Si estáis esperando a que una mañana me levante enamorada, podéis ir a buscar una silla, porque va para largo. No me gusta el amor, renegué de él hace tiempo. Abdiqué de él cuando me nombrasteis "Reina" de vuestras vidas. Algunos preferísteis llamarme "Princesa", y también renuncié.
Puede que un día, alguien o quizá alguno de vosotros, me haga sentir esas mariposas en el estómago, otra vez. Porque lo cierto es que quise una vez, y me salió bien, me salió tan bien que lo dejé antes de que se estropeara del todo. Antes de que se marchitara la flor, la corté de raiz. Puede que dentro de unos años consigáis que escriba vuestros nombres en la arena de la playa, que os dedique cartas. Quizá me acueste soñando con alguien especial y me levante con ganas de verlo. Tal vez lo abrace cada noche, tal vez me sienta protegida en sus brazos, tal vez me haga sentirme única. Tal vez ya haya conocido a ese alguien y aún no lo sepa. Tal vez cuando me despierto abrazando un hueco vacío a mi lado, ya sepa el nombre de ese hueco. Tal vez cuando sueño y después no recuerdo que ha sido, es porque uno de vosotros se ha colado en mi subconsciente. Tal vez el amor esté más cerca de lo que me gustaría admitir.
Pero no esperéis que me enamore por que sí, porque me guste, porque lo necesite. Porque la realidad es clara; no me gusta sentirme dependiente de alguien, no me gusta saber que una persona puede acabar conmigo si quiere hacerlo y confiar en que no lo hará, porque me quiere, porque es lo que se hace.
Porque el amor, hay que ganárselo, y el mío es muy limitado.
Qué directa la verdad. Me parece que siempre buscas esa cara mala del amor, y bueno, ver solo lo malo no es bueno.
ResponderEliminarAl mismo tiempo, esperar al momento adecuado también está bien, no es bueno precipitarse.
¡Un besín!
La verdad es que cuando uno ha sufrido tanto se cansa de creer en el amor. Me ha encantado la frase de "porque lo cierto es que quise una vez, y me salió bien, me salió tan bien que lo dejé antes de que se estropeara del todo", me ha recordado a un capítulo de Cómo conocí a vuestra madre.
ResponderEliminarGenial como siempre, besiños.
Ojala pudiera sentirme así d efuerte ante el amor <3
ResponderEliminarHola! Somos Luna y Silvia y realmente nos ha maravillado
ResponderEliminartu blog, y ese duende con el que escribes. Que cosa más bonita.
Por cierto, el título es *---*
Sería un placer que nos visitaras, y te hicieras seguidora :)
¡Un besito! :)
imaginestars-ls.blogspot.com.es
¡Hola! Vuelves a enamorarme con uno de tus textos. Es increíble como cada vez me sorprendes más. Genial.
ResponderEliminar¡Un abrazo!
Pienso que una forma para evitar que nos hagan daño es hacernos las fuertes y ser duras o no tan sentimentales. La vida da muchos palos y quizá con eso aprendemos a no dejar toda nuestra confianza en ciertas personas por el miedo a qué pasará. Obviamente el amor tarde o temprano acaba ganando y como no, nos deja atontadas perdidas y enamoradas.
ResponderEliminarUn besito.
A raíz del final de tu entrada he pensado que es verdad, que el amor o la felicidad no debería ser depender de otra persona. Debería ser caminar a su lado, poder ayudarse en momentos críticos, pero nunca dejar de lado tu propia esencia, o tu propias metas.
ResponderEliminarY también, el hecho de vivir no significa necesitar constantemente a alguien o a algo. Deberíamos necesitarnos a nosotros mismos y darnos esa confianza de seguir adelante cueste lo que cueste.
Besos
Así se habla, si si. Yo nunca busco el afecto de las gatitas, sé que si llega una que valga la pena sabrá demostrarme que la importo sin que se lo pida. Aunque a veces basta con ganarme por el estómago... meow.
ResponderEliminarMofeta