Dos Mil Catorce, lo llamaron


Y es que, amor, trescientos sesenta y cinco días dan para mucho. Y para mucho da este corazón que no sabe de frenos. Y ahora echo  la vista atrás tratando de recordar todo lo que ha pasado. Tú has pasado, y no lo sabes. Porque todavía no nos conocemos, porque dos mil catorce abrió diligencias, y en dos mil quince nos espera ejecución.

Mi querido Enero, te siento lejano. Fue un comienzo bastante truncado, mucho que estudiar, una relación más muerta que viva, pero ya sabes lo que dien, ¿No?, lo que mal empieza. Bien acaba. Mi Febrero, creo que no fuiste mi mes del amor, terminó de romperse el fino hilo que nos separaba, llegaron unos exámenes para los que no estaba preparada, y de los que  milagrosamente salí cuasi-ilesa. Y tal vez empecé a respirar, pero aún sentía agua en los pulmones. Mi adorado Marzo, mi feliz cumpleaños, y qué cumpleaños, gracias por aparecer en mi vida, bombón, gracias, porque fuiste mi mejor regalo, y no lo sabes. Pero ya me encargo yo de decírtelo. Mi pequeño Abril, tú tienes muchas cosas, más de las que imaginas, tengo muchos recuerdos contigos, y una noche, el diez, especialmente especial. Y me la guardo como la noche del año, que han sido trescientas sesenta y cinco, y esa está especialmente marcada. Mi amado Mayo, mayo, mi vida, mayo, mi amor, yo no lo sabía, pero un quince, llegó alguien, y un pedacito de mí, se quedó prendado, envenenado, y ese veneno terminaría por infectarme, pero para ello, tendría que llegar el fin de Octubre. Aún así yo te marco como mayo, gracias mayo, porque ahora creo. Creo en ti y en mí. ¿Será real? No sé. Mi Junio guerrero, otro mes de exámenes. Sólo tengo el recuerdo de las idas y venidas, de los nervios, del estrés, de las gaanas de escapar, de mis ganas de verte, de veros Marzo y Mayo. Mi festivo Julio, con su siete, San Fermín, con el último exámen, con el cumpleaños de mi mejor amiga, con uno viaje especial. Con muchas ganas de desconectar. Mi caluroso Agosto, donde vuelve a calentar Marzo, dónde de nuevo otro cumpleaños, otro pequeño viaje. Tantas cosas que recordar, tantos momentos que resumir. Mi Septiembre, el que en otro momento fue mi mes, ahora ya no, ahora el veintiséis suena a roto. Más exámenes, época de redención, de recuperar el tiempo perdido, de superar adversidades... Mi escabroso Octubre, un nuevo comienzo, el reencuentro con los compañeros, con mi Marzo, con todos los que quise en algún momento. Con ellos. Mis tetes. Conociendo a mis niñas, las que siempre están aquí. En el coche. En el bus. Con mi Mayo, que volvió el treinta de Octubre. Que me hizo eternamente feliz. En un viaje breve pero intenso. Con mi cariñoso Noviembre, que empezó con más fuerza que ninguno, que te arrastró hacia mí, la semana más feliz del año. Pero también el que me puso la miel en la boca y me la quitó de golpe. Ay, Noviembre, ¿Por qué tan cruel? y finalmente, pero no por ello menos importante, mi frío Diciembre, que sacó de mí, lo que no pensé que tenía. Todo el cariño que tenía. Todos mis nervios. Mi todo y mi nada, junto en un mes. 

No podría decir cual ha sido el mejor, ni cual el peor. Pero gracias a todos los que habéis pasado por mi vida. A todos los que me hacéis sentir algo, para bien o para mal.

Gracias Dos Mil Catorce, te despido con una sonrisa.
Bienvenido, Dos Mil Quince, dame todo lo del Catorce más uno, cheri.




News

Se acaba el año, amores. Se acaba. Fin.
Y a otra cosa, mariposa.

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Calendario de Adviento XIV

Nochebuena

Por fin es Nochebuena, último día del Calendario de Adviento. Así que os voy a dejar el último texto: ¿Por qué me gusta Nochebuena?

Por el calor de la chimenea, que alumbra una noche especialmente familiar. Por el sonido de las panderetas y las zambombas. Los villancicos desafinados. Los parientes cantando, la cena más copiosa que de costumbre, la casa más viva que el resto del año. Las luces parpadeantes de vivos colores que alegran la vista.
Los abrazos cálidos. Los reencuentros. Las velas de aromas. La risa de los niños. El frío del invierno queda fuera por un día. Sólo uno. Es un día donde las discusiones quedan atrás. Donde no me importa que dijo quién, ni cuándo. Es un día que lo único que importa es que estamos juntos.
Un día donde las ausencias pesan, pesan mucho. Pero las superamos juntos. 

Los regalos. Ese momento especial en el que un familiar, se viste tratando de imitar a San Nicolás, ese momento en que llega a casa y toca la puerta, y los más pequeños de la familia con los ojos brillantes lo miran con más ilusión de la que nunca experimentarán. Ese momento en el que empieza a repartir pequeños paquetes envueltos y lo abres y sonríes. Y dan las doce entre sonrisas, risas, villancicos y demás.

Y entonces dan las doce,

FELIZ NAVIDAD



Calendario De Adviento XVIII

DIY NAVIDAD


TEXTO MÍO.

Aveces Ganas Perdiendo

¿Preguntas si es estúpida la idea de llevar atado al cuello el recuerdo de un amor pasado? Pues sí, es una idea estúpida. Porque cada día, cada hora, a cada paso que des, esa cuerda apretará con fuerza. Enroscada a tu cuello, te tiene presa, te asfixia. Te irá matando. Los recuerdos pesan y las sogas ahogan. Es hora de cortarla, de que alguien te haga olvidar. 

Necesitas que te prescriban una medicina potente. Necesitas que sentencien los recuerdos a otra vida. A una cárcel de máxima seguridad de dónde no vuelvan a salir. Cadena perpetua a todo lo que un día te hizo feliz, condena de muerte a lo que te hizo daño. 

