Soldadito Marinero

¿Piensas en mí como yo pienso en ti? Que te necesito, o al menos quiero saber si te acuerdas de mí cuando no estoy. Quiero saber si paso por tu mente cuando me alejo, si alguna vez te has preguntado por mí.

Tengo miedo de que me olvides, ahora que aún no me conoces, que han sido días de mucho ruido y pocas nueces. Llueve, y me temo que el agua se lleve consigo lo que aún no he sembrado. 
Me embarco en pleno temporal, rumbo a las costas de tu vida, los cabos de tu cuerpo. Ábreme los puertos, que me ahogo en un mar de dudas.

El oleaje, que no me mece suavemente hasta tu orilla. La mar está picada, y me temo que quiera evitar por todos los medios un encuentro que se hace de togar. Acúname en tus playas de arena morena. Paraíso. Paraíso contigo, porque paraíso es donde tú estés. Ya sea en el lugar más idílico de este mundo, ya sea en el propio infierno.

Y que me arrastre la marea, como deben arrastrarse las penas si acaso tú no me quieres. Y que me entierre la mar salada como me enterrarán mis propias lágrimas si un día no me quieres volver a ver.
Que se sequen los mares, como se me seca la garaganta cuando estás cerca. Que lata mi corazón al ritmo del chapoteo de los peces.

Que me quieras, que viajemos, que me mires, que me retengas.
Que los mares, se nos van a quedar pequeños.


Volviendo a empezar. Volviendo a ti

El corazón que late en el cielo de la boca.
Y la boca seca.

Los ojos llenos de brillo,
y el brillo de labios.

El cielo vacío de estrellas,
y las estrellas en tus ojos.

Yo que no sé de poesía,
Y la poesía que eres tú.

Pero curiosamente de ti se mucho,
y mucho te quiero.