Los Ojos de Poe V

Capítulo V. Epílogo.
Tu alma, sobre la tumba de piedra gris
a solas yacerá con sombríos pensamientos;
Nadie, en toda esa intimidad, penetrará
en la delgada hora de tu Secreto, - espiritus de los muertos.
-Edgar Allan Poe.

Una vez leí que hasta los hombres más valientes se acobardan a la hora de su muerte, pero yo no. No lloré cuando me diagnosticaron, no tuve miedo. Y ahora que noto como estoy llegando al final del camino. Este lóbrego camino de soledad, y aburrimiento. Sigp sin tener miedo, sólo deseo que sea rápido. Porque si no me mata el cáncer, lo haré yo mismo enloquecido por el dolor.
En páginas anteriores creo recordar que dije que no me arrepentía de nada, lo cierto es que mentí, me arrepiento de no haber hablado más con mi hermano. No sé nada de él, desde que cogí el dinero de la herencia de mi madre y me fui de casa sin dar explicaciones. Le dejé una carta metida dentro de uno de sus libros de poemas, "Rimas y Leyendas de Gustavo Adolfo Bécquer". Estaba seguro de acabaría encontrándola. ¿Si lo hizo?. La verdad es que no lo sé. No se ha puesto en contacto conmigo. Le pedía explícitamente en la carta que no lo hiciera. 
Creo que nunca sabré si la encontró o no. Me resigno. Ya no puedo más. El dolor me está matando y aún así no se me detiene el corazón. Empiezo a pensar que no ir al hospital ha sido un error. Al menos me habrían calmado con morfina. [...] Creo recordar que tengo una bolsita con cocaína en alguna parte. No piensen mal de mí. No suelo drogarme... La tengo porque quería probarlo antes de morir, ¿Qué mejor momento  qué este? ... Trato de incorporarme de la cama, pero me asfixio... Mis pulmones, mi cuerpo. No puedo más. No quiero poder más.
Que acabe esto, por dios. Que acabe de una vez. Yo no le temo a la muerte, le temo a la vida, porque la vida es dolor. Para mí, morir significa dejar de sufrir. Dejar de sentir de una vez. Tal vez me merezca un poco de dolor, por todo el mal que he causado, pero esto es inhumano.
Soy joven. Estoy muerto. Soy joven. ¿Seré un artista?

***
Y mientras Edgar recitaba unos versos de su amado Poe, su último aliento. Su última exhalación. El último rastro de su vida se esfumaba. Y él cerró los ojos desvaneciéndose en la oscuridad mientras al fin dejaba de sentir dolor...


FIN

Grandes No-Despedidas

Que yo quise marcharme por la puerta grande y tú me instaste a salir por la trasera. Quise dejarte cicatrices con mis arañazos para que no pudieses olvidarte de mí aunque quisieras, quise dejarte tatuado un mordisco en el corazón. Que no debería darte ni una oportunidad más y aún así lo hago. Confiando en que no me arrepentiré.
Se acabó consumir el tiempo juntos. Y espero que desaparezcas para siempre en cuanto cierre la puerta tras de mí. Que no volverte a ver en la vida es lo mejor que podría pasarme. Que no saber de ti nunca más es lo que más deseo. (Jueves). Que casi te cuelas en mi corazón, pero te paré los pies a tiempo, está visto que una no puede bajar la guardia con gente como tú.
Pero no me malinterpetes, que a mí me ha gustado nuestro mini-relato de pocas páginas y muchas letras. De poco ruido y muchas nueces. Es sólo que no creo en los finales, ni felices, ni amargos, ni dulces, ni trágicos, ni de película, ni de novela. Ni finales de canción, ni de estación de autobús. Yo sólo creo en el pánico a las despedidas y en las lágrimas de los adiós.
Y como no quiero nada de eso prefiero un beso, un hasta luego, y una carta en el buzón.
Prefiero escribirte que me marcho, que ya rompí tus fotos, borré los mensajes, y guardé en el cajón al fondo del desván los regalos y los recuerdos, los tickets de los conciertos, y las cartas de amor.
Será como si nunca hubieses existido, que ya no sé ni como te llamabas.
Que me han dicho por ahí que no hay nada más triste que un recuerdo feliz. Y si te he visto no me acuerdo.
Pero si nos reencontramos en un tiempo, podemos volver a empezar.





Prometo escribir
y reescribir contigo
la puñetera historia
del nunca acabar.

Él eclipsó las estrellas

LA LUNA Y EL FIRMAMENTO

Porque aquella noche no había nada en el cielo, todo era oscuridad hasta que entramos a la discoteca. Todo lo malo del mundo puede pasar en una de ellas, pero eso no fue lo único que descubrí aquel día. Lo peor fue saber que estaba enamorada, y lo averigué de la forma más dura que existe. Bailas y no notas el dolor de pies, ríes y sientes como la adrenalina te recorre el cuerpo, las endorfinas están haciendo bien su trabajo, pero ni la música a todo volumen pueden callar tus pensamientos, y lo buscas con la mirada. Vences las luces que parpadean y dificultan tu labor, atraviesas con los ojos a todas las personas de la estancia. Sabes que está allí, en alguna parte, si te esfuerzas un poco,  lograrás encontrarlo.
La esquina del fondo, allí cerca de la puerta de los baños, ¿Es él? Si, si que lo es, baila, que gracioso se ve. Y derrepente todo negro, te cuesta mantener el equilibrio, entre tú y el suelo parece haber un abismo y eso que los tacones apenas llegan a los trece centímetros. Lo ha besado. Y sientes morir un poco, o un mucho. Y luchas contra la idea de que esa imagen te pueda, pero es una batalla perdida. Te retiras sin hacer mucho ruido, para que no noten que te han derrotado.
Porque perdermos mil y una batalla, pero no la condición de orgullosos.
Y llegas a casa, te descalzas, y te vas a la cama, porque ya no necesitas desmaquillarte, las lágrimas se han encargado de borrarlo todo. Todo no, el recuerdo quema, y por mucho que lloras, no hay  agua suficiente para apagar el incendio de sentimientos que se ha manifestado en el corazón y se extiende por todo el cuerpo.


PD: Quiero avisar que estoy participando en una nueva iniciativa que os recomiendo encarecidamente, os gustará;


Bésame las Constelaciones

Guárdame en tu recuerdo, en tu bolsillo, en tu paquete de cigarrillos. Fúmame cuando estés estresado, pero no vuelvas a esfumarte sin decir adiós,nunca más. Quiéreme por las mañanas, los mediodías, las tardes y las noches, quiéreme todo el día y hazme el amor de madrugada. A cambio yo seguiré escribiendo tu nombre en los cristales llenos de vaho, aunque pase el tiempo y tú no estés. Aunque los espejos no estén empañados.
Desacelérame el corazón y hazlo correr de nuevo, que tú me has hecho vivir de verdad. Párame los relojes que quiero pasar cada minuto contigo, que quiero horas eternas, que te quiero a ti, que te quiero para siempre. Prométeme la luna, dedícame esa sonrisa que sabes que me vuelve loca, háblame de cualquier cosa, te recito las estrellas, te bailo el agua, te regalo mi vida, yo ya no la quiero, si te tengo a ti. Recuérdame que estoy loca por tus huesos, como si no lo supiera. Nárrame al oído canciones de amor. Quédate conmigo hasta que el reloj deje de marcar las horas, hasta que el sol se ponga en huelga y deje de salir. Hasta que la olas se traguen la Tierra. Elígeme entre todas las demás. Escógeme y por una vez en mi vida, hazme sentir diferente, especial.

Préstame una eternidad a tu lado.


