Guárdalos en una caja, tíralos por la borda de tu vida. Hazles caso omiso. Píntalos y cuélgalos de la pared. Crea una escultura de mi amor eterno. Una estatua desgastada con los versos que te escribí. Mis sábados están dedicados a tus sonrisas, a tus miradas. Miradas que no pertenecían a nadie, pero que yo quise hacer mías. Sonrisas que significaban mundos. Que ya no quiero los sábados, porque tú no estás, por eso te los regalo. Fírmados con un "te echaré de menos cada día". Sellados con lágrimas.
Mis sábados que perdieron la condición de "días felices" en el momento que saliste por la puerta. Se derrumbaron con un ruido sordo, y me quedé recogiendo los pedazos rotos, reconstruyendo el recuerdo para tenerlo siempre. Pero no encontré todos los trozos y ahora mi cuadro está incompleto. Eres la pieza. Eres el recuerdo. Eres mis sábados. Eres lo único que me ha dolido perder.
Cada sábado que ya no tengo, te enviaré un te quiero, un te extraño. Un todo.
Realmente precioso, con gran sentimiento y triste, me ha encantado, es duro cuando estás sintiendo ese vacío tan grande como para no querer ni recordar los sabados...
ResponderEliminarUn abrazo!
Y tal y pienso tras llegar al punto final, creo que algo más que los sábados son de esa persona que salió por la puerta y dejó un puzzle incompleto, una decoración incompleta, un latido a la mitad y una vida... apagada, como si esa bombilla LED que dicen que dura veinte mil horas se hubiera apagado de repente.
ResponderEliminarEl sábado es, quizá, el día de la semana que más interpretaciones tiene. Puede significar una juerga bestial por la noche, puede significar reunión de amigos para un partido (verlo o jugarlo), puede significar una película abrazado a tu sueño o en la soledad soñando que abrazas a tu sueño, puede significar un paseo por la playa escuchado los mensajes del agua y del viento mientras los pies sienten la caricia fría de la espuma de las olas. Y puedes elegir regalar ese día porque el vacío ahoga. puedes elegir escribir un verso en la noche solitaria del viernes, y mandarlo cuando amanezca. Incluso puedes elegir olvidarte del día...
Un besito muy grande, preciosa. Que tengas un buen fin de semana lleno de cosas tan bonitas como tú.
¡Hola! ^^
ResponderEliminarEs precioso, además siempre que leo cosas así se me remueven los sentimientos, puede que porque me identifique bastante.
¡Un beso! <3
Nada como un sábado para sentir las ausensias... gran relato! No tengo mucho más para añadir.
ResponderEliminarUn besito ♥
Hola cielo Buenos dias .. me e convertido en tu lectora . y en tu seguidora . Un beso ! Espero verte pronto en mi blog.
ResponderEliminarUn beso ♥ ! -Diana Jazmin
Pd : Que bello tu blog
Y creo que le regalaste tus sábados porque simplemente ya no eran tuyos. Su presencia hacía que fuesen tuyos, pero ahora no puedes soportar el vacío que te produce tan solo pronunciar la palabra sábado, porque sábado no era solo sábado, eráis vosotros, la perfecta combinación entre tu soledad y la suya, y vuestras sombras abrazándose. Y por eso creo que le regalaste tus sábados, porque sin él ya no eran tuyos, tan solo eran un vacío que te dejaba sin aire y hueca. Le diste tus sábados, pero lo que de verdad querías darle era tu vida.
ResponderEliminarMe enamoran tus textos, en serio. ¿Quién quiere sábados? Rebautízalos, que ese día ya lo usa mucha gente como para poder seguir considerándolo especial. Además, según los nórdicos el día de las mujeres era el viernes. Mientras nos quede el viernes... nos quedarán nuevos cuadros por pintar ;)
ResponderEliminarUn beso!
Duele mucho asociar cosas (música, días, meses, cine, objetos, etc) a una persona. A no ser que te expongas masivamente a ella como terapia de choque, siempre lo recordarás, de una u otra forma.
ResponderEliminarBesos