Capítulo II.
La Promesa.
Llevo un vestido de color azul celeste. El viaje ha sido largo. Tan siquiera sé donde estoy. El doctor me dijo que íbamos a un sitio seguro. Me produce cierta tranquilidad estar con él, aunque no termino de confiar. El coche se detiene. Estamos frente a una casa enorme. Un soldado me grita que baje de una vez del coche, lo miro con odio. Se me acerca y me abofetea la cara.
- ¿Qué demonios está haciendo?
-Doctor Wilhem, esta sucia judía se cree demasiado- Trata de excusarse el soldado.
- No le faltes el respeto a mi protegida, y no vuelvas a tocarla o me encargaré de que pases el resto de tus días en un calabozo. Sabes que puedo hacerlo que lo haré. - Me mira - ¿Estás bien, Trece?
-Mi nombre es Anava. -Es lo único que consigo articular.
Me mira a los ojos y sonríe compasivo. Como si quisiera explicarme que Anava murió para siempre. Que ahora soy Trece y que probablemente lo sea para el resto de mis días. Desde entonces no volví a repetirme que mi nombre real era Anava, ni tampoco que tuviera diecinueve años.
Pasaron unos días. A penas salía de la habitación que tenía asignada, era bonita, me gustaba la soledad de aquel enclaustramiento voluntario. A veces el doctor venía a verme, me ofrecía un paseo, me instaba salir al jardín a que me diese un poco el aire, pero yo me negaba. Me había regalado un bonito cuaderno y pasaba la mayor parte del tiempo escribiendo en él, me gusta mucho escribir.
Ese día entró en mi habitación después de dar dos golpes y sin esperar mi respuesta. Lo miré desde la cama, estaba bajo el marco de la puerta mirándome con semblante serio, supuse que esperaba que le dijese algo, pero me mantuve en silencio.
-Trece... -Se detuvo.
-¿Si? - Sé que debería ser más amable con el hombre que me salvó la vida, pero no me salía más cordialidad que esa.
- Hoy empezamos las pruebas- Parecía disgustado. Se acercó a la cama y colocó una especie de vestimenta de hospital - Póntelo, te espero fuera.
Salió sin decir nada más. Yo obedecí, y a los pocos minutos ya estaba fuera. Aquella indumentaria a penas cubría mi cuerpo, pero me daba igual, era de una tela muy fina que no abrigaba nada, sentí frío. El doctor me condujo a una habitación con las paredes muy blancas, una camilla del mismo color, una silla, una mesita auxiliar y muchísimos aparatos médicos, además de probetas y tubos de ensayo. Cuando, estando a solas, me tumbó en la camilla, sentí pudor por primera vez en mucho tiempo.
Comenzó a reconocerme con cuidado, me hacía preguntas cuya respuesta ya sabía, me tomó la temperatura, después el peso. Comprobó que todo estuviera en orden y comenzó a mezclar cosas que yo no veía en una probeta.
-¿Qué es?
-No lo entenderías - Respondió.
El silencio volvió a reinar en la habitación. Yo miraba hacia arriba, abstraída pensando en qué escribiría cuando volviese a la habitación. Imaginando como sería mi vida de no ser judía, de no haber nacido en aquella época.
-¿Cuándo podré volver a la habitación?
-No lo sé... - Suspiró - Trece, ésto podría matarte - Dijo sosteniendo una jeringuilla en la mano. La aguja brillaba y una gota del líquido que contenía corría hacia abajo. Pensé que en cuanto me clavase eso miles de reacciones se desatarían en mi cuerpo y tal vez lo último que viese antes de morir sería su cara, se me erizo la piel. - ¿Tienes frío?
-No es eso.
-¿Qué es?
-No lo entenderías.
-Trece...
-Me matará al instante.
-Quizá en unos días, quizá tan siquiera te mate, te aseguro que pensé que serían fármacos menos peligrosos, no pensé que esto podría ser así... ¿Tienes miedo?
-Si, tengo miedo, pero no tengo miedo a morir. Tengo miedo de dejar esta vida sin saber lo que es enamorarse, sin...