PD: Quiero agradecer a La Isla de los Blogs y sobretodo a Cat, que me dieron un premio por mi entrada de la reseña, y la verdad es que el regalito ha sido una plantilla preciosa para blogger.
Aprovechando esto, quiero decir que he creado un nuevo blog, más personal; Stressed, Depressed, but well Dressed , es un blog solo para lectores invitados, así que os dejo mi correo [anabelenzr95@gmail.com], para que me enviéis vuestra dirección de correo y poder agregaros a la lista de lectura.

Declárame culpable o declárate a mí, amor...

Me acercas. Me alejas. Me besas, me apartas. Me mientes. Me susurras al oído palabras de desamor. Me permites el derecho de conocerte una y otra vez. Me pones la miel en la boca y luego me la quitas sin piedad. Puedes ser terriblemente cruel. El desencadenante de mis incumplimientos. Pero ya me da igual. Me  enfrento a tus estúpidos juicios y ya no me quedan ganas ni argumentos para seguir de proceso en proceso.. Senténciame de una vez. Que no merezco tantas condenas. 
Me llamas. Me cuelgas. Sonríes. Me enloqueces. Silencio. Ahogamos nuestras penas en una ducha. En un arrebato de pasión descontrolado. Y de nuevo, tú satisfecho, yo rota. Busco las respuestas en todos los diccionarios, en miles de enciclopedias. Te convertiste en aire en aire. Tu colonia, mi oxígeno. Te necesitaba más que a nada. Pero gracias a Dios, ese tiempo pasó.
Perdóname si me declaro en rebeldía, pero ya estoy cansada de mirarte a través de un cristal, de aporrear la puerta de tus sentimientos baldíos, y que no me abras, de gritarte y que hagas oídos sordos.
Me pides un beso. Me apartas la cara. Mi problema es no saber decirte que no. Mi problema es no saber pararte los pies. Tú eres mi problema, y no sé como resolverte.
Has dudado de mí. Tu único error. Lo di todo y me has dejado vacía. Has tirado tanto de mí que has acabado por romperme, pero no te has dignado a recoger ni los trozos.
Suerte que he tenido de darme cuenta de como eres, suerte que el tiempo y la vida colocan a cada uno donde corresponde. Suerte de estar vacunada contra el veneno de tu boca y la dulce ponzoña de tus palabras. 
Me abrazas. Me hielo. Es como rodear una piedra.

Declárame culpable o declárate a mí, que no tengo toda la vida.



Correspondencia Ajena VIII

Emisor: Chica/chico con un trastorno alimenticio. Receptor: La enfermedad.
Queridas Ana y Mia;

Permitidme que os tutee, mi vida se ha convertido en un infierno desde que os conozco. Mi cuerpo es una maldición. Nadie debería conoceros nunca. Nadie debería pasar los días atada a la báscula, midiendo cada parte de su cuerpo. Contando las calorías. Cuando la efímera felicidad depende de unos números, algo que es tan irreal. Cuando la imagen que te devuelve el espejo no te gusta. Cuando evitas reflejarte en las superficies, cuando las fotos de ti misma te torturan. Cuando la ropa no te queda bien. Cuando la gente se pasea con sus cuerpos perfectos y el tuyo no es más que una masa grasienta que te oprime. 
Vosotras siempre estáis ahí cuando me siento frente al plato, susurrándome al oído que si consigo acabarmelo todo acabaré siendo una ballena varada en una cama solitaria, alejada del mundo porque nadie quiere estar con alguien como yo. Estaís ahí cuando me subo a la báscula y el número no ha cambiado, para gritarme lo inútil que soy por no ser capaz de bajar un mísero gramo.
Estáis ahí cuando el peso baja, cuando llego a la primera meta para juzgarme, y decirme que no es suficiente. Ana, tú que apareces para apartarme la comida de la boca. Mía, tú que me acompañas al baño, cuando soy débil. No soys mis amigas, no soys nada. Soys la fuerza que me ha atraído hacia el hospital. Vosotras y no mi peso soys la que me habéis hecho perder todo lo que quería... Soys el veneno que enferma una sociedad corrupta de fábrica.
Dejadme en paz. No soys mis amigas, no soys las amigas de nadie.

Hasta los huesos, una víctima más.



Los Ojos de Poe IV.

Capítulo IV. Solo.

Desde el tiempo de mi infancia no he sido
como otros eran, no he visto
como otros veían, no pude traer
mis pasiones de una simple primavera.
De la misma fuente no he tomado
mi pesar, no podría despertar
mi corazón al júbilo con el mismo tono;
Y todo lo que amé, lo amé Solo.
Entonces -en mi infancia- en el alba
de la vida más tempestuosa, se sacó
de cada profundidad de lo bueno y lo malo
el misterio que todavía me ata:
Del torrente, o la fuente,
Del risco rojo de la montaña,
Del sol que giraba a mi alrededor
en su otoño teñido de oro,
Del rayo en el cielo
cuando pasaba volando cerca de mí,
Del trueno y la tormenta,
Y la nube que tomó la forma
(Cuando el resto del Cielo era azul)
De un demonio ante mi vista. - Soledad.
- Edgar Allan Poe.

Ese poema... Como si estuviese escrito para mí. Como si Poe ya me conociese antes de haber nacido... Creo que desvarío, son los dolores... Esto es el infierno. 
¿Saben? Aunque muchos no lo crean, una persona puede sentirse sola aún cuando está rodeado por mucha gente. Yo siempre estuve solo cuando muchas personas decían que me querían. 
Mi padre... Él fue la excepción, no me quería, me tachaba de loco. Decía que acabaría en un manicomio, con una camisa de fuerza golpeándome la cabeza contra las paredes blancas y acolchadas mientras recitaba a "ese chalado macabro" como solía describir al señor Poe. Moriré solo, sobre mi cama, con un cigarrillo en la boca y una mancha en los pulmones. 
Tal vez lleve razón el algo, y es que probablemente muera recitando alguno de sus versos. ¿Por qué no iba a hacerlo? Ese hombre era un genio. Un maldito genio. ¿Un genio maldito?
Guarden la cordura para los mortales. Los dioses no la necesitan. Una vez me preguntaron, qué es el cielo. El cielo es un cuento chino, y aquellos que lo creen, son idiotas. 


PD: Mañana una nueva entrega de Correspondencia Ajena
PD2: Estoy de Cumpleaños, el martes devolveré todos los comentarios desde el Domingo.

Sandra en el País de las Maravillas




Hoy es EL DÍA GLORICIOSO. Ya se oyen las campanas. Entonan. Cantan. Se puede escuchar al viento aullar, Veinticuatro de Agosto. Un día especial en el País de las Maravillas. ¿Queréis saber por qué?
Érase una vez, en una provincia muy andaluza. En una Universidad muy Malagueña. En una Facultad muy de Derecho. Seis personas sellaban una amistad que rompería los límites de lo conocido. Hoy es el día del cumpleaños de una de esas personas... Sandra, que tiene el poder de pensar en seis cosas imposibles antes de que el profesor lleguea clase.
La mejor bailarina de la deliranza.
¿Deli-qué? 


















¡DELIRANZA!
En loquilandia se baila mejor.
Ella llegó a nuestras vidas, como llegan los huracanes, primero oyes a alguien hablar de ellos, y cuando crees que estás preparado para conocerla, ¡BOOM! Arrasa contigo, te pone el mundo patas arriba. ¡Que curioso... Curiosísimo!
Es de esas personas que siempre consiguen hacerte sonreír, aunque no se lo proponga. Una persona que te desubica y te hace encontrarte. Y hablo ennombre de todos cuando digo que nos enfrentaríamos a mil y un galimatazos por verla feliz.


