Los Ojos de Poe II

Capítulo II. Mi Annabel Lee.

Fue hace ya muchos, muchos años,
en un reino junto al mar,
habitaba una doncella a quien tal vez conozcan
por el nombre de Annabel Lee;
y esta dama vivía sin otro deseo
que el de amarme, y de ser amada por mí.

Su nombre real, no era Annabel Lee, así la llamaba yo, ella me odiaba por ello. Me pedía por favor que no le escribiese poemas con ese nombre que no era el suyo, me suplicaba que no gritase ese nombre mientras hacíamos el amor. Pero a mi me daba igual. Creo que un tiempo llegue a olvidar como se llamaba, y por eso me tatué en la mente que su nombre era Annabel Lee.
Acababa de publicar mi primer libro de poemas, "Los Infiernos Fríos", un amigo que tenía una librería me invitó a firmar ejemplares. Estaba ilusionado, pero a medida que fue avanzando la mañana iba descubriendo que mis poemas no gustaban, que era un incomprendido. Estúpidos analfabetos que no saben apreciar el arte. No me malintérpreteis, no soy un subido, ni un altanero, no es que me crea mejor que nadie. Simplemente sé que soy bueno. Muy bueno, y me molesta que no sean capaces de apreciarlo...
Entonces ella entró por la puerta, con su piel morena, y su pelo cobrizo. Con sus ojos cristalinos y su sonrisa como una brisa de verano. Olía a mar, a agua salida, a frescura. Y llevaba mi libro entre los brazos, se acercó a la mesa y me saludó casi eufórica. El contraste era evidente, mi piel pálida,  mi aspecto mortecino, y ella que parecía tan viva.
Ese mismo día, ya empecé a rebautizarla, conociendo de antemano mi obsesión por Poe, se sintió alagada cuando al firmarle el libro, mi dedicatoria fue "A mi Annabel Lee", entonces y haciendo gala de todo mi ego. Sacando a pasear lo descarado de mi persona, la invité a comer. Sin otro propósito que el de enamorarla para siempre. Y bajo pena de parecer un presuntuoso, lo conseguí. Con tres versos de baja calidad ya la tenía en el bolsillo. 
Quiero pensar que me enamoré de ella, porque me hacía sentir algo en el estómago, y no, no eran nauseas. Me portaba medianamente bien con ella, todo lo que me permitía mi extremado egoísmo, y mi necesidad obsesiva por ser el mejor en todo. Nunca le dije que la quería... Y le fui infiel en más de una ocasión. Pobre, ella no se lo merecía... Es la única mujer decente que he tenido el placer de conocer, las otras no eran más que trozos de carne para mí, aún así no lo dudé a la hora de enterrarlas entre mis sábanas, ¿Qué dice eso de mí? Nada bueno, seguro.
La última vez que se me ocurrió acostarme con una desconocida, ésta era una morena despampanante, muy risueña y que decía adorar mis libros, creo que era un poco estúpida, pero aún así no parecía como el resto de guarras que había metido en mi casa en otras ocasiones. Ésta, era distinta, quizá por eso fue la indicada... Mi queridísima Annabel Lee volvió demasiado pronto de su viaje... Quería darme una sorpresa, y fui yo quien se la dio a ella cuando me encontró retozando en el sofá con aquella desconocida...
Me duele la garganta, no se si es el cáncer... o son los recuerdos... Sus ojos se llenaron de lágrimas en cuestión de segundos, me arrojó el paquete que llevaba entre las manos estrellándolo contra la pared, sonó como si se resquebrajase en mil pedazos, pero en realidad no sé que le pasó, porque jamás lo abrí. Sigue en mi estantería, intacto, salvo por las abolladuras que sufrió en su aterrizaje forzoso contra la pared. Ella me gritó que no quería volver a verme. Y desde aquel día no he vuelto a saber nada de ella... De mi Annabel Lee...

María... Así se llamaba.






PD: Quiero a gradecer a Ana Isabel por nominarme a un nuevo  Premio. Muchas Gracias de verdad <3

8 comentarios:

  1. La cabecera es un comienzo perfecto para esas leyendas que se cuentan de noche a la luz de un fuego en una aldea olvidada por el futuro. Te confieso que ha sido leerla y poner los sentidos atentos para ver qué ocurre con Annabel Lee y su deseo de amar y ser amada por una sola persona.