Alguien debería enseñarte a olvidar. Nadie debería juzgarte.



Calendario De Adviento XXII

PELÍCULAS DE MI INFANCIA

Las tres películas de mi Infancia que me alegraban la Navidad:

1. Rudolph, El Reno de la Nariz Roja.
2. Polar Express.
3. Mickey Mouse: La Mejor Navidad.

Texto Mío.

Después de Estar Harta, Me Rendí.

Nuestra versión de la historia es menos romántica, no hay paseos por la orilla de la playa, claro que no, no podemos arriesgarlo todo por un segundo, lo nuestro es amor a oscuras, a ciegas, un paso en falso significa castillos derruidos. ¿Quién cuenta nuestra historia? 

Una vez alguien decidió que la otra debía ser siempre la mala. ¿Por qué? ¿Es que nuestro amor es  menos puro? Somos el margen de la hoja sobre el que nadie escribe, somos un secreto oscuro que nadie debe saber. Nunca seremos la primera opción. Mártires. Lo damos todo, todo por no más que unas horas. Apretamos los dientes cuando él se marcha con ella. Sonreímos a pesar de tener el corazón roto la mayor parte del tiempo. Nos escondemos bajo la indiferencia, el orgullo y el amor propio. Lloramos más que vosotras. Y a pesar de todo nadie escribirá un cuento dónde seamos protagonistas. Sólo madrastras.


Calendario de Adviento XXI

RELATO CORTO NAVIDEÑO.

Capítulo 4: Hoy, Domingo, 19 de Diciembre.

Un Espejo Roto. Siete Años de Mala Suerte. Capítulo IV.
 Epílogo

Se visten y montan en el coche de Aaron, un silencio dulce envuelve el ambiente. Están juntos. Compartiendo un espacio reducido en el coche. Respirando el mismo aire. Y se sienten bien. Porque a veces no hace falta hablar, porque las miradas de reojo se gritan los te quiero. Porque se quieren, y se nota. Para bien o para mal. Vuelven a estar juntos. Y sólo la muerte, podría separarlos.

Los Milagros, no sólo ocurren en Navidad. Pero bien es cierto, que es una época especial. Que invita a soñar. Y así ellos sueñan con un amañana juntos. Un mañana mejor.

Llegan al hospital, sus puertas blancas hacen que él sienta un escalofrío, quiere salir corriendo de allí, porque lo que pueda decir aquel médico, les cambiará la vida. Para bien o para mal.

El doctor Calvin, los recibe con semblante serio. Los invita a tomar asiento y mira con curiosidad a Aaron, después ladea la cabeza hacia Alanna.

- ¿Quién es?
- Aaron...
-Ah, así que tú eres Aaron- Su expresión seria se torna en una leve sonrisa de ternura. Como si entendiese lo difícil que es para él estar ahí. Aunque no tiene ni idea.
- Si, soy yo.
Un silencio incómodo inunda la estancia.
-Doctor, por favor, no se demore... - Dice Alanna.
-Bien, bien... Alanna, tu cáncer de pecho ha remitido del todo...

Nadie sonríe, el doctor ha dejado la frase abiera y eso no es buena señal... 
Contienen el aliento, esperando las próximas palabras de Calvin, cuya expresión es cuanto menos, preocupante. Se miran, se agarran la mano con fuerza y el doctor lo nota. Intercambian miradas. Suspira. Es una agonía interminables.

- Alanna, te quiero, te sigo queriendo. 
- Aaron...
- Vuelve conmigo podemos ser felices, pase lo que pase.
- Te quiero Aaron.

El doctor observa la situación y tamborilea en la mesa tratando de llamar su atención...

- Señores, no me han dejado acabar - Carraspea un poco y mira de nuevo a Alanna - Tu cáncer de pecho ha remitido del todo... - Otro silencio. - Y no hay indicios de metástasis por ninguna parte.  -Una sonrisa.- Siento haber tardado tanto en decírselo, pero tenía la sensación de que había cosas que ustedes tenían pendientes, y no quería romper el momento - Los mira. Están felices. Les brillan los ojos - Feliz Navidad.


Calendario de Adviento XX

Lista de Propósitos De Año Nuevo

1. Conocerte.
2. Enamorarte.
3. Aprobar todas las asignaturas de los dos cuatrimestres.
4. No perder a nadie.
5. Bajar de peso. (El eterno propósito).
6. Ser más decidida.
7. Estudiar cada día. (El eterno propósito, segunda parte).
8. Hacer más ejercicio.
9. Luchar por lo que quiero.
10. Ser mejor persona,

TEXTO MÍO.

Jueves, putas, Jueves.

Se perdían los jueves. Se podían. Se permitían. Se daban el derecho de retenerse mutuamente. Se necesitaban como aire. Se bebían como agua en el desierto. Sedientos el uno del otro. Se ahogaban entre ellos. Se ahogaban sin el otro. Se fumaban. Hasta provocarse cáncer de sentimientos. Se comían a besos. Hambrientos de 'amor'. De un amor distinto. De amor irreal, de amor sin literatura. Se buscaban, se encontraban. Se lo decían todo. Se cabalgaban. Se sentían como no lo hacían el resto de días de la semana.

Cosas de locos, cariño. Cosas de no-enamorados. Cosas que ni tú, ni yo, (aveces ni ellos), entendemos. Amor de mercadillo. Del que se rompe antes de sacarlo de la caja.
Porque eso son cosas que sólo sabe el que vive, y sólo vive el que se atreve.

Jueves, bendito jueves. Amanece, se desayunan en la cama. Se duchan entre besos, entre gotas de agua dulce, se miran, se atrapan. Vuelven a enredarse entre las sábanas. Aceleran  y desaceleran el reloj. Se muerden los corazones, los pulmones y hasta el páncreas. Se re-conocen una y otra vez cada jueves. Cada puñetero jueves.