Brillaba, brumeando negro, el sol;
agiliscosos giroscaban los limazones
banerrando por las váparas lejanas;
mimosos se fruncían los borogobios
mientras el momio rantas murgiflaba.
¡Cuidate del Galimatazo, hijo mío!
¡Guárdate de los dientes que trituran
y de las zarpas que desgarran!
¡Cuidate del pájaro Jubo-Jubo y
que no te agarre el frumioso Magnapresa!






No nos queda más que felicitar a esta niña tan especial, de una forma especial tan bien, así que Sandra, Much... ¡CUCHAAAAAAAAAAAAARA! ...
MUCHAS FELICIDADES.
Tus tetes, te quieren dedicar unas tazas... digo palabras;

Pepito:

Era la típica noche de verano. de esas cortas y calurosas, y de hecho era la noche más corta del año.Tras los sucesivos recoradatorios de no llegar tarde y la presión más asfixiante que el tiempo de los examenes, esperaba intranquilo la llegada de dos amigos.Mas un mensaje de whasap cambiaba el lugar de encuentro hacia un Burger King relativamente lejano para llegar a la hora de los fuegos.
Entonces me apresuré inmediatamente embistiendo o esquivando a los que se interponían en mi camino.
Todo aquello mereció la pena cuando me encontré entre toda la multitud justo al lado mía a mis dos buscados amigos hablando de mí en ese instante,
aproveché la opurtunidad para interrumpir la conversación, preguntando algo así
como ¿Qué pasa con Pepe? provocando el susto contenido de Juanfran y el gritito característico de Sandra.
A partir de entonces, mis poros se adpataron a la humedad, mi nariz a las hogueras de San Juan y ya ni siquiera me molestaba el getío de alrededor,había olvidado las preocupaciones y estaba disfrutando gracias a vosostros.
Habíais hecho algo muy fácil pero muy difícil para la mayoría: ser muy buenos amigos e invitarme a quedar aunque no teníais por qué acordaos de mí.
l día a día con nosotros en la facultad de Derecho. Felicitarte por tu siempre buena predisposición con los demás y por transmitirnos tu alegría,como cuando subiste el video del pollito. Espero que c
Igualmente hoy toca acordarse de Sandra, que cumple 19 años muy merecidos, pues siempre se ha currado mucho los cumples (JF también por supuesto)y
eelebremos tu cumple durante muchos años más.
Un saludo de tu amigo Pepe .

Ana;
Después de tantas historias, aventuras, y episodios de los tetes, ya es difícil encontrar un capítulo destacable sobre el que basar una dedicatoria. Pero empezaré desde el principio; Nos conocimos, pues como se conoce la gente normal, a través de otra gente. Y congeniamos, pues no como congenia la gente normal. Congeniamos de manera especial. Como la gente que sabe que estará junta muchísimo tiempo.
Para mí, has sido de lo más grande que ha pisado la Tierra. Una conductora de primera clase que nos pone Green Day como banda sonora para nuestros TRAMBÓLIKOS viajes... Todavía recuerdo cuando fuimos a tráfico en busca del carnet y casi morimos en el intento. Pero "gasia a dioh tamos bien". Sinceramente, te agradezco todos los momentos pasados y los que están por venir. Porque eres una amiga que vale la pena, y no puedo expresar con palabras lo mucho que me alegro de haberte conocido. ¡Que tienes los ojitos más bonitos de todos los tetes!
Ay ay ay Sandrita... Eres una persona única, irrepetible, de lo mejor.
Nunca pierdas tu muchosidad.
Con todo el cariño del mundo mundial, Ana.

Anabel;

My Dear Sandra (Burtoniana):
Me encantan escribir dedicatorias para los cumpleaños, y una de ellas es la tuya,la chica de ojos azules que le da vida a nuestro grupo.
Desde que nos conocimos, combinamos muy bien, ya que tenemos muchas cosas en común,como por ejemplo nuestro amor platónico (Jhonny Depp)y todas las peliculas de Tim Burton *-*,además de todas las risas que nos damos todo el grupo contigo.  
Eres una persona divertida y que quisiera tener siempre, una persona verdadera y que hace reír y sonreir a los demás.
También nuestra gran afición por Historia del Arte,que es algo que me encanta que tengamos en común.
Te dejo con uno de mis besitos muuaks!de tu amiga historiadora del arte. Anabel.
Llevamos poco tiempo conociéndonos, pero eres una de esas personas a las que quiero conocer mucho más
.

Miriam;
 
Saaaaandrita FELIZ CUMPLE de mí pa’ ti <3
Qué curioso me parece cuando pienso que hace un añito ni tan siquiera te conocía y ahora eres de mis mejores amigas, supongo que son estas cosas las que la vida planea para hacer de nuestra existencia algo tan fantástico…
Y digo fantástico porque sin duda conocerte tanto a ti como a los demás me cambió tanto la vida que miro hacia atrás y no sé cómo he podido vivir 19 años sin vosotros.
digo que espero que nuestra amistad sea tan duradera como la vida misma, porque si algo tengo claro es que mejores amigos no puedo tener. De nuevo, grac
Eres una gran amiga y eso no hace falta recordarlo pero siempre es un momento idóneo para agradecerlo y qué mejor oportunidad que tu cumple para hacerlo.
Y por ello, t
eias por ser tú, pero sobretodo por ser una amiga genial. DISFRUTA ESTE DÍA CÓMO NUNCA, VIEJA ^^
La Faraona, Miriam.
Juanfri;
Ciertamente, no se por donde empezar,he podido crear este vídeo desde 0, he podido ver las cosas increibles y maravillosas que han escrito cada miembro que ha aportado su granito para hacer que este video sea de lo más largo que haya creado;
y ahora llegado mi turno solo puedo empezar por decir que estoy muy orgulloso de todo este tiempo, el mismo tiempo que ha construido la adversidad y la felicidad, la razón y la locura, la diversión y la tristeza, un tiempo en el que me has podido demostrar lo genial que está despertarse cada mañana sabiendo que hay alguien tan lejos pero tan cerca que desde muy temprano se ha acordado de ti y te ha mandado sus primeros buenos dias de la mañana, que tiene los ojos más bonitos que hayan reflejado alguna vez la cara de quien los mira alguien que siempre ha estado ahi, desde lo bueno hasta lo más malo, incluso cuando nadie había querido estar,
tu siempre estuviste, o cosas tan simples y sencillas como es que te lleven por primera vez a gran cantidad de sitios nuevos y sentir que la importancia de las cosas está más allá de lo que podamos ver y oir, sino en aquellas cosas inmateriales que solo se llegan a sentir, cosas que solo llegan a sentir dos personas tan parecidas, que llega a asustar... Me has dejado enseñarte lo que implica tener un novio, el gasto tan grande economicamente que supone, los cuidados intensivos que requiere una relación y que te quiere muchisimo.
iene un grupo, que dió los primeros brotes desde el primer día que pisé por la mañana los pasillos que me llevaron al Aula 13... El Aula 13 donde estabamos tu y yo... 13 + Tu + Yo = 15 ¿Casualidad? Me lo acabo de marcar... Pero de casualidades se alimentan las ilusiones. Un gru
Supongo que es una de esas cosas que cuando las cuentas nadie se las cree, todo el mundo piensa que lo que no se ve, no se toca y no huele no existe pero eso es porque nadie tiene la suerte de tener lo que tengo yo que es algo más que una novia... Es mucho más, es mi simbiosis.
Desde que nos conocemos, desde aquel día en nuestro techo con lejanas vistas al mar, desde el momento en que aquellas vistas se acortaron en un beso que nos unió casi sin darnos cuenta a lo que hoy son 9 meses juntos.
Más tarde podimos ver la fuerza que
tpo que no se separa de ninguna manera, un grupo que cada vez que llega solo piensa en reencontrarse con el resto para dar ese largo abrazo de “Me alegro de verte” y esos dos besos que dicen “Te quiero”, excepto Ana cuando está de examenes que solo quiere meter la cabeza en el microondas XD Hoy es el día Gloricioso del que se hablaba más arriba, tu 19 cumpleaños, 9 meses más atrás apenas habías cumplido los 18 y la vida nos hizo el regalo a los dos de estar juntos..
to a ti para celebrar juntos cada uno de tus cumpleaños, quiero sentir tu corazón tan cerca del mio con “i-don-t-want-to-miss-a-thing” y quiero que seas el motivo por el que me agobie tanto buscando el regalo perfecto hasta el punto de no tener ni idea y tener que improvisar cualquier cosa que supere la anterior, porque gracias a eso, hoy estas leyendo esto, y gracias a esto.. hoy me acabaras dando un beso... sé que te gusta conducir y atropellar gente, pero hoy te voy a incitar a que SIEMPRE que te SIENTAS como el culo, quiero que veas este vídeo y te acuerdes de que mínimo 5 personas, los mismos 5 que te han dedicado sus palabras, que han estado contigo estos 9 meses y que te van a seguir regalando su tiempo durante muchisimos años, te quieren muchisimo y siempre van a estar dispuestos a echarte una mano para que no te sientas sola, y puedas sentarte acompañada =)
Quiero que sepas que me encantas tal y como eres, con todas tus locuras, con tus pocos defectos y con tus grandes virtudes, aunque en tu opinión quizás tengas más defectos que virtudes, yo no pienso igual y me da igual lo que pienses porque cuando piensas mal de ti, antes podías desaparecer.. ahora estoy yo para desaparecer contigo y llamarte petarda y después darte un beso que te quite la tristeza y la tonteria y te vuelva la felicidad y la locura =)

