Opositando a Paracaidista de Cama

"No mas aterrizajes de emergencia en tu sofá, con tanta turbulencia quiero bajar".


Sentía como se me encogía el corazón a cada minuto, con cada suspiro se hacía más pequeño, y por el contrario parecía expandirse a con cada bocanada de aire. Me concentraba en ello para no pensar en que estaba a punto de llegar. Solo quería pensar en mi respiración, en como el aire entraba y salía de mi cuerpo, en como llegaba a mis pulmones y rellenaba cada recoveco. Curiosamente los nervios de mi estómago parecían aplacarse. Aunque de nada me sirvió la imaginación cuando lo vi aparecer.
Fue entonces cuando estalló una guerra dentro de mí. Cada parte de mi anatomía bailaba a su ritmo. Mi estómago invadido por una plaga de mariposas suicidas, y yo sin insecticida. Mi corazón compitiendo contra sí mismo, tratando de doblar el número de latidos por segundo. Mis glándulas salibales en huelga, dejándome la boca seca. Y mi cabeza... Mi cabeza no daba a basto. Debía hilar un tema de conversación, pero antes debía pensar en un saludo correcto, tenía que hacer frente a un posibe ataque cardíaco, y tal vez a otro de pánico. 
Sentí tanto miedo. Tenía tantas dudas, no sabía si había tomado la decisión correcta, y tenía pánico de descubrirlo. Pero ninguna de esas sensaciones era comparable a la ráfaga de alegría que me recorrió todo el cuerpo en el momento en que lo ví sonreír. Fue como si una ola de calor y felicidad llenase cada uno de los rincones de mi cuerpo. Y de repende se aliaron todos mis sentidos, y ya sólo podía pensar que él estaba conmigo y yo estaba con él.
La calma había llegado a mis costas, y él no era más que la brisa que me mecía y me hacía sentir en el cielo.
Y finalmente, se acabó.


10 comentarios:

  1. Decir que me ha encantado es poco, es tan bonito vivir esos primeros momentos... ains, me pongo nostálgica y todo ;)

    Un besiño :*

    ResponderEliminar
  2. Me encanta la manera de describir como te sientes cuando ves a alguien especial, y ese momento en el que sientes esa sensación que pocas veces sabemos como describir.
    Hace mucho tiempo que no me siento así...
    Un besazo!

    ResponderEliminar
  3. Se acabó... la angustia, quiero creer :)

    Paso por varios blogs, pero por el tuyo es uno de los que más tiempo me quedo.
    Y lo vale.

    Muasssssssssssss!

    ResponderEliminar
  4. A mí se me ha ocurrido algo muy loco al llegar al punto y final. Y es que si hubiera un manual para describir las primeras sensaciones que se experimentan cuando los latidos cambian de velocidad, este escrito podía ser ese manual y acercaría al usuario a la experiencia que va a experimentar próximamente. Y según pienso, el aterrizaje casi será de emergencia en cualquier situación, cama, sofá, mesa, suelo, arena o hierba. Ya habrá tiempo de recuperarse después del impacto.

    Genial como siempre, guapísima. Que tengas una noche llena de cosas bonitas y sueños cumplidos ^_^.

    ResponderEliminar
  5. Es sumamente atrayente el texto, siento una paz con cada palabra, con cada sentimiento que casi puedo sentir cada emoción como si yo la viviera

    ResponderEliminar
  6. ¡Hola!
    Es muy bonito, me ha encantado. Me gusta tu manera de escribir, y como describes las cosas, quedan tan elegantes y bonitas.
    ¡besos!

    ResponderEliminar
  7. Odio que las cosas terminen cuando empieza lo mejor, cuando te acostumbras a sus brazos y llega un día en que todo acaba, porque el final, antes o después, es inevitable, pero somos incapaces de hacernos a la idea...
    Me ha encantado :)
    ¡Un beso muy muy muuy grande! <3

    ResponderEliminar
  8. hay pequeños infartos que vale la pena tener con alguien que nos llena de mariposas suicidas. Y ese momento antes de verlo que la piel grita es el mejor. Un beso y nos leemos pronto!

    ResponderEliminar
  9. Ay, me he puesto melancólica, sólo te digo eso. <3

    ResponderEliminar
  10. Ojalá todo el malestar que tuviéramos en algún momento se convirtiera en felicidad. Hay miradas que con solo observarlas te transmiten una parsimonia que ni la melodía de un piano, pero hay otras que son turbias como las aguas y no dejan de izarte en brazos y tirarte a la mar. Aunque busquemos más de lo primero, siempre nos solemos encontrar con algunas de la segunda condición.

    ¡Como siempre precioso!

    ¡Un besito!

    Carolina

    ResponderEliminar

Leo todos los comentarios y trato de contestar a todos los que puedo. Gracias por dejar tu opinión, valoro mucho que inviertas tu tiempo en leer mis entradas y comentarlas. Si quieres dejar el enlace de tu página estaré encantada de echarle un vistazo.