Como si fueran dos desconocidos, dos personas diferentes cada maldito jueves. Y por fin se vieron un martes, para conocerse otra vez en jueves.
Último jueves. Descubiertos el uno ante el otro. Lo intentaron, pero no encontraron razones para continuar. Como si sus jueves, se hubiesen transformado en lunes. Motivos serios. Ella olvidó el camino a su casa, no supo volver a él. No quiso darse por vencida. Pero después de estar harta, después de luchar, se rindió a los domingos.

Se vieron el martes. Se conocieron el jueves. Y algunas semanas después, un mismo jueves, donde se comieron, se bebieron, se pensaron, se sintieron, se fumaron, se vivieron e incluso se soñaron. Se acabó. O mejor, se acabaron.

Jueves, putas, jueves.



Calendario de Adviento XIX

Carta a Una Persona Especial.


Esta carta no es más que una felicitación. Pero no navideña. Es una felicitación de cumpleaños. A mi manera. Espero que te guste, aunque nunca la leas.

Nos conocimos en octubre, pero nuestro momento sería febrero, aunque yo te llame Marzo... Fuiste algo inesperado, y a veces las mejores cosas lo son. Las mejores personas lo son.
Pensé que quizá con el tiempo, la curiosidad que sentía por ti, remitiría un poco. Que tú dejarías de interesarme y yo dejaría de interesarte a ti. Que tal y como habías venido te irías. O quizá sería yo quien cogiera puerta. Y durante un momento lo creí. Pero eso nunca pasó.

A pesar de mis dudas. De las idas y venidas. De lo poco que sabemos el uno del otro. De lo que seguimos descubriendo. Esto sigue. No sé si hacia delante, o hacia la izquierda, desviándonos un poco del camino, para perdernos entre los matorrales  disfrutar un poco de la vida.

No sé hacia donde conduce el sendero de tu sonrisa. Pero es un camino bonito. Y no me importaría avanzar un poquito más. 
Creo que de verdad vales la pena. Que me equivoqué al desconfiar de ti. Creo que nuestra canción debería ser "Me Equivocaría Otra Vez" de Fito. Aunque no te guste ese tipo de música. Ya buscaré algo de flamenquito... Algún día.

Creo que después de tanto tiempo a la palabra Imposible, se le ha caido el "Im".

Muchas Felicidades, cheri.


Calendario de Adviento XVIII

Diez Cosas Que Me Gustan de la Navidad.

1. Estar con mi Familia.
2. Las Luces.
3. El Frío.
4. Los Torrones.
5. Los Bombones.
6. Las Películas Navideñas.
7. Los Regalos.
8. El sabor del Chocolate al calor de la chimenea.
9. Leer por las noches.
10. Besarte bajo el muérdago.

TEXTO MÍO.

Tell Them All I Know Now

Si estáis esperando a que una mañana me levante enamorada, podéis ir a buscar una silla, porque va para largo. No me gusta el amor, renegué de él hace tiempo. Abdiqué de él cuando me nombrasteis "Reina" de vuestras vidas. Algunos preferísteis llamarme "Princesa", y también renuncié. 

Puede que un día, alguien o quizá alguno de vosotros, me haga sentir esas mariposas en el estómago, otra vez. Porque lo cierto es que quise una vez, y me salió bien, me salió tan bien que lo dejé antes de que se estropeara del todo. Antes de que se marchitara la flor, la corté de raiz. Puede que dentro de unos años consigáis que escriba vuestros nombres en la arena de la playa, que os dedique cartas. Quizá me acueste soñando con alguien especial y me levante con ganas de verlo. Tal vez lo abrace cada noche, tal vez me sienta protegida en sus brazos, tal vez me haga sentirme única. Tal vez ya haya conocido a ese alguien y aún no lo sepa. Tal vez cuando me despierto abrazando un hueco vacío a mi lado, ya sepa el nombre de ese hueco. Tal vez cuando sueño y después no recuerdo que ha sido, es porque uno de vosotros se ha colado en mi subconsciente. Tal vez el amor esté más cerca de lo que me gustaría admitir.

Pero no esperéis que me enamore por que sí, porque me guste, porque lo necesite. Porque la realidad es clara; no me gusta sentirme dependiente de alguien, no me gusta saber que una persona puede acabar conmigo si quiere hacerlo y confiar en que no lo hará, porque me quiere, porque es lo que se hace.

Porque el amor, hay que ganárselo, y el mío es muy limitado.




Calendario de Adviento XVII

Un Libro Para Navidad.

¿Que mejor para Navidad que Cuento de Navidad?
(Click en el enlace para leer el libro).

UNO DE MIS TEXTOS.

All Monsters Are Human

Como no quiero reconocer mis errores me voy. Sin darte explicaciones, claro está. Porque soy lo suficientemente valiente para tomar decisiones, pero tan cobarde como para huir de las consecuencias. Pero no te lo voy a reconocer, porque soy demasiado orgullosa como para admitir que también soy humana, y que como todos tengo defectos y cometo fallos. Tampoco voy a disculparme por algo de lo que soy culpable, para no darte el gusto de saber que tenías razón y yo estaba equivocada. Ni se te pase por la cabeza que voy a reconocer que a veces tengo miedo, ni muchísimo menos que necesito ayuda o consuelo. Que necesito sentir cariño. Me esfuerzo demasiado en fingir que las cosas no me afectan, que no siento nada. No me oirás decir que he perdido el control de la situación, porque aunque sea cierto, prefiero ahogarme en mis propias dudas que pedir que me rescaten.

Humanos; así somos. Es la otra cara de la moneda, la que nadie escoge pero todos sabemos que está ahí. 


Calendario De Adviento XVI

UNA IMAGEN, UN RELATO.


Su amor se consumía a la luz de aquellas velas con olor a naranja y chocolate. Era dulce el olor, y dulce tenerlo a su lado. Era ardiente. Como el fuego que no quemaba. Que era agradable al tacto. Era una sensación nueva y adictiva. Era él. Con todas sus letras. Con su nombre al completo. Era él a quién quería aunque se esforzase en negarlo, era él y eran sus circunstancias.