Reseña 1# - La Isla de los Blogs

Hoy os traigo una entrada especial, una reseña. Es la primera que hago y espero que os guste.

La Isla de Los Blogs




El blog que voy a reseñar es "La Isla de Los Blogs", para quiénes no conozcáis esta página, os diré que es un espacio donde se encargan, mayormente, en reseñar blogs y puntuarlos en base a su diseño, contenido, etc... A demás tiene otras secciones muy interesantes que abordaré más adelante. 

DISEÑO.

Empiezo por el diseño ya que es como la cara del blog, lo primero que la gente ve cuando entra a tu página y yo creo que es algo muy personal. Tan importante es un contenido bueno como una presentación agradable. Y la verdad es que la plantilla me encanta. Si no me equivoco está diseñada por una de las administradoras del blog..
El diseño cuenta con una cabecera amplia, llena de colores y con el logo central del blog en medio. Es armonioso, y a la vez alegre. Tiene una barra superior perfectamente ordenada y que es una gran ayuda para orientarnos a los que llegamos nuevos al blog. 
Letra negra sobre fondo blanco que lo hace fácil a la hora de leer y evita que sea molesto o cansado.
Una barra lateral izquierda, donde podemos encontrar la página de facebook, que yo recomiendo visitar, ya que hay muchas curiosidades y el e-mail. Así como suscripción por correo, que viene muy bien a los que tenemos muchos blogs para leer y queremos estar más atentos. Un enlace para saber cuando será publicada tu reseña, esto me parece de lo más útil y os felicito por ello.
Más abajo está el banner del blog. El archivo del blog, el blog de las autoras y las etiquetas, que están dispuestas de un modo muy original que no he visto en ningún blog hasta ahora.

CONTENIDO.

Como mencioné anteriormente, hay una barra superior donde podemos encontrar; 
"Inicio".
 "Administradoras" donde podemos conocer más a cada una de las integrantes de la página, sinceramente a mí ésto me gusta mucho, porque me gusta conocer un poco a las personas que leo, es una manía personal.
"¿Cómo participar?" Aquí te explican los pasos a seguir para poder participar en la iniciativa. Está todo muy claro, y si no, cuenta con una página de dudas para las preguntas más comunes.
Es un blog realmente completo.
"Blogs que participan" - Aquí está la lista de todos los blogs que participan hasta el momento en la iniciativa y sus links, es genial para conocer nuevas páginas que nos puedan interesar.
"Secciones". Aquí hay muchas cosas que comentar, ya que además de reseñar blogs. Hay otras muchas cosas, empecemos:
Entrevistas: Actualmente el formulario de participación está cerrado, pero es realmente  interesante, yo he conocido bloggers fantásticos gracias a esta sección. Personalmente os recomiendo que las leáis porque os gustarán.

Tutoriales: Esto a mí me fascina. Me encanta cambiar el diseño del blog y personalizarlo, y los tutoriales de este blog son tan sencillos como encantadores y útiles, tanto si acabas de empezar como si la llevas tiempo en el mundo blogger.

Noticias: Otra cosa buena que tiene este blog es que no es monótono, si no que nos trae nuevas iniciativas, secciones, ideas y nos lo notifica para que siempre estemos informados.
¡Saca tu novela de la papelera!: Esto es el filón de oro, al menos para mí. Me encantan los relatos y los que leáis mi blog lo sabéis. En esta sección que aún no se ha abierto pero ya está en marcha, se encargarán de reseñar nuestros relatos. Como es natural yo ya envié el formulario, y os invito a que lo hagáis también porque es cierto que los que tenemos blogs de escritos normalmente nos cuesta más darnos un poco a conocer.
¡Si comentas... Te premiamos!: Esta es una iniciativa para que la gente se anime a dejar comentarios en las entradas, tal y como dice el nombre si comentas muy seguido los diferentes post, ellos se encargan de hacer mini-reseñas de tu blog y comentarte lo que deberías cambiar o lo que más gusta de tu blog. Es una muy buena idea para incentivar a la gente a que deje un comentario.
"Afiliados": Aquí puedes encontrar una serie de banners de todos los blogs afiliados de la página.
Y por último:
"Contacto": donde te ofrecen un formulario ara contactar en caso de alguna duda.


Bueno, pues creo que eso es todo. En mi opinión, es un blog con un diseño inmejorable, pero si es por ponerle alguna pega, a mí me gustaba más la anterior cabecera, aunque eso es cuestión de gusto. Por otra parte el contenido siempre es fantástico, las entradas se entienden a la perfección y el contenido variado evita la pesadez.
El único fallo son las reseñas de blogs que cuando visitas llevan ya meses sin publicar, yo pondría entre las normas un aviso, diciendo que si el blog se encuenta inactivo durante un mes, no será reseñado. Se ahorraría mucho trabajo, porque a la hora de visitarlos también resulta engorroso. 
Por todo lo demás, me encanta.
9/10

Cumplimos cien horas

Las cosas siempre pasan por algo. Y tú has pasado por mi vida. Me has dejado huella y has tatuado en mi piel los besos invisibles que nunca me diste. Has perturbado mi sueño y te has instalado en mis amaneceres vacíos. Te he buscado en el hueco de la cama para contarte todo lo que siento, pero nunca estabas. Ahora que te has ido te pienso incluso más que antes, y sé que si no hubieses aparecido un martes en el que todo parecía ir mal, las cosas habrían sido muy diferentes. Me habría rendido sin luchar, pero tu sonrisa pintó mis amaneceres, me mantuvo feliz, me hizo creer en el destino, un destino que parecía haberse rendido a mí. Un Destino que creí mío, aunque no lo era.
Gracias a tus ojos, que me mantuvieron anclada a esta isla desierta de miedos, he descubierto partes de mi que no sabía que tenía. Y aunque me cueste la vida, no me rendiré. Todo gracias a ti... Y tú nunca lo sabrás. Los octubre serán nuestros. Los febrero solo míos. Puede que nos reencontremos un septiembre, pero yo te reservo los marzo, y que llegues con la primavera para darme color después de un invierno sin ti.
No comeremos croissants para desayunar, ni tomaremos un café recordando viejos tiempos, porque no existen momentos que recordar. No pasearemos por París en otoño, Les Champs Elysées no nos esperan. Tampoco  navegaremos en góndola por Venecia ni veremos mil y un amaneceres. No caminaremos descalzos por la playa y nunca me abrazarás como yo quiero que lo hagas. La lluvia no me empapará mientras me besas, y nunca te quitaré la ropa mientras me miras y sonríes. Jamás me despertarás con un beso... Jamás podré admirarte mientras duermes.

