Correspondencia Ajena XV

¿Aún no conoces esta iniciativa? Click Aquí

Carta a Alguien que te hizo Daño.
(Puede ser un amigo, un familiar, una pareja, lo dejo a vuestra elección)


Querido Eme,

No me quieras tanto como dices, y quiéreme mejor.  Ya, ya sé que no te llamas "Eme", sé de sobra que tu nombre no tiene tan siquiera esa letra, pero no me importa, como a ti tampoco te importo yo. 
Ahora que te has ido, que tus miradas son más frías, que tus palabras no me reconfortan, ahora que el miedo se apodera de mí cada vez que salgo a la calle por si te encuentro. Ahora que ya no eres mi motivo para sonreír, ahora y solo ahora, soy capaz de volver a escribirte.

¿Te acuerdas de cuando te escribía a diario? No, no te acuerdas, porque nunca te envié ni una sola de mis cartas. Todas las guardo yo, y a veces, en un intento por boicotearme a mi misma, las releo. Y me siento muy estúpida, por todo lo que te dije, todo lo que soñé. Lo que pensé, lo que creí. Estúpida, por ver cuanto te quise, y cuanto te quiero.

Si tan solo pudieras leer, una de esas cartas, tal vez comprenderías, porque me dueles tanto. ¿Sabes? A veces, aún me paseo por las Estaciones, buscándote, aunque no quiera verte. Ahora, cuando atravieso los andenes, me duele el pecho, y quiero llorar. Mis poemas son más tristes que antes, pero siguen siendo tuyos.

Ya no volveré a escribir sobre la belleza de los ojos partos, y la magia de las sonrisas. O tal vez si que lo haga, pero para no olvidar nunca, lo que puede llegar a doler una cara tan bonita como la tuya.

Muñeco, me has dolido en presencia y en ausencia. Y ya va siendo hora de pasar página.

(Casi)Siempre Tuya.


Por todo lo que nos dijimos...

... La Fuerza con que nos Quisimos


Una vez,  me dijeron, que él y yo, éramos como dos bolas encerradas en una caja de cristal; que unas veces estábamos muy cerca, casi nos rozábamos.

Otras, chocábamos frontalmente hasta salir disparados en direcciones opuestas, rebotando una y otra vez con los laterales de la caja. Cargando contra ella el efecto furia de un enfrentamiento como el nuestro. Si volvíamos a coincidir, de nuevo, cada uno retomaba el camino hacia su extremo, tan lejos que el hueco entre nosotros se hacía infinitamente vacío.

En ocasiones, simplemente nos cruzábamos, casi sin notar la presencia del otro a nuestro alrededor, aunque su sonido nos resultase familiar.

Y finalmente, había días, había momentos, en que la fuerza, simplemente, se acababa, y rodábamos despacio hasta el centro de la caja, donde nos besábamos, nos quedábamos quietos, acurrucados el uno contra el otro. Esperando que algo volviese a sacudirnos otra vez.

Creo, que quien me dijo esto, tenía toda la razón del mundo.

Amor, somos como dos piezas de un mismo puzle, y aún, no tengo claro, si encajamos o no.



Novedades


Cómo habéis podido comprobar los que ya conocíais el blog, he introducido algunos cambios en el diseño. ¿Por qué? Bueno, ya sé lo mucho que os gustaba mi antigua plantilla, pero ahora mismo es una de esas que veo en muchísimos blogs. Y después de casi un año estaba cansada, así que ésta la he hecho yo solita, (con ayuda de tutoriales, obvio), y es toda mía.

Pero eso no es lo único que ha cambiado;
- Hay Banner Nuevo.
- suscripción por correo.
- He Cambiado un poco el About Me and My Blog
- Y Correspondencia Ajena también ha sufrido una serie de modificaciones, pero nada alarmante.

Creo que no me olvido nada.
Espero que os guste y espero vuestros comentarios.

Así revientes, Mayo

Y Quiera la Suerte, que nunca Quiera como Te Quise a Ti
(Como te quiero a ti) 

No sólo había dado el primer paso, un primer paso que me había llevado meses dar. Yo corrí por el borde del abismo tratando de cazar unas esquivas mariposas, tentando a la suerte, a la buena y a la mala. Miré a las profundidades, donde las olas chocaban contra las olas afiladas y el viento silbaba una melodía triste. Casi melancólica. Yo tomé aire y preparé mi salto mortal.

Dios... Aún recuerdo como la descarga de adrenalina bombardeó todo mi cuerpo declarándome la guerra. Pensé que me estallaría el corazón, pero de romperlo, ya te encargarías tú más tarde. La vidra abrió diligencias contra mis pulmones, que luchaban con ganas por seguir respirando, pero una parte de mí ya esperaba la ejecución.

Antes de que pudiera tomar una bocanada de aire y que saboreara aquel dulce instante, ya me encontraba en el fondo del mar, había esquivado las rocas, aunque no todas, una parte de mi cuerpo había chocado con alguna, y sangraba, aunque la herida no era visible. Al menos para mí.

No me había dado tiempo a hacerme ilusiones, y ya había toda una manada de tiburones, rodeándome, bailando por encima de mí, mostrándome con altanería sus afiladísimos dientes...

Casi parecía que me sonreían, y como me recordaba esa sonrisa a la tuya...

Lástima, que tú,
nunca,
quisiste darme un buen mordisco.


¡Por fin he vuelto! 
Y esta vez (si dios quiere) para quedarme.
Ya podéis dejar vuestros comentarios, prometo publicar más seguido y responder siempre, siempre, siempre. Muchas gracias a todos.
Pronto volveré con Correspondencia Ajena y alguna que otra sorpresilla más. ¡No os lo perdáis!

PD: Si queréis hacerme un favor, estoy intentando darle algo de vida a mis redes sociales:
Si queréis, podéis y os gusta, este es mi Instagram.

¡Gracias!