Era. Si que era. Pero era a medias. Porque no era suyo. Y si lo era. Lo era a ratos. "Como venganza de la buena suerte, o recompensa de la buena vida", erala mitad de lo que deseaba. Y se resignó. O mejor, lo aceptó. Aceptó que aquel fuego que le calentaba los huesos, era sintético. Era un fuego irreal. Aceptó que su "amor", no era más que un placebo de mala calidad que la hacía cuasi-feliz.

Y le bastó. Le bastaban las dosis de aquel pseudoamor barato. Porque lo único que le bastaba era estar a su lado. Por poco tiempo que fuese. Aunque no tenía suficientes horas para disfrutarlo. 

Jugaba con fuego, pero no podía quemarse.
Eso, era lo que más le dolía.

Calendario De Adviento XV

Frases Navideñas 

Yo he escogido estas citas de Charles Dickens para vosotros;

1. El recuerdo, como una vela, brilla más en Navidad
2. ¡Feliz, feliz Navidad, la que hace que nos acordemos de las ilusiones de nuestra infancia, le recuerde al abuelo las alegrías de su juventud, y le transporte al viajero a su chimenea y a su dulce hogar!
3. El dolor de la separación no es nada comparado con la alegría de reunirse de nuevo.

TEXTO MÍO.

Only Miss The Sun When It Start to Snow

Es curioso como cambiamos de opinión dependiendo de como se sucedan las cosas. Había tomado una decisión, me había costado mucho, pero después de mucho pensarlo, había llegado a la conclusión de que la gente no atesora las cosas. Y eso no podía ser.

Yo tenía guardado el recuerdo de una noche maravillosa, una noche que aún me provoca cosquillas en el estómago cuando la recuerdo, una noche que pinta mis días y me eriza la piel. Deseaba repetirla, deseaba con todas mis fuerzas una igual. La soñaba el resto de noches vacías, de noches nulas. De semi-noches en vela. Pero entonces, una mañana desperté y me dije a mi misma, que esa noche ya no volvería, y que tratar de repetirla arruinaría el recuerdo. A veces los recuerdos son lo más valioso que tenemos. Así que tomé la decisión de no tratar de volver a aquel momento nunca más. 

De tan perfecta que fue, debía ser irrepetible. Y me daba pena, porque pensaba que podía haberla hecho más especial aún. Y fue entonces, como si acaso mi paciencia y tu consciencia se hubiesen aliado en una batalla contra mis ganas, cuando recibí tu mensaje. Ahora que había decidido abandonar el campo de batalla sin hacer mucho ruido, tú me incitabas a repetir en tu cama la mejor batalla que había vivido. La que no había dejado vencidos, ni heridos.

Mi batalla de noche. Mi victoria condecorada. Y suerte que no me hice ninguna promesa, porque la habría roto, por otra guerra contigo, sin tregua ni cuartel. 



Calendario de Adviento XIV

Relato Corto Navideño

Capítulo III: Hoy, 14 de Diciembre.
Capítulo IV: Domingo, 21 de Diciembre.

Un Espejo Roto. Siete Años de Mala Suerte. Capítulo II.
Y acto seguido cogió la maleta y abandonó aquella casa. Sin mirar atrás. Llamó un taxi. Y se fue.

No se hubiese arriesgado a pisar la estación... Tal vez él estuviese allí. Trabajaba allí. Iba, venía... Pero a fin de cuentas allí...

- Alanna... ¿Qué pasó?
- Me diagnosticaron cáncer... No quería hacerte sufrir.
- He sufrido de todas formas. Y he sufrido sin ti.
- Aaron... Lo siento.
- Sentirlo no basta.

Las palabras que se decían, no expresaban lo que sentían y ambos se dieron cuenta de eso. Antes de seguir echándose cosas en cara, de decirse palabras que no solucionarían sus problemas. Antes de complicar algo que ya de por sí, era enrevesado... Se acercaron. Se acercaron porque no les quedaba más remedio, porque sus cuerpos se habían estado gritando desde que se vieron. Porque necesitaban tocarse aunque sólo fuese por un segundo.
Y cuando la mano de Aaron se posó con suavidad sobre la de Alanna, la descarga del magnetismo provocada por dos polos tan opuestos, dos polos que se atraen tanto... Explotó. Se besaron.

Se comieron a besos en la estación en la que se conocieron. Se comieron a besos, en el camino a su cafetería. Se comieron a besos durante la merienda. Se comieron a besos en casa. Y se comieron a secas en la cama.

Porque antes de empezar una vez más la guerra que tenían pendiente, antes de acabar una batalla de vencidos sin vencedores, debían presentar una tregua. Porque se seguían queriendo después de este tiempo. Porque no había odio, ni rencor. Porque ya tocaba un poco de felicidad.

- Te he echado de menos - Dice ella recostada en su pecho.
- Yo he tratado de olvidarte cada día... Pero ha sido inútil.

Sonríen y vuelven a besarse. Pero la tregua ha acabado y ya va siendo hora de presentar armas.

- El cáncer no es excusa para que te fueras - Dice Aaron.
-Yo no estoy usando el cáncer como excusa, Aaron, me fui porque no encontré razones para quedarme, porque me sentía demasiado débil para...
- Cobarde...
-¿Qué?
-No te sentías débil, te sentías cobarde. Fuiste una cobarde y no quisiste enfrentarte a la realidad.
- Me enfrenté a mi realidad.
- Y lo hiciste sin mí.
- Porque...
- No querías hacerme daño - La interrumpe con sorna. Pero acto seguido se aplaca - Entiendo, que lo hicieras pensando en mi bien, pero ¿Entiendes tú lo mucho que me duele?
- Si, si y si, y lo siento.

Otro beso. Esta vez, mezclado con algunas lágrimas. De perdón. De arrepentimiento. De "te quiero mucho y no quiero volver a separarme de ti". Besos de verdad. De película. De libro. De Cine. Besos.

- Aaron...
-¿Si?
- Quiero que me acompañes hoy al hospital.
-¿Te encuentras mal?
-No, hoy es mi última sesión de quimioterapia.
-¿La última? ¿De verdad?
-Bueno... si Dios quiere si... Tendré que esperar los resultados.
- De acuerdo, vamos.