Y me darán las dos, las tres y las cuatro de la mañana enumerando lo que nunca será, y te seguiré buscando hasta en la sopa de letras, y te seguiré nombrando para no olvidarte, y seguiré sonriendo cuando alguien diga tu nombre aunque no se refiera a ti. Y cada sábado te seguiré pensando. Soñaré por ti. Que quizá un día volvamos a vernos.


And You Let Her Go

Yo ya me he acostumbrado a tus excusas, a mover a tu gusto las estaciones de mi vida para acomodarme a tus temperaturas. Si tú estás frío, yo te llevo el calor de verano. Siempre haciendo y deshaciendo a tu placer. Pero hoy ya no, porque me he cansado. Porque simplemente no me apetece seguirte la corriente. Tus ríos se me han quedado pequeños, y me voy a buscar otros mares. Porque yo no tengo nada que perder, y tú me has perdido a mí. Pequé de ilusa hace tiempo. Caí con la misma piedra en doce ocasiones más una, y ya que me he levantado, que no me quedan huecos en el cuerpo para más moratones. Me voy. Lo dejo. Dimito. Abdico de ti, no me vuelvas a llamar reina. No me susurres al oído, no me acaricies la espalda, no memorices mis lunares, no beses cada una de mis vértebras, no me sonrías. 
Y no quiero volver a oirte, porque por cada vez que creía que llegaría mi momento, me llevé un golpe. Y ya estoy harta de sufrir. De esa sensación de que las cosas nunca me van a salir bien. Porque decepcionarme es lo peor que puedes hacerme. Y a ti, te he dejado decepcionarme doce veces más una. A la séptima debí comprender que ésto no tenía futuro más allá del pasado. Ni presentes, ni regalos. A la octava debí haber recogido mi orgullo y haberme marchado. A la onceava... En fin.

Y si me dejas ir, no esperes que vuelva. No es nada personal, simplemente no me oriento bien.


Aprendiz Reticente

Descubrí que si me mantenía lo suficientemente en silencio podía sentir como si tu corazón latiera en código morse. Desde entonces empecé a callar más. Aprendí a leer con los dedos, igual que hacen los ciegos, para tener una excusa para recorrer con mis manos los lunares de tu espalda. 
Voy a hacer de ti una ciencia. Que pretendo hacer carrera en el amor contigo. Graduada en sueños por cumplir. Doctorada en tus virtudes, y tus secretos. Licenciada en noches en vela a tu lado, en la cama. Experta en todas y cada una de tus sonrisas, que ya no se me escapa ni una. Diplomada en aquello que más te gusta.
Voy a pintarte cuadros, aunque no distinga los colores, aunque no sepa dibujar, aunque discuta con los matices y me pelee con los lienzos en blanco. Voy a esculpirte, aunque no sea capaz de plasmarte en piedra, ni en arcilla. Voy a cantarte canciones de amor, aunque desafine, aunque jamás aprenda a tocar más instrumentos que la pandereta y el triángulo. Voy a bailarte, a pesar de que me tropiece, aunque tenga dos pies izquierdos,  aunque no recuerde la coreografía y seme traben los pasos más sencillos.
Voy a escribirte mil versos, aunque no rimen. A enviarte trescientas sesenta y cinco cartas más una, aunque tú no las leas. 
Voy a quererte, aunque me sangre el corazón. Aunque me lloren los ojos. Aunque tú no me ames. 
Y voy a llorarte, aunque no me queden lágrimas que derramar.


Trenes

Hay trenes que pasan dos veces.

Y tres, y cuatro, y cinco... Hay trenes recurrentes en tu vida. Trenes sin estación, pero que siempre están ahí. Trenes que te esperan en el portal de casa. Que te llevan adar una vuelta. Trenes, que jamás serán el tren de tu vida, ese de la única oportunidad. Ese del que todos hablan. Pero si que será el tren de tus recuerdos. Trenes que pasan, que te cojen cariño. Trenes cuyas vías no te cansas de recorrer. Donde siempre encuentras algo nuevo. Trenes de los que casi te enamoras, pero que siempre arrivan antes de tiempo.
Trenes cuyos pasajeros te conocen mejor que tu misma. Trenes en cuyos vagones vives historias breves pero intensas. Trenes cuyo maquinista ya es casi de la familia. Hay trenes que no deberías dejar pasar, y trenes en los que deberías subir solo para echar un vistazo. Hay trenes que te roban el corazón y que te regalan sonrisas.
Hay trenes en los que vives tanto que cuando al fin hay que dejarlos pasar, te dejan un túnel en el corazón.



Te Robo una Frase II

Rodeó la esquina de la mesa y se plantó ante mí. Extendió la mano izquierda y me levantó la barbilla. —Raymond Chandler —La hermana pequeña.

Caminábamos descalzos por el fino hilo que separa la cordura y la locura. Nos prometimos amor eterno. Amor para siempre durante un breve período. Porque él me abandonó a mi suerte y yo me abandoné a secas.

No era un día cualquiera. Era jueves, y a mí me gustan los jueves. Íbamos a vernos. Necesitaba estar con él. Verlo. Sentirlo. Acariciarlo. Perderme en sus ojos azulados y morderle el labio inferior. Juguetear con su pelo cobrizo y recorrer su espalda con la punta de los dedos. Cuando tocó a la puerta me sobresalté, pero empujada por la alegría de saber quién me esperaba tras aquel viejo tablón de madera salí corriendo de la cocina, y aunque a penas recorrí un par de metros, le abrí casi sin aliento.
- Hola Aubry - Dijo, con el semblante serio.
- Hola Marc - Respondí abrumada por el tono de su voz. Quería lanzarme y besarlo, pero algo me decía que no era el momento. Así que apreté los puños, me mordí el interior de la mejilla e hice un ademán para que pasase dentro.
Una vez en el salón, le sugerí que tomase asiento, pero me hizo un gesto de negación, y en ese momento comprendí que realmente algo no iba bien. 
- ¿Qué ocurre, Marc? - Pregunté.
- Aubry... Tengo que irme.
- ¿Qué? ... Pero si acabas de llegar.
- No, digo irme de la ciudad... Del País.
- ¿Cómo que te marchas? ¿A dónde?
- Es difícil de explicar. Tengo que irme a Noruega por motivos personales... Ya sabes que la mitad de mi familia está allí.
- No puedes irte...- El nudo de mi garganta amenazaba con ahogarme, y yo no estaba dispuesta a luchar demasiado tiempo. Mis ojos enrojecidos por las lágrimas que estaban a punto de empezar a caer sin freno, decían mucho más de lo que yo era capaz de expresar con palabras. Enterré el rostro entre las manos para ocultarme. Y le grité que se fuera. Gracias a dios, no me hizo caso. Rodeó la esquina de la mesa y se plantó ante mí. Extendió la mano izquierda y me levantó la barbilla, enjugó mis lágrimas y muy despacio, con una delicadeza impropia de él, acercó sus labios a los míos para sellar una promesa que aún no me había hecho.
Apenas volvimos a hablar en toda la tarde, yo aun estaba asimilando la noticia.
- ¿Cuándo te vas?
- Mañana. - Otro jarro de agua fría.
- ¿Por qué has esperado hasta hoy paara decírmelo?
- Porque no quería que nada cambiase entre nosotros.
- Ahora todo ha cambiado en una fracción de segundo.
- Lo sé, y lo siento... Pero estos últimos meses han sido maravillosos a tu lado... Aubry... Te...
- No lo digas... - Y el nudo de mi garganta se vuelve de fuego y me abrasa por dentro.
- ¿Me olvidarás? - Pregunta cabizbajo.
- Cada día de mi vida.
Y volvimos a besarnos. Poniendo punto y coma a una historia, que quién sabe, tal vez se vuelva a reescribir con final feliz.





