Atada a lo que aprendí, presa de lo que olvidé

Aprendí a no agobiarme. A no enamorarme, aprendí a dejarme llevar. Aprendí a ser hoja y dejarme arrastrar por tus vientos. Por aires de cambio. Aprendí a buscar el amor con los ojos cerrados y a chocarme con tus muros para pasar el rato. Temía caer en tus redes sin darme cuenta que podía escapar por los agüjeros que tu dejabas abiertos. Aprendí a jugar con fuego y a no quemarme. Aprendí a levantarme, a sacudirme el polvo y a curarme yo sola las heridas.

Aprendí que lo único que importa es disfrutar del momento. Aprendí que podía ser inmune a tu veneno si me esforzaba en apretar los dientes. Aprendí que el dolor viene y va, y que las rachas de buena suerte no se controlan. Aprendí a perseguir  sueños baratos y a no soñarte por las noches.

Aprendí a quererte a ratos, a desearte a temporadas, a no echarte de menos, a desconfiar de tus palabras, a no enamorarme, a no rendirme. Aprendí que eras mis primaveras y que me quedaban otras tres estaciones que saborear. Aprendí a mirar de reojo y a verte reflejado en  la pantalla del reloj. Aprendí a recorrer tu silueta borrosa sobre la oscura pantalla del portátil.

Aprendí que eras una etapa de transición. y que quizá no quiera pasar de página.
Aprendí a morderme los sentimientos y anular el corazón, a amordazar los te quieros y silenciar los latidos acelerados.

Y de tanto, tanto que aprendí... Olvidé como olvidarte.




Y aunque últimamente vea el vaso medio vacío

Me siento orgullosa de lo que soy y de lo que no. De lo que seré y no de lo que pude haber sido. Que quizá ahora doy tumbos de un lado para otro, buscando un sitio donde encaje realmente, sintiendo todo cuanto vivo y sin pensar en las consecuencias de nada. Voy a mi favor y contra mi propia corriente. Controlo la situación a ratos y me da igual. Cogí el timón y cambié el rumbo, me eché a la tripulación encima y en lugar de arreglarlo, los tiré por la borda. ¡Qué os coman los tiburones! Y ahora viene el viento de otro lado y vuelta a la carga.

Que juego con fuego, y me acabaré quemando. Y en la habitación de curas del hospital de una ciudad que no es la mía, volveré a inventar historias, contaré cuentos a quiénes quieran escucharme, lo apostaré todo una vez más al caballo perdedor y me marcharé sin despedirme.
Porque si en esta vida hay un momento para ser egoísta, para no pensar en los demás, debe ser esta edad, sino ¿Cuándo?

Y que espere el futuro un poco más, que me quedan locuras por cometer. 

El amor lo complica todo

Ya no había besos de amor, esos se habían gastado hacía tiempo. Ya no quedaban besos con sabor a chocolate, a fresas con nata. Besos de madrugada en una playa solitaria. Besos salados con sabor a mar. Besos tiernos que prorrogan despedidas. Besos de buenos días, de buenas noches, de buenas tardes. Besos que susurran te quieros inaudibles, besos que prometen reencuentros. Besos fieles. Besos estables. Besos puros.
Ahora eran besos con sabor a chicles de menta y tabaco. Una mezcla que a simple vista podría resultar asquerosa, pero a la que se volvío adicta. Eran besos de noche. Besos de aquí te pillo aquí te mato. Besos que siempre sabían a poco. Besos que se buscaban, que se necesitaban. Besos que se robaban. Besos sin permiso. Besos secretos. Besos ¿Compartidos? ¿Quién sabe?

Todo eran besos. Pero no eran iguales. Ya nada volvería a ser como antes.


Sigo Apostando al Cinco

Y cada dos por tres sale seis

Abriste la boca y tomaste una gran bocanada de aire. Después de haber estado sumergida durante tanto tiempo en el mismo mar de dudas, esperabas que fuese la mejor sensación del mundo. Ahora lo has respirado y has comprobado que era tomo humo. Vagas esperanzas que se evaporan, tus castillos en el aire se están derrumbando y te ves apremiada a buscar un arquitecto que evite la calamidad. Te has llenado los pulmones de negrura. Y vuelves a ahogarte, te escuecen los ojos, están enrojecidos por el humo y las lágrimas. Apostaste todo al veinticinco y te salió mal. 