    A mí me seduce la idea de un nombre en clave que la persona que amas y tú entendáis. Bueno, quizá sí resulte violento que cuando se intima y más cerca se está el uno del otro, escuchar otro nombre. La mente para eso es muy traicionera y a veces impredecible en su comportamiento y reacción. "Los infiernos fríos". Un nombre sugerente, sin duda. Pero no es que a la gente no le gusta la poesía, es que simplemente, no interesa hasta tal punto que la gente piense que merece la pena gastar lo poco que tienen en un libro de poemas que posiblemente, acaba cogiendo polvo en una esquina olvidada de cualquier parte. Poe, sólo espera a morir, seguro que podrías firmar bastantes más ejemplares en una hora de lo que firmaste en toda tu vida. La poesía sirve para impactar un instante. Y a veces me pregunto por qué callan los poetas. O ¿por qué le escriben a un portero de fútbol? Quizá a ellos le emocionen que haya un hombre que no tenga otra cosa mejor que hacer que recibir balonazos. Y la crítica dicen que son buenos esos poemas. Pero yo no lo compraré. Los poetas callan porque el amor ya está inventado, y en eso tienes mucho mérito. Inventar un nombre, olvidar lo verdadero, es reinventarse, aunque veo que el efecto no es el que tú querías. Quizá seas incomprendido, o demasiado estúpido como para saltarte a la torera los deseos de ese ser mágico que está a tu lado capaz de llevarte el mar, la brisa, el olor a espuma y contrastar de un modo violento la presencia del fin y que encima, lleva tu libro. Y bastan tres versos... Sí, Poe, creo que eres lo segundo, más que lo primero. Tanto que te atreves a llamar "mi" Annabel Lee a quien tú mismo echaste de tu vida. Habrá que te defienda, y habrá quien piense que es contra natura ser fiel y enterrar la parte instintiva. En la naturaleza vemos cómo el instinto es lo que permite la perpetuación de la especie. Y no existe fidelidad. Pero tampoco existe el calor y la magia de llenar el corazón de brisa, de mar, de espuma y primavera. ¿Qué es mejor, Poe? ¿Hacer muchas cosas con alguien cómplice de ti o hacer lo mismo con muchos alguien? Por eso tenemos cerebro, y Poe, bastante tenemos con la fama de pensantes con el centro del cuerpo para que se agrande la leyenda.

    Pero te daré el beneficio de la duda. Hay alguien de un talento increíble, mejor a nosotros dos juntos, que somos "poetas" de Navidad, hay una palabra que rima y que nos describe bien típica de la Navidad, que está contando tu historia. Siéntete halagado, igual que yo, que voy a conocer tu historia de la mano de una escritura brillante y luminosa. Y cuando sepa algo más de ti, quizá tenga que comerme mis palabras. Pero de momento, cada una de las que he escrito, reflejan muy bien lo que pienso de la gente como tú.

    Y tras este experimento directo a nuestro protagonista, Ana Belén, te digo que estremeces y emocionas de un modo muy hermoso e intenso. Enhorabuena por esa tensión tenebrosa y por llevar a quien te lee a un aire oscuro donde el misterio acecha.

    Un besito muy grande. Y que tengas un maravilloso final del fin de semana guapísima.

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  2. Me has dejado anonadada. Aprecio cada una de las palabras de tu historias y no le puedo sacar ninguna pega. Creo que eres una gran escritora y que no deberías desaprovecharlo.
    Un gran abrazo, y cuando escribas el próximo avísame porque estaré encantada de leerla :)

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  3. Me he quedado sin comentarios, la verdad es que este personaje me crea sentimientos encontrados

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  4. Tu texto me ha dejado frio, helado, con un profundo vacio en el estomago, me he sentido super identificadi on el texto y tengo miedo de que tu texto se convierta en mi desdicha. Muero de miedo ya que estoy ilusionado con un chico al cual no creo gustarle ni un poco h no he salido de la maldita friendzone.
    Mi vida es una complicasión un abrazo fuerte y como dicen tus textos son geniales escribes muy bien.

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  5. Qué cruel.. he odiado a ese personajes.. realmente admiro tu habilidad para los textos <3

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  6. No tengo palabras, escribes de maravilla esta historia promete por tal y como la narras y por los personajes que la componen, sinceramente este capitulo me a dejado impactada. Y sobre todo por el misterio de Annabel Lee y por la historia que el protagonista nos recuerda.

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  7. Preciosísimo, me ha encantado tanto este como el primer capítulo. Pareciera que fuese el mismo Edgar con su perfecto egocentrismo. Me he quedado muda con tantas oraciones tan originales como esta "Con tres versos de baja calidad ya la tenía en el bolsillo".
    Supongo que ya sabrás que me fascina tu manera de escribir :)

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    1. Pd. Desde que leí el nombre de Annabel Lee (hace solo pocos años) lo he amado ♥ se lo pondría a mi hija. Si llegara a tener, claro!

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