Se visten y montan en el coche de Aaron, un silencio dulce envuelve el ambiente. Están juntos. Compartiendo un espacio reducido en el coche. Respirando el mismo aire. Y se sienten bien. Porque a veces no hace falta hablar, porque las miradas de reojo se gritan los te quiero. Porque se quieren, y se nota. Para bien o para mal. Vuelven a estar juntos. Y sólo la muerte, podría separarlos.


Calendario de Adviento XIII

CARTA A ESA PERSONA QUE SE FUE

Es la segunda Navidad sin ti, abuelo. Y tu ausencia se nota. Se nota en nuestras caras, cuando nos miramos en la mesa y la faltas. Se nota en las conversaciones que tenemos, en las risas que ya no se oyen tanto como antes. Se siente en los villancicos que suenan tristes. Se siente hoy más. Porque es tu cumpleaños. Porque no te olvidamos, porque duele. Duele que no estés. Porque cada día te echamos más de menos. 

Porque las Navidades son épocas de familia. Y no es tan familia sin ti. Hay tantas cosas que quedaron por decir, que quedarán por decir. Hay muchas cosas. Muchas que no sabes, que no has tenido tiempo de ver. Tantas cosas que te habrían gustado. Otras tantas que quizá no...
Pero estés donde estés, que sepas que nosotros siempre te querremos. Siempre te recordaremos, aunque nos cueste mirar atrás y saber que no estarás cuando volvamos a mirar hacia delante. 
Abuelo, esta es la segunda Navidad sin ti, y tu ausencia nos quema. Que tu hueco de la mesa, no puede ocuparlo nadie. Que el silencio sin tu risa, es difícil de sobrellevar. 

Que desear que vuelvas, es algo tan normal como imposible. Pero hoy quiero recordarte que te queremos. Mucho. Muchísimo. Y me faltarán días para ser capaz de describir esta sensación. 

Feliz Cumpleaños, abuelo.




Calendario De Adviento XII

GALERÍA NAVIDEÑA.












BORDERLINE

Y mientras el café se enfriaba en sus manos y las lágrimas dejaban surcos borrosos en sus mejillas, descubrió que el jamás la había querido.

Mientras notaba como su corazón se rompía en mil pedazos y se clava dentro de ella. Mientras la sangre luchaba por salir a borbotones de sus maltrechas venas, comenzó a sentir el calor de lo que nunca será. Sus huesos se marcaban de una forma más propia de un muerto que de un vivo, el contacto con su piel era frío, como si ya estuviese muerta.

Ella no moría por él, lo cierto es que se sentía muerta hacía tiempo. Él sólo era su excusa para vivir, su proyecto final, era aquello que necesitaba para poder seguir resirando. Era pequeña, ilusa, demasiado cría para entender la vida más allá de lo que pretendía.

Tenía ciertas tendencias suicidas, pero nadie parecía notarlo. ¿Cómo puede ser que ni una sóla persona se diese cuenta de que deseaba morir? Lo deseaba, pero a la vez no era capaz de llevarlo a cabo. Él no la quería, se lo había dicho claro, su corazón estaba roto, es decir, ya  no existía. No albergaba un solo sentimiento bueno dentro de sí. Solo ira, odio y tristeza. 

Y aún así, a pesar de todo, se esforzaba por parecer normal... Por fingir divertirse, a veces se divertía de verdad. La verdad esque vagaba entre la tristeza más absoluta y la felicidad más extasiante. No tenía muy claro lo que sentía, no sabía quién era y temía no descubrirlo nunca.

Calendario de Adviento XI

PELÍCULAS QUE NO FALTAN EN MI NAVIDAD.

Hay tres películas que me gusta ver especialmente en Navidad y quiero compartirlas con vosotros. 

2. Pesadilla Antes de Navidad (esta película la veo todo el año, pero especialmente en Navidad).
3. Una Vida Para Soñar

Os dejo otro textito.

Si me Concedieras un Deseo
Para Hacerme Feliz.


Da igual la hora, el día, el mes, da igual. La prueba está en haberlo pensado, al menos, una vez al día durante los cuatro meses que no he sabido nada de él. La prueba está en que me he acostumbrado a su sonrisa, a sus idas y venidas. A sus ausencias que escuecen. Que lo necesito, aunque suene fuerte, la verdad es esa, lo necesito, porque me hace feliz con pocos gestos. Fuerzo los encuentros. Porque temo no volver a verlo. Y lo busco casi por inercia. Y ya no me basta con dejar pasar los días, con coleccionar miradas y grabar sonrisas.

A medida que pasa el tiempo, los días, necesito algo más, tratar de avanzar, paso a paso. Superar mi nerviosismo, el que me come cuando le doy los buenos días, quiero controlar mi miedo al rechazo, al abandono y al reemplazo. Necesito apostarlo todo, jugar poco a poco, porque no sé cuando volverá a desaparecer y no quiero creer que no he hecho todo lo que estaba en mi mano para hacerlo mío.
Cada día perdido, es un paso hacia un final premauro que me estrangula a cada paso, que no doy.

Al final se fue... Al final, no fui capaz. Y no sé si tendré una tercera oportunidad.



Calendario de Adviento X

Lista de Reproducción.

Las Canciones que me Recuerdan a Ti.


Espero que os hayan gustado las canciones. 
Aquí os dejo uno de mis textos.

Hay Ranas que Por mucho que Beses Nunca Serán Príncipes.


Yo sé de lo que hablo, he besado hasta los huesos. He querido a corazón abierto. Me he operado los sentimientos y he creído en los cuentos de hadas. Pero  aquella rana, nunca quiso ser mi príncipe. Y yo tampoco soñaba con un batracio como pareja ideal.

De todas formas nunca me gustaron las perdices, y estaba condenada a finales no-felices. No me importa. Puedes irte a tu charca, que yo me voy al bosque, a buscar al leñador, o a cualquiera que quiera darme cariño. Que sepa cuidarme. Que se deje de encantamientos y de hechizos. De besos en la primera cita. Yo no quiero un príncipe, ni una rana, ni un sapo, ni un renacuajo, ni un rey, ni un conde.