Correspondencia Ajena VII

Participa en Correspondencia Ajena
Emisor: Persona Enamorada. Receptor: Su amor Imposible.
Amor Mío;

Si te digo que de todos mis relatos eres el protagonista. Si te confieso que de todas mis historias de amor eres lo que me inspira, quizá me tomes por loca, quizá te sientas halagado. Si te contara todos los textos que llevan tu nombre, todas las rimas que te he dedicado, las canciones que me recuerdan a ti... Probablemente huirías despavorido.
 No estoy segura de saber como te llamas, y aún así ya encabezas mi lista de sueños. Has batido un récord en mis cuadernos de escritos, y es que si supiera dibujar tendría tu retrato hasta en el techo de la habitación, y si supiese componer te haría las mejores canciones. Porque soy una soñadora empedernida y tu mi sueño recurrente del que no quiero despertar. Porque la única pesadilla que me inspiras es la de perderte algún día. Sé que no me conoces más allá de la sonrisa que te dedico, sé que no sabes mi nombre. 
Sueño que te conozco, que eres para mí. Y cada día que amanece, cada día que no estás recostado a mi lado, cada día que te busco por las calles, y sobre todo por las carreteras, cada día que pasa, sueño que me atrevo a saludarte, que me presento con osadía, que te declaro la guerra, que te confieso mis ganas de conocerte. Y sobre todo, sueño que tu me aceptas, que también quieres conocerme, que las sonrisas eran provocadas por mis miradas y no un simple gesto de cortesía.
Sueño contigo para un día poder decir que estoy contigo y sueño con un mañana.

Eternamente tuya.


PD: Nuevo PREMIO

Los Ojos de Poe III

Los Ojos de Poe. Capítulo III. Parecía un Cuervo. 

Una vez, al filo de una lúgubre media noche,
mientras débil y cansado, en tristes reflexiones embebido,
inclinado sobre un viejo y raro libro de olvidada ciencia,
cabeceando, casi dormido,
se oyó de súbito un leve golpe,
como si suavemente tocaran,
tocaran a la puerta de mi cuarto.
“Es —dije musitando— un visitante
tocando quedo a la puerta de mi cuarto.
Eso es todo, y nada más.”

¡Ah! aquel lúcido recuerdo
de un gélido diciembre;
espectros de brasas moribundas
reflejadas en el suelo;
angustia del deseo del nuevo día;
en vano encareciendo a mis libros
dieran tregua a mi dolor.
Dolor por la pérdida de Leonora, la única,
virgen radiante, Leonora por los ángeles llamada.
Aquí ya sin nombre, para siempre.

Y el crujir triste, vago, escalofriante
de la seda de las cortinas rojas
me llenaba de fantásticos terrores
jamás antes sentidos. Y ahora aquí, en pie,
acallando el latido de mi corazón,
vuelvo a repetir:
“Es un visitante a la puerta de mi cuarto
queriendo entrar. Algún visitante
que a deshora a mi cuarto quiere entrar.
Eso es todo, y nada más.”

Ahora, mi ánimo cobraba bríos,
y ya sin titubeos:
“Señor —dije— o señora, en verdad vuestro perdón
imploro,
mas el caso es que, adormilado
cuando vinisteis a tocar quedamente,
tan quedo vinisteis a llamar,
a llamar a la puerta de mi cuarto,
que apenas pude creer que os oía.”
Y entonces abrí de par en par la puerta:
Oscuridad, y nada más.

Escrutando hondo en aquella negrura
permanecí largo rato, atónito, temeroso,
dudando, soñando sueños que ningún mortal
se haya atrevido jamás a soñar.
Mas en el silencio insondable la quietud callaba,
y la única palabra ahí proferida
era el balbuceo de un nombre: “¿Leonora?”
Lo pronuncié en un susurro, y el eco
lo devolvió en un murmullo: “¡Leonora!”
Apenas esto fue, y nada más.

Vuelto a mi cuarto, mi alma toda,
toda mi alma abrasándose dentro de mí,
no tardé en oír de nuevo tocar con mayor fuerza.
“Ciertamente —me dije—, ciertamente
algo sucede en la reja de mi ventana.
Dejad, pues, que vea lo que sucede allí,
y así penetrar pueda en el misterio.
Dejad que a mi corazón llegue un momento el silencio,
y así penetrar pueda en el misterio.”
¡Es el viento, y nada más!
De un golpe abrí la puerta,
y con suave batir de alas, entró
un majestuoso cuervo
de los santos días idos.
Sin asomos de reverencia,
ni un instante quedo;
y con aires de gran señor o de gran dama
fue a posarse en el busto de Palas,
sobre el dintel de mi puerta.
Posado, inmóvil, y nada más.

Entonces, este pájaro de ébano
cambió mis tristes fantasías en una sonrisa
con el grave y severo decoro
del aspecto de que se revestía.
“Aun con tu cresta cercenada y mocha —le dije—,
no serás un cobarde,
hórrido cuervo vetusto y amenazador.
Evadido de la ribera nocturna.
¡Dime cuál es tu nombre en la ribera de la Noche Plutónica!”
Y el Cuervo dijo: “Nunca más.”

Cuánto me asombró que pájaro tan desgarbado
pudiera hablar tan claramente;
aunque poco significaba su respuesta.
Poco pertinente era. Pues no podemos
sino concordar en que ningún ser humano
ha sido antes bendecido con la visión de un pájaro
posado sobre el dintel de su puerta,
pájaro o bestia, posado en el busto esculpido
de Palas en el dintel de su puerta
con semejante nombre: “Nunca más.”

Mas el Cuervo, posado solitario en el sereno busto.
las palabras pronunció, como vertiendo
su alma sólo en esas palabras.
Nada más dijo entonces;
no movió ni una pluma.
Y entonces yo me dije, apenas murmurando:
“Otros amigos se han ido antes;
mañana él también me dejará,
como me abandonaron mis esperanzas.”
Y entonces dijo el pájaro: “Nunca más.”

Sobrecogido al romper el silencio
tan idóneas palabras,
“sin duda —pensé—, sin duda lo que dice
es todo lo que sabe, su solo repertorio, aprendido
de un amo infortunado a quien desastre impío
persiguió, acosó sin dar tregua
hasta que su cantinela sólo tuvo un sentido,
hasta que las endechas de su esperanza
llevaron sólo esa carga melancólica
de ‘Nunca, nunca más’.”