-¿Sin qué? Continúa.
-Sin que me hallan besado con amor.
-En eso no puedo ayudarte, pero puedo hacer algo.
Lo miré inquisitiva, no sabía lo que quería decir. Y tampoco sabía porqué le había dicho todas esas cosas, realmente jamás las había pensado hasta ese momento. ¿Había necesitado saber que estaba a punto de morir para darme cuenta del miedo que tenía? El doctor comenzó a acercarse, soltó la jeringuilla, me agarró el rostro con mucho cuidado, enredó sus manos en mi pelo y me besó. Y yo me dejé besar. Cuando se separó de mí, yo estaba hecha un lío, y podría decir que él también. Sin mediar palabra cogió la jeringuilla y la clavó en mi cuello. Hice una mueca de dolor.
- Lo siento.
- ¿Por qué me has besado?
-Quizá te parezca una locura, la verdad es que lo es. Este beso no era un beso de amor, ni mucho menos, pero tal vez pueda serlo.
-No te entiendo.
-No sé como va a reaccionar tu cuerpo al fármaco, pero te propongo algo. Yo tampoco me he enamorado nunca, y quiero aprovechar cada día a tu lado para enamorarte, conseguir que me quieras, conseguir quererte.
-No elegimos de quien nos enamoramos, y tan siquiera la muerte puede cambiar eso.
-Mírame a los ojos, y dime que cuando me viste por primera vez no sentiste algo. Cualquier cosa, como si se destapase algo dentro de ti que no sabías que existía.
- Yo...
-A mí me pasó contigo y por eso estás aquí. No tienes nada que perder, porque...
-Ya lo he perdido todo - Lo interrumpí - ¿Qué propone doctor?
-Llámame Wilhem y te prometo que tendrás el amor de tu vida.
Iluso. Pensé.
Menos mal que no has esperado hasta mañana para publicar el nuevo capítulo.. ¡porque estaba deseosa de leerlo! Sin duda es una buena historia y una muy buena candidata en el concurso. Sigue así guapa, un muack ♥
ResponderEliminarhttp://wildbitte.blogspot.com/
MADRE MÍA. Que interesante se ha puesto.. Sube pronto el siguiente capítulo jajaja.
ResponderEliminarUn besito.
Encontré tu blog y dije; whoa, es precioso. Te estoy siguiendo, ahora voy a leer los capítulos, un besote, nos leemos.
ResponderEliminarAuuuww!
ResponderEliminarMe acabo de dar cuenta que te escribí esta mañana pero blogger no mandó mi mensaje al blog, de que me había gustado mucho el capítulo, la verdad es que no me lo esperaba así. Tengo curiosidad por ver donde acaba esta historia, me ha gustado mucho.
ResponderEliminar¡Un besín!
Hola cielo ! me parece perfecto este nuevo proyecto de novela. El primer capitulo no lo leí, así que hoy me e puesto al día. E de decirte que enhorabuena tiene muy pero que muy buena pinta es más el nombre me encanta. Mi numero favorito es el 13 por muchas tonterías que se digan de el ami siempre me a dado buena suerte. Espero el siguiente con muchas ganas un besitoo♥
ResponderEliminarMe quedo por aquí, y ahora mismo me pongo al día con las entradas :)
ResponderEliminarMiss Carrousel
Estoy deseando leer el próximo capítulo, me ha encantado. Sigue así, un beso guapa ♥
ResponderEliminarwooooooow! tendré que leerme el capitulo uno y luego volver a leer este porque me ha encantado. Me quedo por aquí :)
ResponderEliminarExcelente relato. Un beso y nos leemos la próxima
ResponderEliminarEstá muy bien, creo que armas muy bien los diálogos. Leí los dos capítulos. Sigue escribiendo. Un beso :)
ResponderEliminarMadre mía, qué fuerte! astyhgfds Necesito saber cómo sigue, no me esperaba para nada algo así :O
ResponderEliminar¡Un beso muy muy muuy grande! <3