Yo quiero a alguien que me quiera, como yo sé querer. Quiero que me mimen, quiero jugar con fuego y que me curen las heridas cuando me queme. Quiero besar bajo la lluvia, y que me besen bajo el sol. Que me dejen la chaqueta cuando esté helada y que me abracen porque sí.

Quiero que te vayas a cazar moscas, porque aquí no tienes nada que hacer.



Calendario De Adviento IX

Carta a Alguien a Quien Echas de Menos.


Recuerdo el anuncio de los turrones... ¿Sabes a cuál me refiero? ... Ese que me aseguraba que volerías a casa por Navidad. ¿Es verdad? ¿Volverás? Te echo de menos... De menos, más. Más que de costumbre. Y de costumbre, ya es mucho...

Navidad, Navidad, dulce. Dulcísima Navidad. Dulce como los besos que te debo. Que nos debemos. Que no nos hemos dado. Que están en depósito esperando a que vuelvas. Que crecen. Besos con intereses elevados. Besos robados. Besos deshauciados que buscan casa. Nosotros se la daremos... En cuanto vuelvas. 
Dulce Navidad, como los chocolates que nos quedan por tomar frente a la chimena. Como los abrazos que nos quedan reservados para paliar un frío que se instala en los huesos. Abrazos con poca ropa. Con ninguna. Abrazos en la cama. Con velas. Con fuego. Abrazos que rompan el cabecero. Abrazos de pasión. Abrazos que no son abrazos pero que se sobreentienden.

No creo que te halla dicho aún, que me encantan las Navidades, pero más me encantarían si tú fueses mi regalo. Que es mi primer año sola, y eso no me gusta. Me asusta. Quiero encontrarte bajo el árbol con esa sonrisa tuya. Y darte besos hasta la próxima nochebuena y así, poder reservar el año nuevo para quererte un poquito más.


Calendario de Adviento VIII

Hoy, en este octavo día de diciembre,  leeremos una página del diario de un niño pequeño.

Querido Diario,

Hoy por fin, es la víspera de Reyes, ya tenía muchas ganas. Mamá no me ha dicho cuál será mi regalo. Espero que sea un perrito. Siempre quise uno. Espero que sea un yorkshire, de esos tan pequeñitos. Lo llamaría Toby, y lo sacaría a pasear todos los días con mamá. Y los fines de semana podríamos ir todos juntos al parque de la esquina, donde van todos mis amigos con sus perros.
Le daría de comer, y jugaría todo el tiempo con él, dejaría que durmiese en mi cama y compartiría mis juguetes. Incluso le dejaría jugar con mi camión de bomberos. También le dejaría comer el asado de mamá, que es el mejor del mundo.

Ojalá los Reyes Magos me trigan a Toby... He sido bueno todo el año, sólo le he tirado del pelo a Marta tres veces, y después le pedí perdón. He comido verduras y he aprendido a recoger mis juguetes cuando mamá me lo pide.
Querido diario... mañana te diré si Toby ha venido o no.

...

Al día siguiente David no escribió en su diario... Estaba demasiado ocupado jugando con Toby como para recordar contarlo.


Calendario de Adviento VII

Relato Corto Navideño.

Capítulo I: Un Espejo Roto. Siete Años de Mala Suerte.
Capítulo II: Hoy,  Domingo, 7 de Diciembre.
Capítulo III: Domingo, 14 de Diciembre.
Capítulo IV: Domingo, 21 de Diciembre
 

Un Espejo Roto.Siete Años de Mala Suerte.Capítulo II.  
- ¿Aaron? ¿Eres tú? - El sonido de su voz lo hace caer en un abismo muy oscuro, y al girarse y mirarla, es como si el sol volviese a salir. Es ella. Es ella, de eso está seguro. Pero... está distinta...
- ¿Alanna? - Sorprendido, se acerca a ella despacio. Con sumo cuidado. Temiendo hacer algún gesto brusco y que ella desaparezca... Otra vez. - Has vuelto - Dice, pero el nudo de su garganta le impide continuar. Toma aire despacio. - ¿Qué te ha pasado?
- Es obvio, ¿no? - Contesta ella, mientras señala el pañuelo de su cabeza.
- ¿Desde cuándo?
-Desde que me fui.
- No me lo dijiste...
- No quería hacerte daño...
-Pues lo hiciste. 
- Aroon, no deberías estar aquí. No deberíamos habernos visto... Tengo que irme.
-No - Dice. Sereno. Más de lo que debería. - Vas a quedarte y vas a explicarme por qué te fuiste derepente, porqué no me dijiste que tenías cáncer y porqué demonios, me merecía ésto.
- No hay respuesta para esas preguntas. Lo hice por que pensé que era lo mejor. Me daban pocas esperanzas de vida, y yo no podía atarte a mí. Tú tenías derecho a ser feliz.
- Eso también me concernía a mí, decidirlo. ¿No crees?
-Aroon, no me lo pongas más difícil.
-¿Difícil? ¿Difícil? Difícil ha sido levantarse cada mañana y no saber de ti. Buscarte en las estaciones, en las calles, en cada maldito autobús que pasaba. Quemar las horas frente a la ventana imaginando que podrías estar en uno de ellos... Soñando con que tal vez un día volverías aquí... Volverías conmigo... Y ahora... Estás. Sí que estás, pero estas distinta. Y no has venido por mí.

Tal vez no era el lugar. Ni el momento. Tal vez ese día jamás debió llegar... Ahora, Alanna echa la vista atrás y recuerda como fue todo. Cuando tomó la decisión. Y se arrepiente de haber jugado esas cartas. Se arrepiente de no haber sabido afrontar su enfermedad de la mejor manera.

... Hace uno meses ...

