Perro pequeño y peludo mirando la puerta de salida.
Querido Diario,
Algo está pasando y no puedo entender muy bien que es. Yo estaba echado en mi cama como de costumbre, cuando empezó todo. Oí gritos, y llantos. Corrí hacia la habitación de Luis, el hijo pequeño de la familia, el que siempre juega conmigo. Su padre corría de un lado a otro, con el teléfono en la oreja, parecía alterado. Su madre estaba arrodillada junto a la cama, sosteniendo la cabeza del niño que se retorcia, y se movía de forma extraña. Nunca lo había visto así.
Entonces escuché mucho ruido, una especie de vocina que hacía "Nino, nino" y paró frente a casa. Hombres desconocidos entraron rápidamente con una especie de cama plegable. Yo no ladré. Siempre ladro cuando no conozco a alguien, pero esa vez sentí que no debía hacerlo, presentí que querían ayudar.
Minutos después ví salir a Luis en aquella camilla, no se movía y tenía una especie de tubo de plástico en la boca, su madre lloraba y tenía una mano en la boca, su padre trataba de consolarla.
No me miraron, no me dijeron nada. Como si yo no estuviera allí. Me hubiese gustado saber hablar para pedir alguna explicación, pero eso no pasó.
Y ahora estoy aquí, no se cuanto llevo, pero a puesto que mucho, porque tengo mucha hambre. Sigo esperando a que vuelvan. Que vuelvan todos.
aww qué enfoque más curioso le has dado, pobrecillo .. Gracias como siempre una maravilla <3
ResponderEliminarMi vida probecito! ♥ Me extraña peor me gusta que esta vez te hayas metido en la mente de una mascota! Bello!
ResponderEliminarPor otro lado te comento, estamos buscando reporteras en nuestro blog, si te interesa, visitanos!
Saludos.
En esas situaciones lo que menos pensamos es como se siente o que piensa la mascota de la casa, si sabra que algo no va bien o si por el contrario ve algo normal en eso.
ResponderEliminarUn besito.
Mi vida que tierno, quedo en un segundo plano. Me gustó que hayas protagonizado al mejor amigo del hombre que en ocaciones lo ignoramos completamente!
ResponderEliminarUn beso.
Hola cielo ! como dicen por arriba es un enfoque muy curioso si, pero me gusta alguna vez me e planteado que si pudieran hablar ya no los animales sino cualquier cosa que nos contaría. El árbol de la plaza que habrá visto mil historias de amor, echando de menos algún abuelo que ya no va a sentarse bajo su sombra , nose piénsalo un besitoo♥
ResponderEliminarLos perros saben si algo malo pasa, lo intuyen, lo huelen, y si pudiesen hablar creo que dirían palabras de ánimo y consuelo. A su manera ya te lo dicen, con una mirada, con un lametón, se sientan cerca para que sepas que están ahí y que de alguna forma te apoyan. Es bonito. No somos tan diferentes ;)
ResponderEliminarBesos