-No sabes lo que tienes hasta que lo pierdes -Me dijo.

-Pues piérdete, quiero saber que tuve - Respondí.


PD: Me han escogido como colaboradora en ... ¡La Isla de los Blogs! Así aquellos que no conozcan el blog, les invito a pasar, a seguirlo, a participar. Y a los que ya lo conocen y participan que comenten y visiten los blogs que reseñan y curioseen por las pestañas porque hay muchísimas iniciativas y curiosidades.
Gracias <3

Abriste Diligencias, Espero Ejecución

Se mira al espejo y no se reconoce. Ojea los apuntes, pero no consigue concentrarse, no es el Derecho lo que quiere recorrer con la mirada, no son los bolígrafos lo que quiere estrechar entre sus manos. Tampoco sabe lo que quiere realmente. Deambula por la casa vacía, en busca de una respuesta, se acerca a la cocina y abre la despensa, se queda ahí durante un rato, como si en las etiqueta de las latas se encontrase el manual de instrucciones para reconducir su vida. Suspira desilusionada. Se prepara un té y mientras oye como la leche hirviendo cae en su taza favorita, cierra los ojos y desea algo con fuerza. Vuelve a la habitación, se sienta en la cama con la taza humeante en las manos y da un ligero sorbo.
Las lágrimas caen por sus mejillas no hace nada por detenerlas. Lo necesita. Necesita sacarse la espina de lo que pudo ser y no será. Y también debe llorarse por querer haber querido lo que no supo querer.
Da otro sorbo, el dulce sabor del té chai latte hace contraste con lo salado de sus mejillas caladas. Una vez leyó que el amor, o muere o mata, porque amores que matan, nunca mueren y que cuando mueren solo hay dos opciones: engañar o romper. Y ninguna le vale.
Ultimamente tomar decisiones la aterra. Ya no se siente fuerte, ahora todo la hace dudar. Ahora ha perdido su punto de apoyo. Ahora si que tiembla a su lado. Pero a pesar de todo se levanta feliz. Y en certo modo, eso le basta, ¿Para qué más? ¿No es acaso eso lo que quiere todo el mundo? La felicidad. Las horas corren a su lado, el tiempo fluye, él hace que sienta que todo merece la pena. Y después vacío, tristeza, melancolía. La llama se apaga a medida que el rugido del motor la aleja de su felicidad, y el día que empezó siendo perfecto como su sonrisa, empieza a caer en la monotonía de los demás y se vuelve gris. Ya no le gusta.
Otro sorbo, se seca las lágrimas con cuidado. Se propone tomar una decisión y deshecha la idea en el acto. Busca en el armario un conjunto para el día siguiente, sin saber tan siquiera si aparecerá. ¿Pero no es acaso esa incertidumbre lo que hace la vida interesante? Escoge con cuidado. Desea sorprenderlo. Ya está contando las horas, otra vez por él. Siempre es por él.
Y de nuevo la sonrisa, la ilusión, el mero hecho de tener algo por lo que luchar, por lo que no darse por vencido, y otra vez la tristeza de no saber si es eso lo que quiere. Y de vuelta a las lágrimas de un orgullo que se muestra impasible. Y los gritos acusadores de un corazón marchito que lo quiere todo y de una cabeza errática que se niega a querer nunca más.
Los apuntes siguen desperdigados sobre la mesa, y el té se ha quedado frío. Ya no se lo tomará.




Entre el amor y el odio hay dos filas

Filas de mesas ocupadas por gente, por personas más o menos preocupadas, filas repletas de personajes que no sospechan nada. O quizá si y se hacen los tontos. Los desentendidos. Los desaprensivos. Que se levantan, se sientan, atienden, no atienden, bostezan, se ríen, se pasan notitas fugaces, y hablan de la quedada del sábado, de los amores y desamores. Y entre ellos y yo, la diferencia abismal eres tú. Que te miro, o lo intento, que te odio, que me hielo, que ¿te quiero?, bueno, solo a ratos. Que ojalá te marches de esta clase, para no volver... Hasta dentro de unos minutos. Que no puedo, que no quiero y sólo van tres días... Que me quedan nueve meses y ya agoté mis otras seis vidas.