Mas el Cuervo arrancó todavía
de mis tristes fantasías una sonrisa;
acerqué un mullido asiento
frente al pájaro, el busto y la puerta;
y entonces, hundiéndome en el terciopelo,
empecé a enlazar una fantasía con otra,
pensando en lo que este ominoso pájaro de antaño,
lo que este torvo, desgarbado, hórrido,
flaco y ominoso pájaro de antaño
quería decir granzando: “Nunca más.”

En esto cavilaba, sentado, sin pronunciar palabra,
frente al ave cuyos ojos, como-tizones encendidos,
quemaban hasta el fondo de mi pecho.
Esto y más, sentado, adivinaba,
con la cabeza reclinada
en el aterciopelado forro del cojín
acariciado por la luz de la lámpara;
en el forro de terciopelo violeta
acariciado por la luz de la lámpara
¡que ella no oprimiría, ¡ay!, nunca más!

Entonces me pareció que el aire
se tornaba más denso, perfumado
por invisible incensario mecido por serafines
cuyas pisadas tintineaban en el piso alfombrado.
“¡Miserable —dije—, tu Dios te ha concedido,
por estos ángeles te ha otorgado una tregua,
tregua de nepente de tus recuerdos de Leonora!
¡Apura, oh, apura este dulce nepente
y olvida a tu ausente Leonora!”
Y el Cuervo dijo: “Nunca más.”

“¡Profeta!” —exclamé—, ¡cosa diabólica!
¡Profeta, sí, seas pájaro o demonio
enviado por el Tentador, o arrojado
por la tempestad a este refugio desolado e impávido,
a esta desértica tierra encantada,
a este HOGAR hechizado por el horror!
Profeta, dime, en verdad te lo imploro,
¿hay, dime, hay bálsamo en Galaad?
¡Dime, dime, te imploro!”
Y el cuervo dijo: “Nunca más.”

“¡Profeta! —exclamé—, ¡cosa diabólica!
¡Profeta, sí, seas pájaro o demonio!
¡Por ese cielo que se curva sobre nuestras cabezas,
ese Dios que adoramos tú y yo,
dile a esta alma abrumada de penas si en el remoto Edén
tendrá en sus brazos a una santa doncella
llamada por los ángeles Leonora,
tendrá en sus brazos a una rara y radiante virgen
llamada por los ángeles Leonora!”
Y el cuervo dijo: “Nunca más.”

“¡Sea esa palabra nuestra señal de partida
pájaro o espíritu maligno! —le grité presuntuoso.
¡Vuelve a la tempestad, a la ribera de la Noche Plutónica.
No dejes pluma negra alguna, prenda de la mentira
que profirió tu espíritu!
Deja mi soledad intacta.
Abandona el busto del dintel de mi puerta.
Aparta tu pico de mi corazón
y tu figura del dintel de mi puerta.
Y el Cuervo dijo: “Nunca más.”

Y el Cuervo nunca emprendió el VUELO.
Aún sigue posado, aún sigue posado
en el pálido busto de Palas.
en el dintel de la puerta de mi cuarto.
Y sus ojos tienen la apariencia
de los de un demonio que está soñando.
Y la luz de la lámpara que sobre él se derrama
tiende en el suelo su sombra. Y mi alma,
del fondo de esa sombra que flota sobre el suelo,
no podrá liberarse. ¡Nunca más!

-Edgar Allan Poe.

De entre todos los poemas de Poe, éste es mi preferido. Era sólo un niño cuando mi hermano me lo recitaba. Yo no hacía más que pedirle que me lo repitiera una y otra y otra vez. Llegué a memorizarlo, lo hice mío. Despertó mis ganas de escribir. Así nació el Edgar que conocéis ahora. Yo también fui un crío inocente antes de convertirme en el insoportable que escribe estas letras. Fui un niño hechizado por la magia de unas palabras que me hacían estremecerme. No me daban miedo los relatos de Poe, yo siempre quería más y más. Nunca tenía suficiente...
Quizá piensen que es un alarde de soberbía incluir en este breve relato sobre mi persona, el poema completo del señor Poe. Pero es tan parte de mí, como este cáncer que me mata. Si tuviese el suficiente espacio en mi cuerpo para tantos versos me los habría tatuado uno a uno. Me habría convertido en parte de su obra, como su obra lo es de mí. En esta especie de carta no podía faltar "The Raven" porque de haberlo hecho, no estaría completa. Y más importante aún, no sería mía. 
En ocasiones caminaba por casa recitando sus versos, recuerdo las miradas curiosas de las visitas, comentando entre ellas mi particular forma de hablar... Paletos, incultos, proletario... No lo entendían... Ya desde pequeño era un incomprendido, yo con siete años ya era más listo que toda esa inmundicia que se paraba en mi casa a tomar cervezas con mi padre, un sucio holgazán que no meneaba el culo de delante de la televisión (y perdonen mi lenguaje, pero nunca soporté a ese hombre).  Que se convirtió en un borracho tras la muerte de mi madre. A ella le dediqué mi primer poema, ella me arrancó mis primeros versos de verdad. A ella se lo debo todo, primero la vida, y después mi éxito. 

Réquiem por una rosa;
Cálida y éterea, dulce luna,
ya no está, no me acuna,
huele a rosas el jardín,
ya no está, en su boca el carmín.
Fue la más bella de mi reino particular,
brotan espinas del recuerdo a olvidar,
no volverán los pájaros a entonar,
las canciones que un día la oí cantar,
Fría mañana, sólo y sin ella,
despierta el mundo con la ausencia de la más bella.




Kiss me Hard before you go

Se llama Hugh. Lo nuestro no tiene nombre.

Era un hombre amargo, como el café que compartíamos después de cada polvo. Era salvaje, como un lobo que ha llegado a la ciudad con ganas de comerse una o dos ovejitas. Quizá eso pensó de mí la primera vez que me vio, con mi pelo corto y rubio, con mis gafas y con mi sonrisa. Me veía como una presa fácil, quiso usarme y después romperme el corazón, pero me estaba subestimando. Hugh no lo sabía, pero yo sería su único problema y tampoco sabía que sería capaz de todo con tal de resolverme. Era difícil, era tosco y fuerte. Tenía ese aire de superioridad que yo siempre he detestado, pero de algún modo u otro, él hacía que hasta los defectos me pareciesen virtudes. 
Cuando me sujetaba la cadera con su musculoso brazo y me atraía hacia sí con fuerza, yo no me resistía. Me encantaba chocar contra él, me encantaba sentir su piel ardiente atravesando mi camisa. Me sentía protegida, lejos del alcance de los demás. Tenía ese don, en realidad tenía muchos dones, pero ese era el que más me gustaba. 
Me resistía a pensar que algún día, tal y como había venido se marcharía, aunque en el fondo sabía que acabaría ocurriendo. Siempre con su pelo despeinado, su chaqueta de cuero, su camisa blanca y sus vaqueros raídos. Con un puro en la boca y una sonrisa en los labios. Apestaba a alcohol cada vez que me besaba. Y yo me volví adicta a los besos con sabor a whiskey del caro... Y él se volvió adicto a mí.
Montamos en su moto, le pregunté cual era nuestro destino y me dijo que eso no importaba, que lo único relevante era que el destino era nuestro.
Él es mío.Yo soy suya. Y la noche es nuestra.



