La Suerte de Trece VII

Capítulo VII.
Día Cinco, Batallas y victorias.

-Doctor Wilhem, tenemos que hablar- Un soldado rubio aparentemente enfadado escruta el rostro del doctor.
-¿Qué ocurre, Teniente Kotler?
-No quiero alarmarlo - Dice mientras saca un cigarrillo y se lo lleva a la boca, hace un ademán y le ofrece uno a Wilhem, éste lo rechaza - Se rumorea por ahí que está usted confraternizando con una judía. - Lo mira esperando respuesta, pero continúa hablando al no obtenerla - ¿No tiene nada que decir, doctor?
-¿Qué espera que diga, Teniente?
-Esperaba una rotunfa negativa por su parte, o al menos cierto atisbo de insatisfacción, pero nada. Frío como una piedra.
-No tengo porque hablar de lo que hago o no con mis pacientes.
-Si, si que tiene que hablar si eso compromete al Führer, o la integridad del régimen.
-Con el debido respeto, lo que yo haga o deje de hacer, no es de su incumbencia, ahora si me disculpa, tengo pacientes que atender.
-Doctor, no quiero ponerme serio - Dice, mientras se quita el cigarrillo de la boca y suelta una gran bocanada de humo- Comprendo que como todo hombre, tiene usted ciertas necesidades... Y que una niñita judía, puede ser... Bueno, digamos que un dulce nunca amarga a nadie. Pero hay muchas mujeres, doctor...
-Eso no tiene nada que ver.
-Vamos Wilhem, ¿Puedo llamrte así, verdad? - No espera respuesta- Conmigo no tiene qué fingir, yo también he tenido algún que otro roce con judías, son un poco reacias, pero ¿A qué hombre no le gusta que se resistan un poco?
-Teniente, será mejor que se calle.
-¿No quiere compartir a su judía, doctor? - Rompe a reír.
Una oleada de ira abate al doctor que pierde el control. Cierra el puño con fuerza y le asesta un golpe al teniente en la mandíbula. La propia inercia hace que caiga al suelo, el hombre sin creérselo del todo, se lleva la mano a la boca, está sangrando. Se levanta de mala gana, y agarra al doctor por el cuello de la bata blanca.
-¿Es qué ha perdido el juicio, Wilhem?
-Puede ser, Teniente Kotler.
-Debería bajarte esos humos, pero esta vez lo dejaré pasar.- Escupe al suelo, su saliva está teñida de rojo por la sangre. - Wilhem, nos conocemos desde hace mucho pero la próxima vez que me agredas a mí o a cualquiera por defender a esa judía...- Hace una pausa para pensar bien lo que va a decir- Te meteré una bala entre los dos ojos. Aunque antes te haré ver como todos mis soldados violan a tu puta. - Lo suelta del cuello y se quita las arrugas del uniforme. - Volveré la semana que viene.
-La semana que viene será tarde- Masculla el doctor en un susurro casi inaudible.
-¿Qué ha dicho, Wilhem?
-Nada, teniente- El hombre lo deja estar.
-Ahora me marcho, hasta la vista doctor - Dice y acto seguido realiza el saludo - "Heil Hitler" - El doctor lo imita.
Ha estado cerca de morir, y ya es la segunda vez en un par de días. Pero no tiene miedo, no va a permitir que nadie hable mal de Trece porque ella no lo merece. Porque se enfrentaría a todos los Tenientes, Sargentos y soldados que se le pusieran por delante sólo por ella. Que quizá el doctor empieza a sentir más de la cuenta y no hay cura para eso. Quizá algún día alguien descubra la vacuna contra el amor, hasta entonces habrá que aprender a lidiar con ello.
El hombre mira al suelo abatido, y una voz lo saca de su ensimismamiento.
-Doctor, es decir, Wilhem... ¿Va todo bien? - Digo y me acerco despacio.
-Trece... Si, todo bien. Es sólo que el Teniente Kotler, puede ser muy pesado. - Se suaviza la expresión de su cara e incluso sonríe - ¿Qué te parece si entramos en la casa y comemos algo?
-Claro - Sonrío sin saber muy bien qué hacer o decir.
Me dejo llevar y lo agarro del brazo, él me mira extrañado y sonríe. Me besa en la frente de forma cariñosa, me echa el brazo por encima y me acerca todo lo que puede. Me aprieta contra si y noto el calor que desprende su cuerpo, es como si me quemase, es agradeble. Me gusta esa sensación. Me engancha.
-Ni lo de Romeo y Julieta fue tan difícil - Dice  y vuelve a besarme en la frente.
-Nadie dijo que fuera fácil.
Me mira. Me acaricia el pelo. Sonrío, un cosquilleo me recorre todo el cuerpo y siento como se me eriza la piel debajo de la ropa.
-¿Qué te apetece para comer?
-Cualquier cosa me va b... 
Antes de poder acabar la frase noto que me abandonan las fuerzas, creo que empiezo a moverme de un lado al otro, pero no estoy segura, no puedo mantener el equilibrio y pienso que estoy a punto de caerme al suelo, pero algo lo evita. Es Wilhem, me llama por mi nombre, me grita, está esperando que le responda y quiero hacerlo, pero no puedo, los músculos no me responden, no me sale la voz. Intento mirarlo, quiero que se calme, pero no consigo girar la cabeza. Aún así noto como me levanta, ahora sé que me lleva en brazos a alguna parte, me pesan los párpados y no puedo detenerlos. Tengo los ojos cerrados y sólo oigo un murmullo, no recuerdo nada más a partir de ahí. Creo que perdí el conocimiento, porque cuando desperté estaba en la cama y él me sujetaba la mano como si temiese que fuese escaparme.
... A estas alturas, no lo haría aunque pudiera.


PD: Mañana nueva entrega de "Correspondencia Ajena".
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7 comentarios:

  1. Ay, jope, no nos puedes dejar así, no, no, es demasiado cruel dejarnos con esta intriga :O
    Me encanta el doctor, y el simple hecho de haberla defendido delante del teniente dice mucho de él. Nunca me ha gustado el número trece, pero le estoy cogiendo cariño...
    De verdad, AB, me encanta esta historia, y encima la manera en la que escribes hace que enganche aún más :)
    ¡Un beso muy muy muuy grande! <3

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  2. El enganche que llevo con este relato creo que no es normal jajajaja. Al igual que Trece se ha picado con Wilhem, yo me he picado con esto.
    Un besito.

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  3. Aisss no nos dejes así!! ME encantan tus relatos <3

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  4. Hola, haré algo que no suelo hacer, que es comentar sin haber leído una entrada completa, pero tras leer un poco, he parado y he decidido leer desde el principio y comentarte cuando tenga la suficiente información para hacerlo con criterio. Lo que te digo desde ya, es que escribes muy bien y mi enhorabuena por ello.

    Un besito ^_^.

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  5. Y sigues enganchándonos a todos. Te esperaremos a ver qué pasó con Trece...

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  6. wow!! Me encanto como todo lo que escribes :)

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  7. Mira que... yo directamente habría mentido para evitarme esos embrollos jajaja. La verdad es que me está dando miedo cómo acabará esto. Mucho, demasiado miedo.
    A ver qué pasa la semana que viene.

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