Y entre el griterío de las filas vacías y el silencio de las mesas completas, entre las explicaciones incomprensibles de los profesores y las notas indescifrables de tus mejores amigos, el latido quebrado de un corazón, que si bien no está roto, poco le falta. Que suena sin ritmo. Que está desacompasado. Un amor unilateral, con camino desgastado. Arítmico y falto de carisma.

Y si pudera arrancarme los ojos para no mirarte, lo haría, y si pudiera salir corriendo en este momento no volvería a mirar atrás, donde sé que te sientas.

Porque cada vez que entras por la puerta es como nacer sabiendo que vas a morir.


Escucha mi historia I

Sabed que participo en Escucha mi historia del blog de Mar, ya tenía ganas de voler y qué mejor forma de hacerlo con esta nueva iniciativa a la que os animo a participar!

Toda la culpa es del café que me recuerda tu sabor.

Fito y los Fitipaldis.

Es que ya no sé que me pasa contigo, si me haces bien o me haces mal. El café de tus ojos que me quita el sueño. El frío de tu mirada que me calienta por dentro. A veces te olvido, a veces pienso que no te necesito, que cualquier día conseguiré despertar y no serás el primero, ni siquiera el penúltimo. No serás más que un recuerdo que habré olvidado. 
Pero hasta hoy, eso no pasa. Hasta hoy eres el primero, el segundo, el tercero, el decimocuarto, el veinticinco, el penúltimo, el último y todos los de en medio. Todos mis pensamientos eres tú. Y es difícil aprenderse la actividad financiera de la Unión Europea, o quienes están legitimados para interponer un recurso de inconstitucionalidad si tú no sales de mi cabeza. 
Todo se derrumba, mis castillos son de arena, tú eres una estela brillante, y cada vez que pasas fugaz pido un deseo. Y cada vez que suena el móvil pienso que puedes ser tú, pero eso no ocurre. Y al final la culpa es del café, de su color, de su olor. Del sabor que me recuerda las mañanas que no compartimos, de las tardes que no quedamos. Y la culpa es tuya por haber nacido, o quizá sea mía por haberte conocido. Quizá la culpa es de los dos, o de algún tercero.

Que sea de quién sea la culpa, yo agradezco a la mala suerte, por haberte puesto en mi camino.


Take a Breath

C E R R A D O

P O R

V A C A C I O N E S



Volveré con mis textos, relatos e iniciativas el Lunes Veinte de Octubre. 

Un besazo <3

Debería dejar de pensarte tanto

Deberían dejar de sorprenderse si cada vez que me preguntan en que estoy pensando la respuesta sea siempre tu nombre. Deberían acostumbrarse a mis eternas divagaciones sobre como sería estar contigo. No deberían enfadarse si no sé hablar de otra cosa que no sea tu sonrisa. Deberían aparentar interés cuando explico las constelaciones de tus ojos, aunque se la enésima vez que las nombro. No deberían tratar de devolverme a la Tierra mientras sea feliz en las nubes.
Deberías hacerme más caso, no sabes hasta que punto estoy loca por tus huesos. Deberíamos hacer una tregua. Dejar las guerras y empezar a hacer el amor. Deberíamos hacer un pacto tu sonrisa y yo, a ver si podemos aliarnos contra ti. Debería aprender a controlar mis sentimientos. 

Debería pensar antes de hablar. 

Deberíamos vernos, o besarnos, o querernos, o amarnos, deberíamos ser felices para siempre juntos, ¿No?


La Receta de Mi Estúpida Sonrisa

A ver si me acuerdo bien.

Era algo así como nervios sazonados con un poco de miedo. Acompañados por una sabrosa guarnición de locura y una salsa de éxtasis que embotaba los sentidos. Unas cuantas ilusiones que sabían a gloria, con una pizca de alegría, de esa que te hace querer saltar de la mesa y bailar hasta quedarte sin fuerzas. Recuerdo unos vibrantes latidos de un corazón esquizofrénico, algo que le daba un sabor inigualable a la comida, y unas ralladuras de pasión y canela. Dulce, tentador. También una brocheta de risas, lágrimas, temblores y caricias. Una mezcla explosiva de sabores que te hacían sentir cálida y a la vez templada.
Sobre la mesa había unos panecillos de valentía y precaución. Un perfecto manjar, tanto para los que somos demasiado cobardes para expresar nuestros sentimientos, como para los que son demasiado osados para controlarse. 
Una jarra repleta de ilusiones, con burbujitas de sueños por cumplir, que hacían cosquillas en la garganta. Me gustaba esa sensación.
Recuerdo el plato sobre el que estaba servido el menú principal, era de porcelana, hecho a mano y horneado con esmero, con el cariño que pondría una madre. 
Aquel bonito paisaje, sentados en una mesa orientada al mar donde se ahogan las dudas que tiempo atrás no me dejaban respirar. En una estancia decorada con velas que se consumen llevándose consigo penas y reproches.
Él que era mi única compañía, su risa que se convirtió en la banda sonora del momento. Y yo;