PD: He sido nominada a dos nuevos PREMIOS. Muchas gracias Nerea  y Selene.
PD2: He añadido una nueva sección al blog; Afiliados

Una Palabra, Una Historia II

MIRADA




Alza la vista con agorrancia. Su mirada se clavó en mi pecho como se clavan los trozos de los corazones rotos en el alma de sus dueños.
Tenía ojos del color de la coca-cola, burbujeantes. Tenía una mirada intensa como el café, de esa que quita el tiempo. Adictiva. Yo deseaba que no dejara de mirarme nunca. Me faltaban minutos a su lado, y me sobraba de todo lo demás.
- ¿ A dónde vas? -Preguntó con socarronería cuando me levanté de la cama.
- Es tarde- Dije mientras rebuscaba por la habitación mi ropa.
Noto como se levanta. Se coloca detrás de mí y me besa el cuello. Se me eriza la piel. Y olvido lo que estaba haciendo. Lo que iba a hacer. Olvido hasta como me llamaba. Otra vez choco con la pared de sus ojos. Me desoriento entre las cuatro paredes de una habitación escondida. El hechizo de una mirada atrapa a la vez que cautiva. Que me hace perder el miedo, y me ayuda a pensar que no ha sido un error. 
Me empuja con una suavidad impropia de él, y caigo de nuevo. Miro el teléfono sobre la mesilla. Me muerdo el labio y apago el teléfono. Más tarde buscaré excusas, más tarde me disculparé. Más tarde haré lo que sea que tuviera que hacer. Si acaso puedo hacerlo... Si no me quedo atrapada en la telaraña de su mirada y en la miel de sus ojitos.
Y me arrojo en brazos del instinto. De las ganas. De todo. De nada. Lo beso. Como si no fuese a besarlo jamás en la vida. Como si se acabase el mundo. Y en cierto modo se acaba. Porque me prometo en ese momento que no volverá a pasar. Aunque no estoy segura de ser capaz de cumplirlo.
- ¿Cuántos son dos y dos? - Me pregunta. Me desarma.
-¿Cuatro? - Respondo.
Y el sonríe. Y yo... Bueno, yo creo que me enamoro. O casi. Me besa. Lo beso. Me acaricia. Se me eriza la piel. Me dejo llevar y lo abrazo. 
Nos tumbamos en la cama... Y el mundo, parece detenerse, me permite el lujo de ser feliz después de una mala racha que parecía no querer acabar. 


PD: Nuevo PREMIO


Opositando a Paracaidista de Cama

"No mas aterrizajes de emergencia en tu sofá, con tanta turbulencia quiero bajar".


Sentía como se me encogía el corazón a cada minuto, con cada suspiro se hacía más pequeño, y por el contrario parecía expandirse a con cada bocanada de aire. Me concentraba en ello para no pensar en que estaba a punto de llegar. Solo quería pensar en mi respiración, en como el aire entraba y salía de mi cuerpo, en como llegaba a mis pulmones y rellenaba cada recoveco. Curiosamente los nervios de mi estómago parecían aplacarse. Aunque de nada me sirvió la imaginación cuando lo vi aparecer.
Fue entonces cuando estalló una guerra dentro de mí. Cada parte de mi anatomía bailaba a su ritmo. Mi estómago invadido por una plaga de mariposas suicidas, y yo sin insecticida. Mi corazón compitiendo contra sí mismo, tratando de doblar el número de latidos por segundo. Mis glándulas salibales en huelga, dejándome la boca seca. Y mi cabeza... Mi cabeza no daba a basto. Debía hilar un tema de conversación, pero antes debía pensar en un saludo correcto, tenía que hacer frente a un posibe ataque cardíaco, y tal vez a otro de pánico. 
Sentí tanto miedo. Tenía tantas dudas, no sabía si había tomado la decisión correcta, y tenía pánico de descubrirlo. Pero ninguna de esas sensaciones era comparable a la ráfaga de alegría que me recorrió todo el cuerpo en el momento en que lo ví sonreír. Fue como si una ola de calor y felicidad llenase cada uno de los rincones de mi cuerpo. Y de repende se aliaron todos mis sentidos, y ya sólo podía pensar que él estaba conmigo y yo estaba con él.
La calma había llegado a mis costas, y él no era más que la brisa que me mecía y me hacía sentir en el cielo.
Y finalmente, se acabó.


Terrible Hedor a Ausencia

Suspira frente al cristal y mal dibuja un corazón en el vaho. Mira somñolienta al vacío, más allá de la ventana. Mira el coche aparcado al otro lado del pequeño parque. Cree que es un Seat, pero no está muy segura, la verdad es que no se le dan nada bien las marcas. No es su coche. Tan siquiera se parece. Tal vez un poco en el color, pero tampoco está muy segura... Hace tanto que no lo ve. 
Se levanta despacio, y se mira en el espejo. Cierra los ojos y en la oscuridad de su propia vida, lo ve. Ve como la rodea con los brazos. Casi lo siente. Se le eriza la piel. Se le humedecen los ojos y siente como si unas garras invisibles le arañasen la garganta. Pero cuando abre los ojos sigue estando sola frente a un espejo que le devuelve su imagen. Una imagen triste, melancólica. La imagen de alguien con el corazón roto.
Se aparta con cuidado, sin dejar de mirarse, como si en aquel reflejo se encontrasen las respuestas a sus problemas. 
El sonido de un motor al arrancar la saca de su ensimismamiento. Vuelve a acercarse al cristal, el presunto Seat se mueve, primero despacio, maniobrando, y después más rápido. Desaparece en apenas pocos segundos. Llevándose el recuerdo que había despertado, pero dejando el amargo sabor de la ausencia.



Amén

Y ojalá y que la lluvia me ahogue entre sus charcos, para no pensar en ti.


El café de sus ojos empezaba a enfriarse, los meses seguían pasando, y cada día se clavaba en su pecho. Punzadas de un recuerdo que se negaba a desanclarse del puerto de su maltrecho corazón. Afuera las hojas de los árboles empezaban a desprenderse, cubriendo el suelo con un manto de un color similar a los de aquellos ojos que siempre le arrancaban algún que otro suspiro. Seguía pensándolo, cada pequeño detalle, como una chispa solía bastar para prender la mecha de esa bomba que solía llevar pegada al pecho, al corazón, pero por suerte, la intensidad de sus recuerdos iba remitiendo.
Trataba de mantenerse ocupada para no caer en la tentación de releer antiguas conversaciones, de mirar las viejas fotografías. De acariciar la pantalla de su teléfono y debatirse entre pulsar la tecla de llamada o dejar pasar otro día.
Poco a poco su rostro iba perdiendo nitidez, se volvía un recuerdo vago, del que a duras penas quería desprenderse, aunque se obligara a ello. Las  cartas que nunca le envió, por miedo, por pudor, por orgullo, eran lo único que le quedaba a parte de las memorias que juntos habían tejido. Era consciente de que agua pasada no mueve molinos, aunque ello no lo hace menos doloroso. Poco a poco se iba haciendo a la idea de dormir sola y de abrazar huecos vacíos en la cama al despertar.
Los terrores nocturnos se hicieron llevaderos porque los prefería a lidiar con una realidad que resultaba mucho más aterradora que los sueños que la acechaban. 
Por fin se decidió a borrar su número de teléfono, aunque no significaba mucho ya que se lo sabía de memoria. Al final no le quedaría más remedio que pasar página, aunque se resignaba a pensar que él siempre estaría en la siguiente.
Estaba tan cansada de luchar contra sí misma que acabó por convencerse de que habían sido sus ojos, como pozos sin fondo, los que, de alguna manera, habían absorbido su fuerza de voluntad. La habían hechizado a traición.
Aunque algunas noches podía oír como lo lloraba, tratando de hacer el menor ruido posible, sus sollozos ahogados la delataban, aunque parecían confesar que ya estaba un poco mejor. Quizá solo necesitaba algo más de tiempo, o una dosis de amor del bueno.