Yo ya me he acostumbrado a tus excusas, a mover a tu gusto las estaciones de mi vida para acomodarme a tus temperaturas. Si tú estás frío, yo te llevo el calor de verano. Siempre haciendo y deshaciendo a tu placer. Pero hoy ya no, porque me he cansado. Porque simplemente no me apetece seguirte la corriente. Tus ríos se me han quedado pequeños, y me voy a buscar otros mares. Porque yo no tengo nada que perder, y tú me has perdido a mí. Pequé de ilusa hace tiempo. Caí con la misma piedra en doce ocasiones más una, y ya que me he levantado, que no me quedan huecos en el cuerpo para más moratones. Me voy. Lo dejo. Dimito. Abdico de ti, no me vuelvas a llamar reina. No me susurres al oído, no me acaricies la espalda, no memorices mis lunares, no beses cada una de mis vértebras, no me sonrías.
Y no quiero volver a oirte, porque por cada vez que creía que llegaría mi momento, me llevé un golpe. Y ya estoy harta de sufrir. De esa sensación de que las cosas nunca me van a salir bien. Porque decepcionarme es lo peor que puedes hacerme. Y a ti, te he dejado decepcionarme doce veces más una. A la séptima debí comprender que ésto no tenía futuro más allá del pasado. Ni presentes, ni regalos. A la octava debí haber recogido mi orgullo y haberme marchado. A la onceava... En fin.
Y si me dejas ir, no esperes que vuelva. No es nada personal, simplemente no me oriento bien.
Hasta de ser tonto se cansa uno.
ResponderEliminarLeo una historia llena de la fuerza que no debería de abandonarnos, que debería estar latente en nuestro interior y que no costase trabajo hacerla salir cuando es necesario. Y es lo que ocurre aquí, que ha esperado doce más un desencantos para salir cuando al quinto ya se estaba convencido de que eso no iba a ningún lado. Quizá es a fin de cuentas, uno no termina de asimilar las malas noticias hasta que no tienes un grado de experiencia considerable. Pero ya está llega, ahora el GPS (Gran Pérdida Segura) se ha vuelto loco del todo y el wifi no le llega, y no se actualiza bien pero te lleva a otra parte a la que no le has pedido que te lleve. A recomenzar la senda, a obligarte a mirar de vez en cuando algún cartel para ver dónde están las estaciones de servicio donde descansar, repostar y estirar las piernas. Y quizá aún reverberen las sonrisas del pasado, las promesas que no se cumplieron en quinta y la marcha undécima cuarta aún no ha sido patentada para turismos. Pero ya se está en el recomienzo del sendero y ahora solo hay cielo azul por delante que amaina la tormenta que aún descarga en nuestro interior. Quizá dos estaciones más adelante, encontremos el giro de 180 grados que nos permite un cambio del sentido de la dirección sin lluvias ni truenos. Y eso sí, con una lección más en las cicatrices del corazón que ojalá nos sirva para que en el futuro, sepamos que la sexta velocidad es la última que aguanta una caja de cambios normal.
Leer esto con esta canción es casi tocar el cielo, princesa (reina no me atrevo ^_^). Y sería bonito que siguieras llenando este lugar de textos así porque soñar aquí es muy sencillo.
Un besito grande. Que tengas un día lleno de cosas bonitas y sueños cumplidos ^_^.
Llega un punto en que por mucho que queramos a esa persona, no podemos seguir con ella, porque nos consume demasiado y nos quita la tranquilidad que necesitamos en nuestra vida. Es difícil decir adiós, pero en ocasiones es más complicado quedarse...
ResponderEliminarMe ha encantado, AB, ¡un beso muy muy muuy grande! <3
¡Hola! ^^
ResponderEliminarHay momentos en que las personas se cansan de seguir siempre a otras y estar detrás de ellas, yo a veces me he sentido así y tu texto lo describe perfectamente.
¡Un besito!
Un texto muy hermoso.
ResponderEliminarBesos!
¡Hola! Primero, amo esa canción de Passenger<3. Segundo, el texto me recuerda a la novela fanfiction After. El texto es precioso, a su manera, porque nunca va a ser bonito marcharse, claro.
ResponderEliminarTercero, deberíamos de aprender a la segunda, no a la doceava más una...
Besos.
Hola Ana!
ResponderEliminarBueno.. que decirte. El texto muetsra mucho dolor y decepcion por esa persona que tenemos al lado. Lo que pienso es que no podemos estar siempre con los seres que quereremos y hay que resignarnos a perderlos si son tóxicos.
Un beso.
Parece que hemos escrito ambas sobre aspectos parecidos...
ResponderEliminar"No me oriento bien". Qué buena.
ResponderEliminarLo cierto es que esto que cuentas se da, no solo en las relaciones de pareja, sino también en las de amistad. Tiene que haber cierto equilibrio.
Igual en las amistades sólidas se da el altruísmo puro y duro, y no importa si no recibes nada a cambio, pero creo que eso raras veces se da.
Besos grandes.
Precioso, "tus ríos se me han quedado pequeños, y me voy a buscar otros mares". Me encanta esa frase y la forma en que transmites tan bien cada sensación y cada sentimiento. Increíble. Una vez más me dejas sin palabras.
ResponderEliminarUn beso
No sabes el texto combinado con esa canción resulta muy triste.
ResponderEliminarSaludos