- Mi vida - Le dije. - No tengo hambre - Me miró serio y enarcó una ceja esperando que continuase. No me hice de rogar - Pero si tu me dejas, me encantaría comerte a besos.

"Un puñado de sonrisas y una tonelada de besos, lo que pesen un pronombre más un verbo" (Te quiero)


PD: Bueno, lo primero quería disculparme por no haber devuelto comentarios estos días y haber estado un poco ausente. He tenido problemas con el ordenador, con los horarios, pero gracias a Dios, por fin lo he solucionado todo, así que ahora mismo me pongo al día con vuestras entradas.

Tell Them All I Know Now

Si estáis esperando a que una mañana me levante enamorada, podéis ir a buscar una silla, porque va para largo. No me gusta el amor, renegué de él hace tiempo. Abdiqué de él cuando me nombrasteis "Reina" de vuestras vidas. Algunos preferísteis llamarme "Princesa", y también renuncié. 
Puede que un día, alguien o quizá alguno de vosotros, me haga sentir esas mariposas en el estómago, otra vez. Porque lo cierto es que quise una vez, y me salió bien, me salió tan bien que lo dejé antes de que se estropeara del todo. Antes de que se marchitara la flor, la corté de raiz. Puede que dentro de unos años consigáis que escriba vuestros nombres en la arena de la playa, que os dedique cartas. Quizá me acueste soñando con alguien especial y me levante con ganas de verlo. Tal vez lo abrace cada noche, tal vez me sienta protegida en sus brazos, tal vez me haga sentirme única. Tal vez ya haya conocido a ese alguien y aún no lo sepa. Tal vez cuando me despierto abrazando un hueco vacío a mi lado, ya sepa el nombre de ese hueco. Tal vez cuando sueño y después no recuerdo que ha sido, es porque uno de vosotros se ha colado en mi subconsciente. Tal vez el amor esté más cerca de lo que me gustaría admitir.
Pero no esperéis que me enamore por que sí, porque me guste, porque lo necesite. Porque la realidad es clara; no me gusta sentirme dependiente de alguien, no me gusta saber que una persona puede acabar conmigo si quiere hacerlo y confiar en que no lo hará, porque me quiere, porque es lo que se hace.
Porque el amor, hay que ganárselo, y el mío es muy limitado. 


¡Felicidades Juanfri!

HORA DE CRIMINOLOGÍA



Hora de Criminología llegó, coge tus apuntes y vamonos, con Derecho Penal y Constitucional lo pasaremos GUAY, Hora de Ciminología.

Hace ya casi un año que nos conocemos, se dice pronto, pero han sido muchos los momentos. No tuvimos la suerte de poder desearte un Feliz Cumpleaños en 2013, pero ahora vamos a hacerlo de la mejor manera que sabemos.
Has sido el pegamento que nos ha unido, si no hubiese sido por ti, probablemente este grupo de Juristas más nuestra historiadora del arte, no habría surgido.
Ahora nuestros caminos no van por la misma senda, tú estás rodeados de criminólogos y nosotros seguimos aferrados a nuestros tomos de leyes que cada vez son más grandes. Pero es en estos momentos donde se nota quiénes son amigos de verdad, y es que las adversidades unen a las personas mucho más de lo que son capaces de separarlas.

Después de tanto tiempo, de tantas dedicatorias escritas en vasos de corcho en Algarrobo, de tantos cumpleaños felices, de días fugaces, de quedadas planificadas. Después de tantas risas y sorpresas, de tantos momentos inolvidables, de tantas fotos, de tantas comidas (CALORÍAS?¿), por fin nos toca visitar Campanillas. Por fin vamos a perdernos en tu TRAMBÓLIKA casa. Por fin vamos a poder desearte un Feliz Cumpleaños como te mereces.

