Todas mis entradas llevan tu nombre. Escrito con tinta invisible, en letra de hormiga. En mi piel hay grabadas cicatrices con tus iniciales. Para no olvidar nunca a quién me hizo más feliz en el menor tiempo posible. Has batido un récord en mi alma y quedará para la historia. Porque nunca nadie me caló tan hondo, porque nunca soñé querer así, porque jamás inventé tantas historias, ni creí en el amor de literatura hasta que apareciste.
Y será como si nos hubiesemos conocido desde siempre. Y aunque no ha pasado tanto tiempo, tengo la sensación de que no te veo desde hace siglos. Porque me has matado de calor en pleno invierno, y ahora mis veranos son fríos sin ti.
Todas las terminaciones nerviosas de su cuerpo habían cobrado vida de repente, tenía la piel de gallina y temblaba, él se acercó;
-¿Frío?- Dijo con una sonrisa mal disimulada.
-No es frío, eres tú- Respondió ella muy seria.
¿Te he dicho ya que me encantan tus historias? Pues me encantan tus historias. Esta sobre todo, no sé, me ha llamado mucho la atención y sin duda me ha gustado una barbaridad.
ResponderEliminar¡sigue así!
¡Un besín!
Esa persona que rompe todos tus esquemas...
ResponderEliminarNos leemos <3
Me encanta tu blog, enserio... no tengo palabras para esta entrada, es realmente increible!!!! Enserio.. buf.
ResponderEliminarTe espero por mi blog,
un beso enorme y no dejes de escribirrrr♥
La melancolía de recordar las ausencias del ahora. Esa persona q lo era todo y ahora ya no!.tan lindo expresado..
ResponderEliminarUn beso Ana.
Creo que a lo largo de nuestra vida vamos a enamorarnos muchas veces pero solo una sentiremos ese 'algo especial' que sentimos cuando alguien nos gusta o es nuestra debilidad y cuando sabes que se ha acabado la melancolía y la añoranza aparece.
ResponderEliminarUn besito.
gracias por compartirlo <3
ResponderEliminarUn texto precioso, como todo lo que escribes, me encanta.
ResponderEliminarUn abrazo!
Y llega el día menos pensado en los que nuestra vida se convierte en una película tan intensa como repentina ha sido la llegada de la varita mágica que la ha transformado. También en un a novela donde el hemisferio es esa persona que pinta el cielo de sol o de nieve en su presencia o en su ausencia. Y aunque no tenga nada ver con este escrito tan cómplice y tan lleno de amor que has puesto, Ana Belén, no he podido evitar formular la pregunta de rigor: ¿Por qué cuando sentimos algo tan grande, pasado un tiempo, no somos capaces de mantener ese fuego encendido la mayoría de las ocasiones? Es una pena que un amor tan grande y bonito se apague por falta de cuidados o quizá, por certezas infundadas sobre la llegada a la meta y la consiguiente euforia de victoria que te invita a descansar descuidándolo todo.
ResponderEliminarPero de vuelta al texto, mi más sincera enhorabuena por la emoción de complicidad tan intensa que transmite.
Un beso grande ^_^.