Ofreciéndole la falsa libertad

Las adicciones la consumían pero era feliz a ratos y ya es más de lo que había sentido en los últimos meses. Se podían vislumbrar sus sonrisas entre vicio y vicio. Mascaba chicles de menta a todas horas y se enganchó al sabor que dejan en la boca después de mezclarse con el tabaco de unos labios ajenos. El amor que los unió y tan pronto se acabó sin dejar un por qué no la atormentaba. El aliento a humo la ahogaba y se sentía bien cuando los pulmones le ardían. Se volvió adicta a jugar a dos bandas. No quería escoger una. No podía. Tomó la decisión fácil, mentir. A todos cuantos conocía. Pero eso no acabaría bien. Sus propios cómplices eran víctimas del engaño. Se complicó el juego. Y tuvo que escoger de verdad.

'Nuestro amor se va a salvar' - Prometió mirándo al cielo - 'Debemos intentarlo'

Pero no supo a qué amor se refería.

Por mucho que vayan de listos, aquí todos tenemos un vicio, unos fuman, otros beben, algunos se drogan, saltan desde acantilados, se cortan, vomitan, lloran... Ella engañaba.


9 comentarios:

  1. No me esperaba esto, la verdad es que me lo imagino como una necesidad, que no le basta. Lo que pasa es que a veces estamos tan cerrados por la idea de un amor bidireccional que no entendemos que pueda existir una relación abierta. Tal vez es eso lo que necesita.
    ¡Un besín!

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  2. Me gusta. No todo tiene porque ser bonito y acabar bien. Y mentir es una cosa tan privada, que da pudor ver a un personaje que miente.

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  3. Son extrañas las cosas a las que el ser humano es capaz de volverse adicto.
    Sobre todo cuando consisten en engañarse a uno mismo.


    Besos grises

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  4. Sinceramente pienso que todos hemos mentido alguna vez, independientemente del fin por el que lo hiciéramos pero como bien dijiste cada uno tiene su vicio, y en este caso es, la mentira.
    Un besito.

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  5. Me ha encantado.
    A veces sobreponemos tanto que felicidad, que si es necesario mentir, lo hacemos a pesar de lo mal que esto pueda llegar a acabar.
    Me seguiré pasando por aquí.
    Un beso.

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  6. Que bueno! ... Me parece que engañarse es de las peores adicciones que podriamos generarnos, porque quien despega los pies de la Tierra una vez, se perderá para siempre en el infinito. Claro, que a veces encontrarmos felicidad en la mentira.

    Un beso.

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  7. Supongo que si te sale bien el engaño, debe ser hasta placentero, sentir que tienes el control, o más bien, creer que tienes el control (como quien se corta, vomita, o juega a las tragaperras). Lo malo es cuando ya no puedes llevar una vida normal, y esa adicción ocupe el cien por cien de tu tiempo, y necesites cada vez más para sentir esa misma adrenalina que sentías al principio.

    Siempre se habla de las drogas que se consumen "físicamente", por decirlo de alguna forma, como el tabaco o el alcohol, pero igualmente peligrosas son otras conductas.

    Besos

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  8. Los vicios nos pueden destruir, pero son aquellos que nos mantienen vivos, un texto genial, un abrazo muy fuerte :)

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