no. Nunca estás, es imposible. Y es como sentirme a tu lado, aunque de una forma menos feliz. Y es que el magnetismo de tus ojos, la curva de tu sonrisa, las pocas palabras que me has dedicado y que tanto me han encantado... Todo para mí, son pequeños detalles que me marcan.

Y es que tenía tantas ganas de sentir algo de verdad, de abandonar los falsos sentimientos, las sonrisas sintéticas, los besos de silicona. que cuando al fin te tuve enfrente, pisé el acelerador sin saber conducir. Y ahora temo, temo no ser capaz de controlar los frenos y acabar chocando contra un muro de realidad mal dibujado que se vislumbra a lo lejos, o quizá al final de la carretera me esperes tú, dispuesto a enseñarme a querer, a conducir, a frenar y acelerar.

Tal vez me beses como nadie me ha besado... O tal vez muera de desamor en un accidente que yo misma provocaré...



Escucha Mi Historia III

¿Me Ayudas?

Ya sé que estamos en Febrero, amor. Pero este año he conocido un Enero, y se me han quedado cosas en el tintero. Y es que no he podido decirte, que a pesar de que éste ha sido el comienzo de año más frío de cuántos recuerdo, sus manos estaban calientes.

Así que hoy no te dedico la carta a ti, sino a él. A Enero. Porque hace mucho que Mayo se quedó atrás y un Noviembre que vino proponiendo guerra se retiró pronto. Ahora, ya estamos en Febrero, y yo sigo estancada en un mes infinito. Porque sólo sé contar días y tachar números en el calendario.

Hola Enero, o adiós, no sé. No sé si has pasado ya, o si has venido para quedarte, no sé si éste va a ser el invierno más largo de mi historia. Y no sé si quiero saberlo. Tengo la cabeza hecha un lío, y el frío me embota los sentidos, ¿Qué te digo si quién avisa no es traidor? ... No quería pasar de mes sin contarte, que tu frío ha sido cálido y que te mereces más que un puñado de palabras. Pero yo sólo puede ofrecerte un pedacito de esta carta, donde te agradezco todo lo que pudo ser.

Al final, no me quedan días en el bolsillo que regalarte.
Pero quiero que sepas, que sigo buscando.



Y esto es mi vida,
Un Diario de Abordo, amor:

Esos días de Estación en Estación (entre el invierno, la primavera, el verano, el otoño y las de autobús)
De puerto a puerto.
Entre tormenta y tormento.
Temporal, temporal.
Entre autobús y autobús. (TSR).

Opium

Aquel día, Ima se descubrió a sí misma, siendo sincera por primera vez;

Querido desconocido,

Esta historia puede ser la más real y a la misma vez más imposible que he escrito nunca.

Hubo un tiempo en mi vida en que me enamoré, así de repente, sin comerlo ni beberlo, sin esperarlo. Me encontré perdida en unos ojos ajenos, y aquel fue el tiempo más feliz de mi vida, o eso creo yo. Me enamoré de alguien a quién veía en contadas ocasiones. Durante breves momentos. Unos cuarenta o cincuenta minutos que se me escapaban cada vez que él estaba cerca y que me hacían eternamente feliz. Durante una efímera eternidad.

No fue amor a primera vista, porque lo cierto es que lo había visto algunas veces, pero hubo un día, en que, siento, que lo miré de verdad. Así que se podría decir que fue amor a primera mirada.

A partir de entonces, siempre que podía, lo observaba, cada día que se cruzaban nuestros caminos, lo contemplaba ensimismada todo lo que duraba la tormenta (por que así llamaba yo a la tempestad que me invadía por dentro) tratando de capturar cada movimiento, cada detalle. Intentando , inútilmente de averiguar qué demonios me atraía tanto y tanto de él. 

Yo pienso que todo empezó de verdad el quince de Mayo, por eso lo llamo así. Mayo, bueno, por eso y porque no sé su  nombre...

Era un día más, no tenía nada de especial. Y entonces llegó, con su sonrisa, y en un suspiro rompió mis esquemas, hizo acelerar mi mundo y tuve que agarrarme con fuerza para no caerme y acabar con el corazón roto. Desaceleró mi vida y detuvo el tiempo lo suficiente como para que dejase de sentir la tierra bajo los pies. Me mató, me mató con una mirada, como un disparo a quemarropa en el corazón, justo donde se alojan los sentimientos más verdaderos. Y eso sólo con una mirada. Pero fue tan intensa, (tan como el café), que me hizo volver a nacer. Y me sentí nueva. Me sentí más viva que nunca. Y todo eso en menos de un minuto. 

A esas alturas, no podía pensar sin que todo mi cuerpo diera sacudidas alentado por un corazón que latía tan fuerte que hacía imposible la tarea de escuchar mis propios pensamientos (aunque si hubiese podido creo que tampoco habría sacado nada en claro, en aquellos momentos mi cabeza era un amasijo de ideas sin ton ni son). Podía sentir la sangre siendo bombeada a cada rincón de mi cuerpo, me pitaban los oídos, me sentía mareada, anestesiada de una sensación totalmente nueva, ¿Cómo podía, una persona que sólo me había dicho "hola" o "buenas" (no puedo recordarlo exactamente) hacerme perder el control de esta manera? ...

Nada tenía sentido, todo carecía de coherencia. y él seguía ahí, centrado en sus cosas, ajeno a mí, que lo miraba, incapaz de apartar la vista, calándome hasta los huesos de un amor unilateral...
Estaba helada por fuera y ardía por dentro... Creo que me enganché a esa sensación...

Tal vez fue a partir de entonces cuando empecé a buscarlo siempre, consciente e inconscientemente, aunque no lo sé...

De lo que si que estoy segura es que desde entonces, no he vuelto a ser la misma...

Atentamente,

Algún día os contaré por qué lo de "Suspiro", es una larga historia.
Y así fue como Ima escribió la carta más sentida de todas, y nunca, nunca la envió.




Hola a todos mis queridos lectores, hoy quiero pediros un favor muy grande! Estoy buscando personas que tengan más o menos dominio de photoshop o páginas con las que hacer cabeceras, etc... 

Como habréis podido comprobar hace poco añadí la página "Personajes" al Blog y tengo tres principales: Lolita, Bries y la nueva Ima (protagonista de esta entrada), pues bien lo que quiero, lo que me gustaría es tener una bonita imagen de ellas en mi blog. 

Es decir, lo que os pido, es que (si queréis, si podéis), me hagáis una especie de "muñeca" como la que tengo en la cabecera de mi blog que por cierto me la hizo Paula - Un Corazón Bohemio, y que ponga al lado el nombre de cada uno de mis personajes. (Lolita, Bries, Ima Suspiro).
Es decir serían dos o tres muñecas diferentes. Lo haría yo misma, pero no sé por donde empezar, y soy una negada para estas cosas, por eso os pido ayuda.

Obviamente, si lo hacéis, vuestra imagen será publicada en mi blog y haré publicidad del vuestro durante un mes aquí en el mío. (Colocando el banner de vuestra página en la barra lateral e invitando a la gente a pasar).
Si al final se animase mucha gente, haría una entrada especial dejando que vosotros mismos votáseis las mejores y más bonitas)

Os dejo mi correo electrónico por si queréis más información o por si queréis participar:

anabelenzr95@gmail.com

Muchas gracias a todos! Más Información