Gracias por matricularte en Derecho el año pasado, gracias por cambiarte al grupo de mañana, gracias por haberme preguntado por los libros, gracias por haber venido a comer a los 100 Montaditos, gracias por habernos unido, gracias por no haberte olvidado de nosotros aunque te quitases de la carrera. Gracias por matricularte en Criminología y seguir cerca de nosotros. Gracias por seguir un año más en la Tierra alegrándonos a todos. Gracias por tus consejos. Por tus bromas. Gracias por ser sincero. Gracias por ser tú.

Y ahora las dedicatorias de los que te queremos más que a nada en el mundo;

La Faraona.

Bueno Juanfrancisquito, es complicado empezar a sacar palabras originales ya a estas alturas para alguien que ya de por si no es sólo original sino sorprendente jajaja. Desde que te conocí lo que más me impactó de ti fue tu creatividad, tu alegría, tu forma de ser es muy particularmente tuya y eso te hace una de las personas más increíbles que existen, y ante todo, ¡Un amigo insuperable!, Todo esto tu ya lo sabes, puesto que forma parte de la Constitución Juanfranática pero sin duda jamás vas a dejar de sorprendernos y sin duda ese será el contenido del Código Juanfriminólogo, ¡¡¡todo lo que nos queda por vivir!!! Disfruta este cumple como nunca y no cambies jamás ¡¡¡ Felicidades, rockerillo!!! :)

Pepito

- Ah si, el señor Mallorca supongo.
- No, no Mayorga.
- ¿Cómo?
- M-A-Y-O-R-G-A
- Está bien, encantado señor Mallorca. Me encanta su chupa de cuero.
No fue el comienzo más brillante supongo, no el de Estanley con el doctor Livinstone. Sin embargo el nuestro tendría mucho más valor, pues fruto de casi la casualidad y de una conversación un tanto accidentada, surgió una amistad que marcará para siempre mi estancia en la facultad de Derecho. Supongo que podría destacar muchas de tus virtudes, pero como hasta la nube online tiene una capacidad limitada mencionaré solo ese don de ojeador que me permitió conocer a buena parte de mis amigos dee sta facultad, y que seguro te servirá además para resolver todos los casos que se presenten, los del black stories y los de la vida real.
Falta poco para que se cumpla un año de aquel encuentro, y aún menos para tu cumple, te deseo un feliz cumpleaños y que no cambies una nota de tu fantástico Rock and Roll, que sigas llevándonos a sitios con muchas calorías, continúes organizando sorpresas de cumpleaños, y que la mía sea la mejor jajaja.
De tu amigo Pepe.

Historiadora del Arte.

Bueno, como podemos empezar, primeramente decirte MUCHÍSIMAS FELICIDADES QUERIDO JUANFRI!!,  ya son unos cuantos años más mayor que yo, pero de verdad que me alegro mucho que este año pueda estar a tu lado compartiendo tan importante día como es el de tu cumpleaños. Hemos pasado unas grandes experiencias de risas y alegrías junto a ti. Eres nuestro rockero del grupo (no sé si se escribe así). Una de las mejores experiencias fue cuando nos quedamos todos juntos en Algarrobo, en mi casa, jugando al Black Stories, y pasando un gran rato juntos, riendo una y otra vez. Nunca lo olvidaré, además de cada momento en la Universidad que son únicos para mí.
También aquel día en el que me cagó una paloma xD te acuerdas? bueno, no creo que se te haya olvidado, solamente decirte por último que eres un tío genial, alguien con el que una se puede reír, y compartir grandes momentos. Un beso muy grande de la historiadora del arte. Tu cumpleaños va a ser un día bomba! :D

Señora Delegada.

Bueno Juanfri, por fin es tu cumple. Fuiste mi primer mejor amigo de Derecho, y casi no he tenido oportunidad de decírtelo. Veintiún añitos, eres el mayor de los tetes, y uno de los pilares fundamentales de mi vida.
Ya hace casi un año que nos conocimos, aquel primer día que estuvimos en los 100 Montaditos, que empezamos a afianzar la amistad. Más tarde iríamos formando un grupo tan maravilloso como el que tenemos ahora. Quiero desearte un Feliz Cumpleaños, que espero que te gusten los regalitos y sobretodo este Black Stories tan especial, además quiero darte las gracias por haber aparecido en mi vida, porque nunca pensé encontrar un amigo como tú y con unos gustos tan parecidos a los míos. 
Te dedico "We weren't born to follow" de Bon Jovi.