- Ten cuidado con el espejo... Ya rompiste uno, no querrás otros siete años de mala suerte ¿Verdad? - Ella ríe, mientras obsera como Aaron coloca el espejo nuevo en el dormitorio.
- Tranquila, no se me caerá... Además yo no creo en la mala suerte. Hace como cinco años que lo rompí, y nos hemos conocido ¿No? 
- Eso si que ha sido mala suerte - Responde bromista.
- Pues si eso es mala suerte, romperé mil espejos más. Para poder conocerte cada día.- Termina de encajarlo bien y se acerca a ella. La agarra por la cintura. Fuerte. Con ganas. Terriblemente sensual. Y la besa. Con dulzura. Con pasión. Y ella le responde con todo el amor que es capaz de expresar en ese gesto. 

Se separan, y se miran. Sus ojos brillan. Hay fuego. Hay cariño. Sonríen. Y de nuevo otro beso. Rápido. Fugaz. Cargado de ilusión. Aaron se separa despacio y suspira. 

- No quiero ir a trabajar - Dice mientras se quita la camisa y  busca el uniforme en el armario- Quiero quedarme aquí, contigo. 
- A mí también me encantaría que te quedases, pero la vida es dura, mon cheri - Se acerca a él y vuelve a besarlo.- No te preocupes, seguiré aquí cuando vuelvas - Acto seguido, se arrepiente de pronunciar esas palabras, porque lo cierto es que no está muy segura de lo que va a pasar...

- Eso espero - Dice él sonriente.

Aaron se marcha a trabajar. Desganado porque lo único que quiere es estar con ella. Pero feliz a pesar de todo. 
Ella en cambio, está en casa. Camina nerviosa de un lado a otro. Abre el bolso en busca de su agenda. Entre las páginas encuentra anotada una cita con el médico. Se estremece. "Esto no pinta bien" ... Esas palabras retumban en su cabeza desde hace una semana, y aún no le ha dicho nada a él. Y no lo hará.

Después de vestirse. Pasea por la casa en silencio. No llora. Se está reservando para el diagnóstico, que no se hará de rogar. Vaga por las habitaciones. Por la cocina. Por el salón. Recoge una foto que tienen los dos en la mesita de la entrada, y se la lleva al dormitorio. Saca una maleta de debajo de la cama y empieza a llenarla. No puede evitar que un par de lágrimas rebeldes se escapen de sus ojos y se pierdan de camino a sus mejillas. Una de ellas cae sobre el marco de la foto. Triste. Solitaria. Por fin cierra la maleta y la deja sobre la cama.
Mira la hora y sale de casa. Se cubre la cara como puede, para evitar en la medida de lo posible que la reconozcan y en unos quince minutos ha llegado al hospital.

- ¿Alanna Mathews?
- Aquí.
- El Doctor Cameron la espera.

Entra con paso decidido, dispuesta a ser fuerte pase lo que pase. Pero es frágil. Y sus movimientos temblorosos la delatan...

- Me temo, Alanna, que no tengo buenas noticias...
- Es cáncer, ¿Verdad?
- Sí.
-¿Dónde?
- En los pulmones... - Silencio. Ella siente un dolor desgarrador que parece querer devorarla, pero no es el cáncer. Es la tristeza. Es el miedo. Es todo aquello que ha callado lo que quiere salir de su garganta en forma de grito - Alanna - Continúa hablando - Voy a ser franco contigo... No pinta bien... Es un tipo de cáncer muy agresivo. Pero quiero que sepas que haremos todo lo posible para salvarte. Necesito que estés dispuesta a luchar. No va a ser fácil. Pero podemos conseguirlo.

Ella se mantiene en silencio. Presa de sus pensamientos. ¿Qué le diré? ¿Una nota? ¿Nada? ... Hay pocas posibilidades... No merece tener que soportar todo esto conmigo para que después... ¿Qué pasará si no vivo? No, no puedo hacerle eso... Esta guerra debo lucharla yo sóla. No más víctimas inocentes....

- Alanna, ¿Estás bien?
- Si, si doctor.
-¿Estás preparada?
- Sí, lo estoy...

Lo dijo convencida. Más de lo que esperaba. Aunque no supo si se refería a luchar o a dejarlo a él. Lo cierto es que finalmente, volvió a casa, y lloró. Lloró durante horas, pero no porque temiese a la muerte. No por el dolor de saber que estaba enferma. Lloraba porque tenía que abandonarlo sin darle explicaciones. Lloraba porque era demasiado débil para enfrentarse a su reacción. Lloraba porque tal vez no volvería a verlo. Pero sobre todo lloraba, porque cuando salió de casa, no había sido capaz de decirle cuanto lo quería.

"Tal vez si que merezca morir" - Pensó.

Y acto seguido cogió la maleta y abandonó aquella casa. Sin mirar atrás. Llamó un taxi. Y se fue.

No se hubiese arriesgado a pisar la estación... Tal vez él estuviese allí. Trabajaba allí. Iba, venía... Pero a fin de cuentas allí...


Calendario De Adviento VI


[Uno tras otro, tacho en el calendario los días que pasan y que no estás. Que no estás, joder. Uno tras otro, voy notando que el sentimiento no remite, que el vacío crece, y que mis ganas de verte aumentan por momentos. Tic tac. 
Cada día que pasa, me atraviesa con sus veinticuatro horas, y no hay una sóla en la que no te piense. Que en las pocas que duermo. Te sueño. Que si me desvelo. Te lloro. Y el resto, te echo de menos...Siete Días Sin Ti. Sigue Leyendo (Click Aquí) ♥ ]
PD: No es una historia, es uno de mis textos.

Sexto Día del Calendario de Adviento. 

REFLEXIÓN NAVIDEÑA.

Caen los copos de nieve en la bola de cristal que está sobre la mesilla. Y el frío, por fin parece haber llegado a saludar. Es Navidad, se acerca, con sus cascabeles, ya la oigo. Trae bombones de esos para compartir con alguien especial. Trae turrones. Que vuelven a casa. Los regalos bajo el árbol nos esperan. ¿Me esperas tú bajo las ramas de un abeto? Ven a buscarme, estoy bajo el muérdago. Ya sabes lo que eso significa.

