Descubrí en el mismo día lo mejor y lo peor. No tuve tiempo para hacer balance porque cuando al fin decidí que no era lo que deseaba, me encontré con que era todo lo que había estado buscando. Y pienso, pienso luego existo, y pienso que existo porque debía conocerlo. Porque si hay un destino, y yo creo que lo hay, quería que nos conociéramos, quería que yo cometiera un error con él. Quería que callera de bruces contra su sonrisa, me ofreció una manzana envenenada y me dio la opción de morderla o dejarla pasar.
Y yo quería saber que se siente cuando la ponzoña te recorre el cuerpo, yo quería notar como me arde la sangre y sufre el corazón. Yo quería quemarme con el fuego ajeno. Quería perder, aposté al negro. Hice trampas contra mí misma. Porque no merecía ganar, no merezco mi suerte. Porque me encapriché del premio de consolación.
"...me encapriché el premio de consolación"
ResponderEliminarUn a frase muy buena que da mucho en qué pensar, eh?
Maravilloso texto!
Un abrazo y pásate cuando quieras :3
aww como siempre buenísimo <3
ResponderEliminarLas sensaciones que me transmites cuando leo tus textos son únicas, la mayoría de la veces me pones los pelos de punta.
ResponderEliminarUn besito.
Hay veces que nos engañamos con la mentira porque es más dulce que la verdad, lindo texto, un abrazo enorme:)
ResponderEliminarme gusta esa sensación que deja el relato
ResponderEliminarde anti héroe.
enhorabuena!!!