¡FELIZ CUMPLEAÑOS JUENAFRI!

Tu Petarda.

Hay ciertas cosas que la vida, la casualidad o el destinotiene reservadas para las personas. Gracias a alguno de esos factores, este sis de octubre, día de tu veintiún cumpleaños, voy a poder estar a tu ñado para poder mirarte a los ojos y decirte felicidades, puede parecer un gesto simple pero es algo que quiero seguir haciendo el resto de sisde octubre de toda mi vida.
Decir que te lo mereces todo se queda corto y aunque resulta imposible dártelo todo, te puedo dar todo de mí, que espero que sea suficiente para que tengas una sonrisa en la cara día tras día, para que sigas teniendo ganas de compartir siempre momentos especiales conmigo como nuestros concieros de rock en el coche, nuestras veladas bajo las estrellas o nuestras luchas por los pedrolos de los helados. Pero sobretodo, espero que darlo todo de mí, sea suficiente para que quieras tenerme a tu lado cada seis de octubre, cada día de tu cumpleaños, el resto de tu vida y me permitas el sencillo lujo de mirarte a tus ojos color coca-cola y decirte... FELICIDADES PETARDO!! 
TE QUIERO MUCHÍSIMO, SANDRA.

Correspondencia Ajena XI

Hoy vengo con una nueva entrega de Correspondencia Ajena que viene de la mano de Christian Rey que nos propone la siguiente carta;

Emisor: Personaje de un libro. Receptor; Lector del Libro.

Querida lectora,

Te agradezco que disfrutes de mis historias, que sufras con mis idas y venidas. Te agradezco las lágrimas, que me sientas como si fuera real. No te preocupes por mí, porque mientras me leas, mientras siga estando cerca de ti, en tu estantería, en tu bolso, mientras vaya contigo y rescates unos minutos de tu tiempo para mí, yo seguiré viviendo. En tu mente, en las adaptaciones a las películas, donde darán mi personalidad a un actor que desde ese momento ocupará tu mente. Sé que te lo he hecho pasar muy mal, aunqie apuesto a que también te has divertido mucho, apuesto a que en realidad desearías que fuese real. Desearías haberme conocido en persona, y si te soy sincero a mí también me hubiese gustado tener tiempo para que me conociéseis más, para que hubieséis podido averiguar más sobre mí.
Gracias por existir, por darme vida, por sufrir conmigo, por no abandonar un libro a la mitad. No quiero decir que los lectores seáis mejor personas que los que no lo hacéis, pero en parte, un poquito sí que lo pienso. 
Mi querida lectora, ya no me quedan más palabras que dedicarte.
Con mucho cariño, Augustus Waters.
Okay?


Delirium Trémens V

Capítulo V.
Reunión de Arcángeles.