Esta es la época. La época en la que los sueños se hacen realidad, y mi sueño eres tú. Eres real. Pero no eres mío. Aunque hoy, no he venido a hablar de ti, de tus miles de virtudes, de tus pocos defectos, de como te cuelas siempre en mis textos.

Hoy quiero hablar de la Navidad, del cosquilleo que te produce levantarte y encontrar regalos bajo el árbol decorado con luces, y adornos de colores. De dejar leche con galletas para Santa Claus, para los Reyes Magos, para los camellos que hacen un largo camino desde oriente. Para mí que recorro el camino a tu sonrisa. Hablo de ver películas románticas y navideñas bajo capas de mantas, con chocolate caliente, con palomitas. Contigo. Sin ti. Hablo del calor de los reencuentros. De volver a casa. De la familia. De los amigos. De los que a pesar de estar lejos, se sienten cerca. Muy cerca.

Hablo de las calles plagadas de luces y de calor humano. De los niños con sus juguetes nuevos. De los padres felices por ver a sus niños pequeños sonreir. De sus sonrisas. De la tuya. De las vacaciones. 
Hablo de sueños. De risas. Sin prisas. Hablo de todo lo que es y de lo que no.

Hablo de la nieve, aunque no haya.

No sé para vosotros, pero para mí, es mi época favorita del año. Hace que vuelva a sentir esperanza, qe crea en los milagros. Que crea en ti, en mi. En lo que podría ser. En Nosotros.
Las nevadas que paran el tiempo. El calor de una chimenea que derrite el hielo.

La nostalgia y los besos con sabor a Ferrero Rocher.
Todos los abrazos que nos debemos, mi amor.


Calendario De Adviento V




Navidad, Navidad dulce Navidad. Y tan dulce... En este quinto día de Diciembre, quiero compartir con todos vosotros un video sobre una receta navideña. La verdad es que a mí me encantan todos los vídeos de Yuya, (no sé si la conocéis, pero hace videos de maquillaje, DIY, recetas, miles de cosas), y éste me gustó especialmente. 
Así que aquí os lo dejo para que disfrutéis y lo pongáis en práctica, para que tengáis una muy dulce Navidad.


Y ahora uno de mis textos;

Y Cae Sobre Mí El Peso de Tu Olor

Y cuando aquel perfecto desconocido pasó a mi lado con tu colonia no pude evitar apretar tan fuerte el bote que sostenía en las manos que al final acabó por romperse. Aunque los trocitos que se me habían clavado me hacían estremecerme, mis lágrimas, en realidad no eran más que fruto de unos recuerdos que hace tiempo se habían dormido.

Maldito seas tú que pasaste con su colonia, que despertaste a la bestia que tanto daño me hacía, que tanto esfuerzo me costó dormir. Que tantas lágrimas derramé para calmar su sed que me quedé seca. Que tantas veces me dejé arañar que en mi cuerpo no había sitio para tantas cicatrices... Y ahora vuelve a la carga con más energía, mordiéndome por dentro, me hace añicos el páncreas, los riñones, el hígado y hasta el estómago... Temo el momento que suba a por mi cerebro saturado de baladas de desamor... ¿Y mi corazón? Já, de eso no me queda... Eso lo rompiste tú, y la bestia se llevó los trozos. No podrá volver a quitarme, lo que ya no tengo.

A pesar de todo, me sigue doliendo. Debe ser eso que dicen de los miembros fantasma... Que a pesar de que te los amputen, de que los pierdas, es como si los siguieras notando. ¡TE ODIO DESCONOCIDO! ¡TE ODIO POR LLEVAR SU COLONIA! ¡OJALÁ SE TE ACABE EL FRASCO! ¡OJALÁ SE PARE EL VIENTO Y NO PUEDA SEGUIR ARRASTRANDO SU OLOR HASTA MI NARIZ! Ojalá volvieras... Aunque solo fuese por un momento, aunque solo sea para decirte que no te olvido.

Y lo maldije... Maldije a aquel desconocido, lo maldije tantas veces como letras tiene tu nombre.



Calendario de Adviento IV | Wishlist Xmas Fnac

Es el cuarto día de este especial Calendario de Adviento, y hoy vamos a publicar la "Wishlist Xmas de Fnac". Aquí os dejo la mía;

1. iPad mini 3 16 GB WiFi + Cellular Oro 509 
2. Pack American Horror Story (Temporadas 1 - 3)  54,95 
3. Pack House (Serie completa) (Formato Blu-Ray) 119,90 
4. Pack The Walking Dead (Temporadas 1 a 4) (Formato Blu-Ray) 99,99 
5. Bajo la Misma Estrella 14,95 
6. El Teorema Katherine 14,95 
7. Ciudades de Papel 14,95 
8. Buscando a Alaska 14,95 
9. Agenda 2015 Hoy pueden pasar un millón de cosas 15,90 
10. Lolita 11,90 
12. Leal 18 
13. Cuatro 16 
14. Perdido 15,95 
15. Portátil Toshiba Satellite Z30-A-1DG 999 

TOTAL: 1920,30 

¿Y vosotros? ¿Qué queréis por Navidad de Fnac?

Uno de mis Textos

¿Por qué tanta Crueldad?

Fuera el viento aullaba con la rabia de quien ha perdido todo lo que desea. Así me sentía yo, pero no encontraba ni el valor ni la fuerza para gritar. Las decepciones se sucedían, como los días que tachaba en el calendario sin un orden... Odiaba los lunes, los martes, los miércoles, los jueves, los viernes, los sábados y sobre todos los días, odiaba los domingos.  No podía más, lloraba cada noche antes de irme a la cama. Sonreía cada día, para auyentar las preguntas de los demás. Temerosa de que me descubrieran, aunque tampoco había mucho que descubrir. Siempre había tenido ciertas tendencias peligrosas, dañinas...

Y ya lo leí una vez, quizá no tenga el valor para quitarme la vida, pero no puedo prometer que si un coche se aproxima a mucha velocidad hacia mí, me apartaría.



PD: No me ocurre nada malo, para escribir ese texto me inspiré en una película.