Ya no sabe en qué día está. Mira por la ventana y no recnoce nada. Vaga de un lado a otro de su apartamento que parece mutar a medida que avanzan las horas. Una habitaciƥn que antes no estaba ahí, puertas de colores estrambóticos, grandes ventanales que dan a muros de hormigón, trampillas en el suelo que dan al vacío. Se tambalea y se sujeta un sofá. ¿Todo esto es cosa del alcohol? Parece demasiado increíble. ¿Habrá  muerto y no lo sabe? ¿Se está volviendo loco?
Se tira del pelo hast arrancarse algunos mechones, no puede más. No puede. Está cansado de seguir viviendo, y no avanza en la investigación de su hijo. Bien pensado, ¿Cómo va a avanzar si a duras penas puede mantenerse de pie? ¿Si se pierde en su diminuto y asqueroso apartamento? ¡Así no se puede!
Tocan a la puerta. ¿Y ahora quién demonios es? No ha dejado de recibir extrañas visitas, no sabe cuales eran reales y cuales no. Dos Cara... Dos alienígenas... El señor del Gas, ¡PERO SI ÉL NO TIENE GAS! ... ¿A quién le tocará ahora? Quizá un escritor famoso... O la imagen de su pequeño... Ese último pensamiento lo hace estremecer y se le llenan lo ojos de lágrimas, ¿Cam, dónde estás? ... La puerta sigue sonando, sea quién sea, se está  impacientando. 
Con gran esfuerzo se incorpora, grita que ya va, su voz suena rota, descompuesta, no se reconoce a sí mismo, ni a su voz. Se aproxima a pasos lentos, arrastrando los pies, el caminos se le hace eterno. Como si por cada paso que diese, la puerta se alejase dos más. George empieza a enfadarse. Al fin, consigue llegar hasta el pomo, y lo gira con cuidado.
-¿Pero qué...
-Silencio George - Le grita un chaval con vaqueros raídos y camisa negra. Va muy ceñido, está repeinado y lleva unas gafas muy grandes.
-¿Quién demonios eres tú, niñato, para mandarme a callar?
-Soy el Arcángel Miguel.
-Tú que vas a ser un Arcángel. ¿Estás loco?
-Yo diría que aquí el único loco eres tú. Dejame pasar, los demás están a punto de llegar.
-¿Qué demás? ¿De qué hablas?
-¿Es que no sabes nada de la vida? Somos Siete Arcángeles, yo me he adelantado y los demás están a punto de llegar. Vamos.
- Estás loco, muchacho, vete a buscar una novia - Dice y trata de cerrar la puerta, pero el presunto Arcángel se lo impide.
-George, queremos ayudarte.
-¿A qué vas a ayudarme?
-A encontrar a Cam - Aquellas palabras lo descolocan.
-¿Cómo sabes lo de mi hijo?
-George, déjame ayudarte, y llámame Miguel.
Abatido, abre la puerta de par en par y hace un ademán al chico para que pase y tome asiento. Se acomoda y saca del bolsillo un cubo de Rubik, lo desordena de una forma que parece imposible resolver. Se lo tiende a George.
- ¿Y esto?
Miguel no responde, la puerta se abre de golpe, y seis muchachos de apariencia muy similar van entrabdo uno por uno y acomodándose en diferentes partes del apartamento bajo la mirada incrédula de George.
- Ese cubo de Rubik - Habla el Arcángel. - Es tu única pista - George frunce el ceño, está perdiendo la paciencia - Cuando lo resuelvas, volverás a tener a tu hijo. - Se lo quita de las manos y resuelve la primera cara - George abre la boca, pero Miguel levanta un dedo para hacerlo callar - Te daré la primera pista, tu hijo ha sido secuestrado, sigue vivo, en alguna parte de la ciudad. Deberías ir a visitar a tu esposa... O a tu ex mujer, no estoy muy seguro de lo que sois ahora...
-¿Por qué...?
- Tú hazlo, descubrirás muchas cosas que tan siquiera imaginas.
Y tras decir esto, antes de esperar su reacción, los siete arcángeles desaparecen sin dejar rastro. Nada, salvo el cubo de rubik con la cara azul completada.


Y me preguntan que es poesía

¿Hay un lugar para mí dentro de ti, Mundo?
- No, tú sola deberás hacerte con uno.

Escuchaba el silencio en sus pocos ratos libres. Abrazaba la distancia aunque no fuese mucha. Paraba los relojes y los hacía andar a los pocos minutos. Dejó de nadar contra la corriente para dejarse arrastrar por la marea de sus sueños. En realidad, dejó de sobrevivir para empezar a vivir. Se arrancó la venda de los ojos, se sacudió el polvo de los zapatos y salió de su acogedora cueva para conocer. Se acostumbró al hueco vacío de la cama y dejó de echar de menos de una vez por todas. Comenzó a disfrutar más de la compañía de quién la hacía sonreír y dejó de lamentar sus ausencias. Volvía a controlar la situación que se le escapó tiempo atrás. Se mantenía ocupada para no pensar en los poemas de amor que se le venían a la mente cada vez que recordaba su sonrisa. Sonreía porque solo veía lo bueno, porque se obligaba a ello. Porque se había prometido no enamorarse. Porque quería un romance sin amor, confianza, libertad sin fianza. Ese era su ideal, su idea de felicidad. Estar con una persona sin que los celos la matasen, sin cuentas que rendir. 
Una balanza desequilibrada con mucho a favor y nada en contra. Soñaba despierta que dormía por las noches. Cantaba los días de lluvia. Pintaba cuadros en los cristales llenos de vaho y escribía cuentos en los márgenes de las libretas.
Se acordaba de él a todas horas. Tomaba café antes de dormir. Se prometió disfrutar de las buenas rachas tanto como le fuera posible, y abusar de su buena suerte hasta que se agotara. Se juró buscar siempre el lado bueno y superar las malas rachas.
Seguía ahogándose en sus propios complejos, y calculando cada paso que daba. Quizá nunca conocería lo que se siente cuando arriesgas, cuando te dejas llevar sin planificarlo todo. Pero le iba bien y eso bastaba.

Y que mientan los poetas cuando hablen del amor.



A veces ganas perdiendo

- ¿Me quieres?
- No.
- Y el sonido de su corazón rompiéndose pudo oírse durante días. Los mismos que tardó en volver a levantarse de la cama.

Sacarse la espinita iba a ser difícil, era propensa al dolor, a sufrir por amor. No sabía por qué se molestaba en reconstruir su corazón si siempre acababan rompiéndoselo. Poco a poco se acostumbra a las decepciones, a los quebraderos de cabeza. A mirar de lejos un amor que no será. Ya no se esconde cuando se lo cruza por los pasillos, porque no tiene nada que ocultar, había sentido mucho, muy deprisa, y los frenos le habían fallado por enésima vez. Otro golpe, otros tantos meses de rehabilitación. No importa. Una vez pasado el trauma, se levanta, se maquilla como ha hecho siempre y sigue pareciendo fuerte, indestructible. 

El luto lo lleva por dentro, pero nadie tendrá jamás la satisfacción de verla hundida. 



Desqueriéndote a Contrareloj

Cuando tomas una decisión sin pensarlo demasiado, es porque sabes, supones, sospechas, que aunque sea algo que deseas hacer, tarde o temprano te acabarás arrepintiendo, te hará mal.
Yo, en mi caso, he sido eternamente feliz durante algunos breves instantes. He llegado a sentirme casi en el cielo, como comparar tu cama con una nube, con mi paraíso particular. Ahora, la cosa cambia, ahora me toca escuchar la cara B de una cinta, que no me suena particularmente bien. Que después de subir y subir, toca bajar. Que la cara cruz de la moneda es francamente fea. La cruz de mi vida son tus ojos.
Y éste, es el momento justo para arrepentirme, porque hay infiernos y otros infiernos, y éste, en concreto, quema, duele y no veo el momento de salir de él y dejar tu recuerdo a las puertas de mi nueva vida. Necesito huir de todo lo que me hace daño. Debo alejarme de lo que me importa, aunque solo sea por apartarme de las llamas que me están haciendo cenizas las entrañas.

Tú estás ahí, ajeno a todo lo que me pasa, a lo que siento, y confias en que me vaya bien y en que siga estando ahí para ti cuando me necesites. Lo peor es que probablemente lo estaré.

Esto es un ni contigo, ni sin ti, de esos de los que se habla en los libros y en las películas americanas. Esto es un vacío que te devora por dentro, que te consume a fuego muy muy lento, que no te deja concentrarte y que te pone trabas a la hora de sonreír.

Y es que ya es difícil verte y sonreír como si nada, pero más aún pensarte y saber por tu sonrisa, por tus ojos, que nuestro "no-tiempo" ya pasó. Que no hay oportunidades, ni momentos ni nada. Sólo un vacío existencial y unas ganas horribles de salir corriendo y llorar cada vez que estas cerca.

Saber que me toca, desquererte contrareloj.


PD: El Nuevo Relato del Blog después de "Delirium Trémens" será... "EL DIARIO DE BRIES" Muchísimas gracias por haber votado.

Apuesto a que no eres de fiar

Atrapada entre mi espada y tu pared. Un muro donde chocan mis ganas y el miedo a sufrir. Estoy confusa. Te tengo tanto cariño. Pero es eso, cariño. Un pseudoamor que no me alcanza para confiar ciegamente en ti. Y me ofreces la oportunidad de ser feliz, pero no estoy convencida de que sea lo que realmenre estoy buscando. De si tu sinósimo de felicidad es el mismo que el mío. De si buscamos lo mismo. Tengo miedo a que me partas el corazón, no puedo evitarlo. Aunque tampoco pretendo evitarte.

Déjame sentir más de la cuenta. Pero no me escribas contratos legales, ni cartas románticas de amor. No quiero tragedia, ni drama. Ni comedias. Ni tramas románticas. No quiero nada.

Quiero esa nada que había entre tú y yo.

"Hoy extrañé esa nada que había entre tú y yo,
sútil y callada,
sobreentendida y total".